Capitulo 22: Esperanzas oxidadas.
"Cuando el día se convierta en la noche, y el cielo se convierta en el mar, cuando el reloj marque fuerte y ya no haya tiempo para el té. En esa noche más oscura, antes de mi última rima, ella volverá a casa, al país de las maravillas y hará retroceder las manecillas del reloj"
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¿Quién dijo que el azul del cielo era el color del dolor?
Ese día, el cielo de la ciudad estaba adornado de un azul claro como el dolor. El sonido de los automóviles, trenes y el murmullo de la ciudad. Todo era tragado por aquel azul tan perfecto.
La mirada perdida de Natsuo, era tan escalofriante.
En la turbulencia de sus pensamientos, una sombra se materializó. La única cosa solida existente entre aquel montón de niebla borrascosa, en medio de ese sombrío infinito que habitaba en su alma.
Natsuo estiro su mano intentando alcanzar algo, sin embargo, lo que ella deseaba no se encontraba en ese lugar. En lugar de eso, el tono recriminante de su amigo y compañero fue lo único que logro sacarla de aquel trance.
La chica bajo su mirada hasta el ser que la llamo, aquel muchacho le estaba sonriendo, sin bien, aquella sonrisa era demasiado desabrida no habia forma de que pudiera aborrecerla.
—Supuse que seguirías a Dazai.
La jovencita se carcajeo al escuchar las palabras del mayor. No existía un estándar el cual debía obedecer y, mientras no existiera tal estándar no estaba obligada a seguir al mencionado. Su rango no era mayor al de ella e incluso cuando llegara a serlo, su distintivo entre los demás informantes siempre fue el estar bajo el mando directo del jefe, no obedecía ordenes que no fueran las de Mori y eso siempre habia sido problemático para los ejecutivos.
Claro está que Dazai la habia llamado —unas tres veces—, llamadas que no atendió, no estaba de humor para seguirlo a buscar al joven pelirrojo. Verlaine le ponía los pelos de punta por lo cual desea evitar cualquier contacto con él.
—¿Qué hay de ti? —Los orbes violetas estaban fijos en los del contrario. —¿Acaso no cuidarías tu del jefe, Charles?
—Fui sacado de su oficina. —respondió el mencionado tomando asiento al lado de la menor. —Tengo el día libre.
Natsuo lo observo sonriendo, esperando sus próximas palabras.
—Podemos escaparnos juntos.
La fémina rápidamente acepto su propuesta, realmente no le importaría demasiado si el mundo se acabara ese día, podría reescribirlo si lo deseaba. A pesar de ello, tenía la obligación de regresar al anochecer, antes de que aquel hombre rubio diera su último ataque.
Natsuo y Dazai siempre jugaban sus cartas de manera eficiente. Dazai era rápido para crear estrategias infalibles, a diferencia de él, Natsuo era mucho más meticulosa, no se movería hasta que supiera que las probabilidades de fallo eran pocas y casi nulas. Su cerebro era de los más eficientes que existían en la organización, siendo capaz de recordar hasta el más mínimo movimiento de su contrincante; por esa razón, era capaz de ver el mismo panorama que el castaño cuando se enfrentaban a una crisis.
Ellos eran capaces de complementarse.
Sin embargo, Mori sabía que su nivel de combate no era de los mejores, si bien la habilidad de Natsuo podía considerarse como ofensiva, muy pocas veces la utilizaba; esa fue la razón por la que Nakahara Chuuya era el mejor partido para unirse a ese par de monstruos.
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Maison des tragédies |BSD|
Fanfic《No hay peor enemigo que la mente de uno mismo, convirtiéndose en una jaula de la cual es imposible escapar...》 ▪︎Los personajes de Bungo Stray Dogs son propiedad de Kafka Asagiri. ▪︎No se permiten copias ni adaptaciones.