Maison des tragédies |BSD|

「⁰³⁹」

Capítulo 39: Noche de máscaras burlonas.

Los errores eran errores, y los fracasos eran fracasos. 
¿Por qué atormentar a alguien con los recuerdos de su pasado?

[Miyuki Miyabe]

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11:40 de la noche.

Una densa y frígida tormenta se acercaba al centro de Yokohama, cada relámpago se visibilizaba sobre el oscuro cielo con resonante estruendo, oyéndose el sonoro roció que acompañaba a la despiadada tempestad. Una oficina descuidada y extraños son los que se han adueñado de ella, los papeles esparcidos por todo el suelo de mármol, el fuego ardiente de la chimenea que es lo único que mantiene cálido el lugar de la tormenta que hay en el exterior.

Bajo el oscuro manto de la noche, dos seres se ocultan expresando sus intenciones entre sí.

La mujer escribe una carta a un destino incierto, con rimas falsas revelando un futuro incierto. Una petición, oculta bajo una historia falsa, el hombre espera el momento, tal como fue recitado por una jovencita quien dice saberlo todo en este inmenso mundo.

Dentro de aquella torturosa espera, ninguno de ellos menciona palabra alguna.

Y es entonces cuando una persona más se une a ellos, luciendo agotado después de una difícil jornada, es entonces cuando el escenario predicho está completo, uniendo pensamientos oscuros, rencores tortuosos, y motivaciones ambiguas. seres heterogéneos, incapaces de mezclarse, pero manteniéndose unidos bajo un ideal.

La carta dirigida a una agencia de detectives, bajo el seudónimo "Ninna Hori", Yuriko quien en algún punto intento comprender el origen de aquel nombre, se limitó a continuar escribiendo el engañoso texto dejado por una jovencita que ahora está retenida por las autoridades, siendo así incapaz de expresar su descontento por aquella tarea.

Por otro lado, Oliver había tenido que soportar el interrogatorio del Mori, porque si había alguien capaz de fingir ignorancia por situaciones de importancia frente al jefe de la mafia, era él.

Y Kirishima, quien dirigía tras bambalinas aquel grotesco acto, que había perdido a su director, y ahora no era más que un sujeto más de la obra. Desde matar a alguien, hasta tener que fingir ser un policía, era el único entre ellos que conocía cada paso de los planes de Natsuo, a diferencia de otros, no era un simple peón desechable y quizás era la persona en la que más confiaba la fémina. Una relacion basada en la experiencia juntos.

Todo fue estaba sucediendo según el momento predicho, y justo cuando el reloj marco la medianoche, todos comenzaron a moverse a sus respectivas tareas.

Un mensajero, Identificaciones falsas, cartas ambiguas.

Todo había comenzado a moverse.

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—¿Te diviertes? — Cuestiono Jane, a la joven, quien no había detenido aquella labor durante casi una hora. Curiosa por su inusual tranquilidad no tuvo más remedio que ir a observar el trabajo de la menor.

Natsuo levanto levemente su mirada, impasible ante la pregunta la mujer e indispuesta a contestarle simplemente bajo su mirada nuevamente a las piezas esparcidas en la mesa.

Jane se acercó a observar su progreso ante el silencio de la menor.

—¿Tienes curiosidad por lo que hare? —Murmuro Natsuo, cuando la mujer estuvo lo suficientemente cerca de ella. La mayor se limitó a asentir con un leve movimiento. —Planeo hacer un gran escape. —Susurro antes de colocar la última pieza de aquel rompecabeza.