Después de dos noches en la finca, se van. Los planes para llegar a Meishan no pueden detenerse, así que avanzan al final de la tarde hasta encontrar un lugar para descansar. Cuando llegan, Lan Huan decide dormir apenas consigue un lugar cómodo. Entre la conversación constante con la familia, hasta la caminata y la hora, ya está cansado.
Durmió tan bien que, al despertar, se siente más descansando. Se estira en la tierra y se acomoda en el suelo, listo para iniciar otro día y meditar.
Le sorprende ver a Wanyin sentado en el árbol, mirando a un lado del bosque sentado en posición de loto.
—¿Wanyin? ¿Te tocó vigilar esta noche?
—¿Qué? ¿También piensas que no soy capaz de vigilar? —El ardor de sus palabras lo toman desprevenido. Lan Huan pestañea repetidamente por el asalto y decide sentarse en la tierra para equilibrar su mente.
—No he dicho eso —dice solemnemente, vistiéndose con su túnica exterior mientras pasa sus manos para sacar la tierra pegada—. ¿Quién lo dijo?
—Wei Wuxian... —La voz de Wanyin cambia, bajando completamente la guardia. Lan Huan da un suspiro—. ¿Qué cree? Me quitaron el núcleo, no la capacidad de ver o escuchar cosas. ¡Claro que puedo vigilar como los demás!
Lan Huan es lo suficientemente sabio como para saber que es mal momento para comentar que sin núcleo los reflejos no están tan afilados como antes. Aprecia que Wanyin tomara la iniciativa para demostrar su valía, con o sin núcleo, aún si eran en actividades tan banales como vigilar mientras los demás duermen.
—Afortunadamente ha sido otra noche que pudimos descansar bien. —Se pone de píe y peina su cabello para intentar acomodarlo en su espalda. Ya empieza a extrañar el baño de la finca—. Puedes descansar ahora, Wanyin, yo te relevo.
Jiang Wanyin se levantó del suelo y estiró sus extremidades como si tuviera mucho tiempo sentado. Da un par de movimientos para su tronco y sus brazos, antes de mirarlo. Es evidente la falta de sueño, pero luce como si pudiera esperar dos horas más antes de dormir.
—¿Cómo convencieron al joven amo Wei?
—Wen Qing —dice Wanyin con una sonrisa traviesa que también provoca una propia—. Lo durmió con una de sus agujas.
—Debo admitir que tengo un terror razonable por Wen Qing y sus agujas.
—Si Wen Qing puede hacer temer al gran Zewu-jun, todo el mundo del cultivo estará a sus pies.
Compartieron un par de risitas mientras miran el lugar donde Wei Wuxian duerme, con la aguja clavada en su frente. Parece la única forma en que podrá dejar de entrar en el modo protector que estaba desarrollando con demasiada prisa.
—Deberías dormir, Wanyin. Así podrás descansar unas horas.
—En un rato. —Lo ve tomar varias flechas y el arco antes de moverse del lugar donde lo encontró centrado.
Lan Huan tiene curiosidad. No ha sentido la presencia de enemigos ni de nada que amerite algún peligro para que Jiang Wanyin se aparte armado del lugar. Observa un momento la tierra en donde estuvo sentado y nota la rama que quedó a un lado, afilada en la punta, y unos dibujos dejados en la tierra. Ve recuadros, uno al lado de otro, aunque no puede encontrarle la forma. No es como Wei Wuxian que ha estado practicando en la tierra la escritura para talismanes.
Muerde por el momento la necesidad de preguntar.
Curioso por ver a dónde se dirige Wanyin, lo sigue con cuidado de no despertar a los otros. Todavía está oscuro, apenas el sol se asoma por el este con suavidad. El líder de secta (ya está seguro de que tomará el puesto, seguramente reformulando el lema de su secta) lo mira desde su hombro, frunciendo su ceño.
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Un hombre sin núcleo (MDZS)
FanfictionCuando Lan XiChen encuentra al nuevo líder de la secta Jiang, no está solo. Está con Wei Wuxian, quien aún intenta convencerlo para una operación insólita, y Wen Qing, quien está esperando a pagar el precio. Pero Jiang Cheng está negado a aceptar el...