Encontraron la cueva, justo después de caminar durante un día bajo la lluvia inclemente y el viento helado. Lan Huan pensó que allí acabaría todo y descansaría, pero ante la brisa fría del paso del otoño y las ropas mojadas, la sugerencia de Wen Qing aunque es razonable tira de él por todas las capas. Jamás ha estado tan cerca de nadie al dormir. Jamás ha tenido que dormir en túnicas interiores con otras personas con apenas espacio para moverse. Y allí está, tirando más de sus propios límites, desconcertado y ajeno con la intención de descansar sin poder.
Todos están acostados en el piso áspero de la cueva. Un talismán de fuego se mantiene encendido para darles calor a todos, pero no tienen mucho como para separarse, así que la solución ha sido eso: amontonarse como cinco cachorros bajo la panza de su madre. Lan Huan está justo en el medio. Si mira a su derecha, encontrará la espalda pegada de Wen Ning, sirviendo de muro para no estar demasiado cerca del cuerpo de Wen Qing. Si mira a la izquierda, encuentra el cuerpo de Jiang Wanyin, todavía dormido con la aguja clavada en su frente y la pastosa hierba recién colocada en la herida de su mejilla derecha y Wei Wuxian a su lado, abrazándolo protectoramente como si estuviera dispuesto a darle todo el calor que pudiera.
Consiguieron una cueva y hace frío. Lan Huan se siente tan avergonzado que más bien está inundado de calor.
Sus ropas están mojadas y se pegan por todas sus extremidades. El calor no ha hecho mucho para secarlas y sentirse menos indecorosas. Su cuello está rojo, sus orejas también, y está seguro de que su rostro debe ser una mezcla de vergüenza e impotencia. Las palabras de Wen Qing fueron claras: Necesitan descansar, dormir algo, esperar que las túnicas que han colocado en el piso se terminen de secar para usarla al día siguiente y estar atentos al estado de Wanyin. Cuando vinieron en camino, tenía fiebre.
Hace un esfuerzo consciente de moverse hacia el lado de Wanyin, pero se detiene cuando Wen Ning responde a sus movimientos y se retuerce contra su espalda. Siente algo golpeando su muslo un momento antes de desaparecer, y repentinamente hay un zumbido bajo sus orejas. Traga, incapaz de moverse más y espera hasta que Wen Ning haya dejado de moverse.
Eso le da espacio para ver mejor el estado de Wanyin, enrojecido por razones ajenas a las suyas (debieron dormirlo así también, así no estaría en ese estado de pura humillación); tiene las mejillas encendidas y hay rastros de gotas que no sabe si es la humedad aún o el sudor. Posa una mano sobre su frente para asegurarse, y sí, sigue ardiendo. Se queda un momento así, infundiendo energía espiritual que llena los meridianos, pero se apaga como el fuego de una vela en la tempestad. Se convierte en nada. Si al menos puede refrescarlo...
Al considerar que es suficiente, Lan Huan se mueve de nuevo contra su espalda, con cuidado de no despertar a su compañero de al lado y cierra sus ojos. Intenta pensar en las montañas blancas y los cielos azules, los pastos verdes y la niebla de la madrugada que cae por las columnas. Los pinos, el jardín de bambú que estaba antes de llegar a la casa de su padre (a quién nunca conoció realmente y ya era tarde para lamentarlo) o en el jardín de gencianas que estaba al borde de la casa de su madre (a quién se cansó de llorar hace mucho tiempo). Se deja llevar por las pinturas oníricas que su mente dibuja para él, las columnas de la biblioteca intacta, los árboles de magnolia que están cerca de los edificios blancos y los caminos de piedras que serpentean entre los diferentes niveles de las colinas.
Duerme. Duerme más relajado arrullado por la lluvia.
Cuando vuelve a despertar, hay un pequeño rayo de luz empezando a entrar a la cueva oscura. Todavía hay un velo constante de lluvia resonando afuera, pero hay un poco más de calor a su lado y eso es suficiente para espabilarlo. Gira hacia su izquierda y ve a Wanyin con la cabeza reposando en los muslos de Wen Qing, quien atentamente está dejando reposar un paño frío sobre su frente. Wanyin ya no tiene la aguja en su frente, pero aún así no despierta. Está prendido en fiebre.
ESTÁS LEYENDO
Un hombre sin núcleo (MDZS)
FanfictionCuando Lan XiChen encuentra al nuevo líder de la secta Jiang, no está solo. Está con Wei Wuxian, quien aún intenta convencerlo para una operación insólita, y Wen Qing, quien está esperando a pagar el precio. Pero Jiang Cheng está negado a aceptar el...