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Capítulo 21: El niño perdido y el infame asesino.

Soledad. A veces ese sentimiento horrible te hace hacer algo estúpido

[Real World, Natsuo Kirino.]

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Aquel lugar es una de las zonas más olvidadas de Yokohama, una zona donde las sustancias peligrosas de los vertidos ilegales que se habían derramado en aquel suelo expuesto. Un lugar donde incluso los ratones no se acercan.

Era una tierra olvidada por todos.

Bajo el clima nublado, los contenedores de transporte abandonados, se alineaban de tal manera que parecían cadáveres.

Dazai vivía cerca del centro de la cuidad, en aquella zona olvidada; pero contrario a las expectativas de los demás, Dazai no vivía en una casa, más bien, su residencia era uno de los muchos contenedores de transporte que se desechaban.

Un lugar perfecto para un monstruo como él.

Un refrigerador. Un ventilador. Un escritorio y una silla, ropa de cama y una pequeña bombilla en el centro, era lo único que habia instalado en aquel contenedor, los cuales era diseñados originalmente para la exportación.

Nadie que conociera a Dazai se acercaría a su lugar de residencia, incluso si se trataba de uno de sus subordinados.

Sin embargo, no era porque el lugar en si fuese espeluznante, más bien, era porque nadie era capaz de predecir la manera en la que reaccionaria Dazai si se acercaran a su residencia.

Un día podía arrancarles las extremidades y matar a los subordinados que se atrevieran a poner un pie en su casa; o bien podía darles una amable bienvenida sirviéndoles té y galletas.

No habia alguien que fuera capaz de comprender el corazón de Dazai.

Dazai era aquella persona a la que llamaron el fantasma negro de la Port Mafia.

Contrario a sus logros, muy pocos eran los que deseaban trabajar bajo su mando; así hubo muchos que prefirieron trabajar bajo el mando de Natsuo.

Un año habia pasado desde que Dazai se unió a la Port Mafia.

Aquel joven quien comandó una unidad secreta bajo el control directo del jefe, logrando así grandes logros. En su corta estancia, habia aplastado a varias organizaciones y se encargó de abrir una serie de nuevas rutas para la distribución comercial.

Lejos de ser un miembro normal dentro de la mafia, ese muchacho tenía un crecimiento más rápido que cualquier ejecutivo. Incluso el trabajo del líder de aquella asociación a la que pertenecía Nakahara Chuuya, no era más que un juego de niños en comparación con el trabajo que tenía Dazai.

Sin embargo, nadie podía poner en mismo saco a Natsuo, ella era alguien que tenía más experiencia que Dazai dentro de la mafia, pero el simple hecho de tener trabajos distintos hacía ver que los logros del muchacho eran más grandes que los de ella.

Aun así, no habia nadie que pudiera confiar en él.

Los ojos del muchacho, eran una especie de apertura a una superficie interior detrás de ellos, aquellos ojos eran más profundo que el negro de la noche.

Y cuanto más seguía Dazai trabajando en la mafia, más oscuro e incomprensible se volvía el corazón de Dazai, sin que nadie supiera la razón de ello y, al igual que como se buscaba a sí mismo en aquel pozo oscuro, de esa misma manera mataba a todos sus enemigos.

Maison des tragédies   |BSD|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora