Capítulo 2. Juego de adultos.

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"Te deseeeeaaamooooos toooodoooos.... ¡Cumpleaaaaaños feeeliiiiz!" Cantamos al unísono todos.

Qué momento más incómodo, ¡por Dios!

Hablo del cumpleaños feliz. Cuando me lo cantan, nunca sé qué hacer con mis manos. Ni con mi cara, ya puestos. Es el momento más incómodo de la historia.

Por suerte esta vez no me toca a mí.

Mi padre brilla de la felicidad y en realidad, el momento no tiene desperdicio. Estoy feliz de poder disfrutar este día con él.

"Muchas gracias a todos, muchísimas gracias." agradece con un apretón de manos a todos los invitados después de haber soplado las velas.

Papá es muy cordial. Y va a saludar de esa forma a cada uno de los invitados. Hay muchos. Cumplir 60 es algo serio.

"¡Ven aquí hijo mío!" Dice una vez me ha visto. Cuando me dispongo a saludarlo con un apretón de manos yo también, estira de mí y me atrapa entre sus brazos. "Muchísimas gracias por haber venido," dice contento.

"Por supuesto que iba a venir. No me lo perdería por nada del mundo," cuando se separa de mí, su rostro sonriente está teñido de rosa. Las arrugas de felicidad se marcan por todas partes y puedo apreciar el rastro del niño que alguna vez fue. "Tengo algo para ti," le confieso.

Él arquea sus cejas.

"No es necesario," dice de forma seria.

"Sí lo es," le sonrío mientras palmeo su espalda. Me pongo detrás de él y lo empujo por la espalda hasta las escaleras. Mi cuarto está en el piso de arriba.

"Yibo, sabes que no necesito nada, ¿verdad? Lo único que necesito es que estés en casa, a nuestro lado." el tono es melancólico, y debo reconocer que me parte el corazón, pero...

"Papá, ya hablamos de eso... No me apetece discutirlo más..."

"Está bien, pero..."

"Cierra los ojos papá, que quiero que sea sorpresa hasta el final," le digo. En parte para que deje el tema. En parte porque tengo que buscar la caja y ya hemos llegado a la puerta de mi cuarto.

Papá decide sentarse al pie de la cama mientras rebusco en mi armario.

"¿Ya está?" Pregunta en un tono infantil.

La verdad es que es gracioso, así que bueno, claro que estoy riendo en respuesta.

"Vale, ya puedes abrir los ojos," le digo una vez estoy sentado enfrente de él. Se destapa los ojos e inmediatamente procede a desenvolver el pequeño paquete.

Lo que más me gusta es que no es del tipo de persona que se entretiene en abrir de forma bonita el papel de regalo. Directo al grano, a destruirlo. Como debe ser.

Cuando lo descubre, revela un reloj de pulsera Cartier de acero.

"Mierda. Yibo, ¿por qué?"

Me encojo de espaldas y suspiro.

"Pensé que era una buena metáfora para decirte que, siendo el tiempo la riqueza más importante del hombre, el mío siempre será tuyo."

"¿Y no podías haber comprado un reloj más barato?" Su voz sale un poco ahogada.

"No es lo que te mereces," contesto sin darle más vueltas.

"No estarás traficando drogas ¿verdad?" El comentario me hace reír.

"¡Por supuesto que no! Solo he trabajado unas cuantas horas extra. La verdad es que cuando le coges el truco a ahorrar, es bastante divertido," intento que mi sonrisa lo convenza.

Y es cuando veo las lágrimas deslizarse. 

Vaya, esta no era la intención...

"Hijo mío," y me atrapa entre sus brazos otra vez. Huele a ese perfume de Hugo Boss que lleva usando des del principio de los tiempos. Y de pronto soy transportado al pasado, cuando mis rodillas siempre sangraban y había huecos entre mis dientes. Papá ha presenciado todas esas etapas y me ha visto crecer.

Papá es quien mejor me conoce.

"Te quiero mucho, papá."

"Yo también, ya lo sabes," susurra apoyando su mentón en mi hombro.

"Deja que te ponga el reloj," siento su mirada seguir cada uno de mis movimientos.

"Yibo, ¿por qué no vuelves a casa?"

Cada vez que visito a mis padres, recibo esa pregunta al menos 5 veces. Y tengo que responder de la misma forma 5 veces. Pero nunca parece ser suficiente.

Quizás la pregunta no tiene sentido.

A lo mejor mi respuesta tampoco.

"Papá, sabéis que os quiero muchísimo. Y realmente me encantaría poder vivir en casa. Pero, quiero salir de mi zona de confort. He visto cómo has construido tu pequeña fortuna a base de trabajo duro y quiero sentir lo mismo. Estoy tomando mis propias decisiones como adulto y no quiero que asignen mi éxito con lo enchufado que esté por mi apellido. Me gustaría ser como tú. Por eso no quiero que te lo tomes como algo personal. Tan solo... Te has convertido en mi ejemplo a seguir."

Mi padre suspira.

"Crecéis muy rápido," contesta mientras acaricia mi pelo.

"Ya te digo... Hoy me han confundido con un señor y todo..." digo recordando el desafortunado encuentro en el supermercado.

No acostumbro a prestar atención a estas tonterías. Pero de alguna forma, me ha molestado.

"¿Señor? ¿Tú?"

Me río ante su respuesta y recojo los envoltorios para tirarlos a la basura.

"Y de forma insistente."

Papá se ríe ruidosamente, su voz oxidada por el tabaco.

"A lo mejor te estaban tirando los tejos."

Me sonrojo inmediatamente.

"¡Papá! Qué clase de ocurrencias tienes."

Este tipo de conversaciones me incomodan.

Que alguien sugiera cosas sobre mi vida romántica me incomoda.

"Solo estoy comentando. A ver, debo reconocer, y con mucho orgullo, que mi hijo es precioso."

"Papá, era un chico."

"¿Y qué? ¿No tiene derecho a sentirse atraído por ti? Qué anticuado que eres," me reprocha mientras se levanta de la cama. Lo sigo hacia la puerta.

"Yo no he dicho eso. Puede sentir todo lo que quiera. Pero a mí no me gustan los chicos."

"Está bien, está bien. Pero puestos a comentar esto, tampoco siento que te gusten las chicas. ¿Cuándo vas a traer a alguna novia a casa? Uno se hace viejo y quiere saber si sus hijos tendrán a alguien que los acompañe para el resto de sus vidas."

"Papá, solo tienes 60 años. Deja de ser un exagerado. Bastante me cuesta tener 1 hora para mi mismo. ¿Cómo voy a tener tiempo para tener pareja? La vida no es una lista de la compra. Poco a poco."

Y espero que con eso, podamos dar la conversación por finalizada.

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Notas:

Recuerda que puedes seguirme tanto en Twitter como en Instagram en: @troublequeenrp, contesto siempre!

Me encanta leer vuestros comentarios, así que no dudéis para nada.

Me gustaría también decir que en mi cuenta de Wattpad encontraréis otros fanfics:

- I'll wait for you to heal: Un fanfic Yizhan original mío.

- A tres metros de profundidad: Es un fanfic original inglés de Omoye que estoy traduciendo al español.

Por otro lado, muchísimas gracias por leer, estoy profundamente agradecida.

Leah.

Perdiendo los estribosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora