Capítulo 16. No hay vuelta atrás.

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"Deberías venir. Incluso Xiao Zhan se ha apuntado."

No, si es que es justamente por eso.

"Vaaaa...Para compensar que el otro día no saliste con nosotros."

Vuelve a escribir WenHan. Sus mensajes se han vuelto insistentes.

"Ok."

Contesto al final.

Es muy cruel escribir un "ok", soy el primero en reconocerlo. Pero es lo que hay.

Acabo de apuntarme a una noche de chicos. Y esto consiste, fundamentalmente, en jugar a la play y beber. No hay más. Incluso me preocupa el hecho de que no llegue a haber comida.

Desde que estoy en casa de mis padres, cortesía de su preocupación por la supuesta desnutrición que padezco, que WenHan no ha parado de insistir en que tenemos que hacer cosas para no dejar de lado nuestra vida de compañeros de piso. Porque al final seguro que vuelvo.

Y no debemos permitirle al tiempo cargarse nuestra amistad.

Puras tonterías. Pero es que le tengo que decir que sí. A él, siempre.

Así que aquí estoy. Encargando pizzas para que lleguen antes que yo. E intentando controlar los nervios.

No se lo he preguntado nunca, pero tengo la sensación de que Xiao Zhan es más bien fan de los videojuegos de rol. Y sé muy bien que en casa solo se habla del FIFA. No sé hasta qué punto se va a sumar al juego. Estoy bastante convencido de que, al final, quedaremos los dos aislados del grupo. Porque a mí tampoco me gustan demasiado las consolas.

Y por eso tengo que mentalizarme desde ahora. Para no volver a soltar tonterías.

Esta es la peor parte de estar colgado por alguien. Que no sabes qué hacer para sonar normal. Aunque debo reconocer, me encantaría poder estar hablando las 24 horas del día con él, y juro que no me cansaría. Lo que me cansa son las sandeces que suelto. Porque parezco más estúpido de lo normal.

Me pregunto cuándo terminará todo esto... cuando dará fin esta fase y podré volver a ser yo. El despertar de estos sentimientos no está siendo muy bienvenido. Sobre todo, cuando pienso en la forma en la que lo trataba al principio. Cada vez que cierro los ojos, siento vergüenza ajena.

Y ojalá esa fuera una razón suficiente para alejarme.

No puedo, simplemente no puedo. La cruda realidad es que Xiao Zhan es una flor, y yo soy una abeja.

Es increíble que acabe de pensar en esto, es que mal, muy mal estoy...

A la vez, todo este dilema mental me hace pensar en un tema serio. ¿Cuáles son mis expectativas? Quiero decir, sí, puedo entender que de alguna forma mi cuerpo se siente atraído por él. Y si hay algo más allá del cuerpo, si el alma es algo real, pues eso también.

Pero, ¿qué es lo que espero?

¿Una relación?

¿Algo como eso me haría feliz?

No tengo muy claro qué hacer, ni cómo actuar, ni cómo proseguir.

Es una mierda.

Cuando bajo del bus, apenas son las nueve de la noche. Probablemente todos ya estén allí, cenando y bebiendo. Si entro ahora, una de dos, o atraeré toda la atención, o pasaré desapercibido.

"¡Yibo! ¡Llegas tarde!" Dice WenHan tan pronto entro, dando respuesta a mi pregunta mientras arrastra las palabras.

"Idiota... ¿Quién crees que ha pedido las pizzas?"

Perdiendo los estribosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora