Perdiendo los estribos

Capítulo 9. Perdiendo los estribos.

Vale.

Esto no es normal.

Me siento como nuevo. Literalmente. Como si hubiera renacido. Incluso las articulaciones, que normalmente con la lluvia duelen y oigo como rechinan, están ahora mismo en perfecto estado.

El colmo sería que Xiao Zhan fuera un brujo ocultando su identidad entre la muchedumbre.

Por supuesto, descarto la idea de inmediato.

Parece que aún hay rastros de los delirios febriles.

Lo que por un momento me hace pensar en que debo hacer una lista de las cosas que realmente tuvieron lugar el día de ayer, y de las que mi cuerpo ha creído por puras conjeturas de mi mente.

Es temprano por la mañana y me he levantado antes de que suene la alarma. Reviso las conversaciones de Whatsapp y, en definitiva, ayer Xiao Zhan me trajo sopa.

Es que siento que estoy perdiendo los estribos.

Pero de una forma exagerada y completamente NO yo.

Desmontemos esto por partes Yibo.

Primero de todo. Si me paro a pensar en la forma en la que este individuo se ha metido en mi vida, ¡es que completamente absurda!

Que no paró de llamarme señor, como una cotorra joder...

Y luego fue apareciendo por aquí y por allá.

Y yo no he cedido en ningún momento, como un niño, en mi posición para odiar cualquier cosa que hiciera. Bueno, a lo mejor odiar es una palabra muy fuerte...

Pero no soportarlo encaja mejor en el contexto. Porque he seguido actuando como una persona madura.

Creo.

Sin embargo, Xiao Zhan ha seguido insistiendo en llevarse bien conmigo. Y aunque me he quejado de sus prejuicios contra mi persona, la verdad es que yo estaba tan lleno de ellos como él.

Y al final, muy a mi pesar, debo reconocer que...tan mala persona no es. Ni tan pesado. De hecho, es un buen amigo. Incluso diría que todo es una imagen para hacer sentir cómoda a la gente de su alrededor.

Porque el tío es más tímido que no sé qué. Encima no se queja nunca...

Es solo que ha pasado todo tan rápido. Y no estoy acostumbrado.

Toda mi plantilla de amigos está formada por gente con la que prácticamente me he criado. Personas que han estado allí siempre.

Supongo que por eso tenía mis defensas puestas delante de un tipo de persona como él.

Un terremoto. Una persona que confía tan rápido y que es todo lo opuesto a mí.

No entiendo muy bien qué está pasando, la verdad. Y no voy a conseguir nada perdiendo el tiempo de esta forma.

Voy a fluir, como muy bien WenHan dice.

Es hora de desayunar.

Pero antes, una duchita rápida para deshacerme de todo el sudor de enfermo, que hace falta.

Al entrar al salón, encuentro a WenHan durmiendo en el sofá.

"¡Ei! Que es hora de levantarse, ¿no tienes exámenes?"

"Hmmm..." murmura él contra la almohada. Me acerco a él y le acaricio la cabeza.

"Tío, ¿estás bien?"

Ni siquiera planeaba preguntarle, pero hace días que su actitud me preocupa y quería dejar que él mismo se sintiera lo suficientemente cómodo como para explicarme sus inquietudes.