Perdiendo los estribos

Capítulo 5. Cuna de Oro.

Con el tiempo hay que ir siempre con cuidado. No te das ni cuenta y las Navidades están a la vuelta de la esquina. Y da miedo lo rápido que pueden ir las cosas.

Supongo que cuando sufres, el Universo tiene compasión y hace que el tiempo pase más rápido.

Por supuesto que esto tan solo lo notas en retrospectiva, porque en ese momento, sufrir es sufrir. Sin demasiadas metáforas.

Los exámenes serán tortura para toda la vida. Y es absurdo que te examinen sin parar.

Pero allí está, el sistema.

Critico desde una posición muy cómoda, claro. Que, si yo estuviera en esas posiciones de arriba, tampoco lo haría mucho mejor.

Hay cosas que no cambian por más que lo intentes.

En mi casa, es tradición celebrar las Navidades en el pueblo de mi abuela. Ella es del sur, por lo que unos días antes, viajamos en coche hasta allí y disfrutamos de unas vacaciones sin nieve y mucho más calurosas.

Son largos quilómetros en coche. Una tortura para aquellos que se marean. Pero es el mejor recuerdo del año, encender la radio y cantar los villancicos que pasan por las emisoras, Mariah Carey, la comida en fiambreras para no tener que parar más de lo necesario, la carne rebozada, el ajetreo, el olor a coche... Es todo tan nostálgico.

Sí, pues... Hoy tendré que tirar del recuerdo del año pasado mientras miro por la ventana del AVE.

En pocas palabras, soy gafe.

Ninguna novedad.

En primer lugar, no debería de haber salido esa noche. Terminé tan agotado que, con tal de rectificar las horas de sueño que me faltaban, tuve que sacrificar horas de estudio.

Mal.

Eso pasa factura.

Y lo de aspirar a matrículas de honor se quedó en eso. Un deseo que ha quedado abandonado en un rincón de mi alma mientras en mí se activaban los mecanismos de supervivencia. Al final en único objetivo que tenía era aprobar.

Encima, mientras intentaba concentrarme en los apuntes, el idiota de Xiao Zhan se me iba apareciendo detrás de los párpados murmurando "niño mimado, niño mimado, niño mimado" sin parar.

Los ojos se me han secado de tal forma que debería ser un crimen que las becas no me cubran los gastos de las gotas hidratantes.

Pero ¿cuándo ha pensado el Estado en la mísera vida del estudiante?

En fin, que ni siquiera entiendo por qué me molesta tanto. Me gusta pasar desapercibido y no tener que dar justificaciones ni por lo que hago ni por lo que pienso. Y por norma general me importan 3 pepinos lo que la gente piense de mí.

Pero esta es mi fibra delicada.

Y Xiao Zhan mi némesis.

Porque en unas cuantas horas se ha dirigido hasta mi complejo más profundo como si llevara GPS, el muy cabrón.

Tengo intenciones de devolvérsela.

Es increíble como, por el hecho de venir de una familia con negocios y un poco más de dinero, la gente da por hecho que te han venido las cosas regaladas. Tuve que presentarme a los exámenes de acceso a la Universidad igual que todos los demás. Y saqué mejor posición que otros, a pesar de venir de una escuela privada y que la gente asumiera que me habían hinchado las notas. No soy un engreído hijo de papi, porque he visto a mi padre sacrificar su vida, su familia y la relación con su pareja con tal de tener lo que tenemos ahora.