Maison des tragédies |BSD|

「⁰²³」

Capítulo 23: Sobre la muerte de cierto acompañante.

«Si toda la gente se rompe, y todo el mundo se rompe y, todos se vuelven locos, entonces puedo ser normal, al igual que todo los demás, ¿verdad?»

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Nakahara Chuuya en su descenso recordaba a todas las personas importantes en su vida, a los amigos que habia perdido y los que deseaba proteger.

—Puedo protegerlos. Estoy feliz con eso. — murmuro antes de decir recitar el hechizo de control.

"Oh, otorgantes de la desgracia oscura, no me despierten de nuevo."

Uno de los muchos distintivos entre los humanos y las maquinas seria que ellos poseen un alma; aunque la incógnita de saber que era con exactitud eso que llamamos "alma" siempre habia estado desde mucho antes que ellos llegaran al mundo.

Las partículas negras comenzaron a flotar alrededor de Chuuya. Las prendas del muchacho revolotearon con el viento y, la energía apareció en forma de una llama negra, provocando una gran cantidad de calor capaz de distorsionar el paisaje.

De pie en el techo de un edificio estaban Dazai y Natsuo, observando a Chuuya quien parecía volar por los aires.

—Por el dolor corrompido. —dijo Dazai con voz inaudible. —Corrupción.

Más allá de su linea de visión, una luz negra explotó.

La apariencia de Chuuya era muy similar a la de Verlaine en su "puerta" estaba abierta, era la forma de una bestia. Las partículas negras revoloteaban a su alrededor como si de nieve se tratase y, un grabado de color rojo habia aparecido en todo su cuerpo.

Chuuya volaba.

El muchacho quien corrió por la noche a la velocidad del sonido, aterrizo en el rostro de la bestia demoniaca haciendo que esta diera un aullido haciendo estremecer la tierra.

Con un solo golpe, casi el tercio de su cabeza habia sido volada por Chuuya quien se habia convertido en la encarnación de la gravedad.

—Asombroso. —murmuro Dazai.

Se escuchó el sonido del gran cuerpo cayendo en una estación de servicio, la cual fue aplastada provocando que el depósito de combustible explotara con el calor de la bestia.

Aquel ser abrió la boca y creo una gran esfera gravitacional, lo suficientemente grande como para cubrir su propio rostro y, luego fue expulsado con un gran odio. En respuesta a ello, Chuuya quien estaba flotando en el aire, tenía un par de agujeros oscuros en ambas manos creadas por la gravedad.

Ambos poderes que habían sido disparados casi a un tiempo chocaron entre sí en el aire.

La gravedad es una fuerza primordial que compone a el mundo, es la esencia de esa fuerza capaz de distorsionar el tiempo y el espacio mismo y, como el tiempo y el espacio son sinónimos de masa; en otras palabras, la gravedad es el mundo mismo.

En la parte superior del distante edificio, Dazai se sujetó de la barandilla y tomo a Natsuo de la mano, resistiendo el impacto. Sus ojos vagaron al campo de batalla.

—Esto es... —murmuro la fémina, quien fue interrumpida por las palabras de su acompañante.

—¿Compensaron?

Aquellas dos fuerzas chocaron en el aire y desaparecieron, dispersándose y volviendo a la nada.

—Lo hice. —sonrió Dazai tembloroso. —La predicción era correcta. El