Historias de un Origen: Las Crónicas del Caos - Noctis

Caza

Iba a contestar; iba a decirle lo que había podido descubrir, como en los viejos tiempos; iba a preguntarle como había llegado tan rápido; iba a preguntarle por sus alas y su halo quebrado; iba a reírme con ella al darme cuenta de que siempre había sido lo que había pensado, un ángel. Mas mi felino compañero tenía otros planes: otro salto de sombra, a un lugar que nunca había visto y que nunca podría olvidar.

— Cary, Guido o como sea que te llames. ¡¿Qué has hecho!? ¡No sólo has hecho un salto cuando y adonde te ha apetecido, sino que también me has separado de Naia! ¡¿Me vas a explicar a qué viene todo esto!? – Estaba de los nervios, muy confuso y furioso con el ser que se ocultaba en mi sombra.

— Para tu información, nos he salvado a ti y a mí; a la hora de cazar a los etéreos, tienes que mantener la mente vacía, no puedes permitir que las emociones ni los sentimientos influyan, porque podría ser lo último que hagas. Esa etérea además de tener la condición de los de su clase, es muy poderosa, y está muy resentida conmigo porque yo, personalmente, eliminé al alto cargo que se suponía que tenía que proteger. Por lo que parece eso le valió el descenso a caminante – Se separó de mi sombra y empezó a registrar la sala dónde estábamos –. Si sirve para satisfacer tu curiosidad, estamos en uno de los palacios abandonados. Ya sabes, dónde se supone que vive un noble que no lo hace gracias a ti.

— ¿Desde hace cuánto estás vivo? – Me detuve y empecé a revisar mis alrededores –. Esta es la casa de la última de mis víctimas, estamos tan cerca del palacio real que deberías de poder ver a los magos – Me tumbé en el suelo con las manos tapándome los ojos mientras reflexionaba sobre como demonios había terminado así –. Entonces, ¿cuál es el plan ahora? – Le pregunté al lince que se había tumbado a mi lado.

— Por lo pronto, descansar. Cuando terminemos ese paso será el momento de ir de caza. Esta vez sin errores.