Capítulo 15

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Es la primera mañana de noviembre, y a diferencia del mes pasado me siento lo suficientemente increíble para vivir. Jisoo me dijo que Jennie suele ir muy seguido a la biblioteca, en especial los lunes, por la mañana normalmente. Lo que significa que ya se donde puedo encontrarla, últimamente casi no responde mis mensajes y me pregunto si es por lo que pasó el sábado, fue incorrecto ir hasta su casa? será que me vio como una acosadora?!! nunca pensé en eso, sería muy mal que me haya visto de esa forma. Será por eso que casi no me habló este fin de semana???

Antes de irme a trabajar quiero pasar por la biblioteca para poder hablar con ella y aclararle todo, no quiero que tenga una imagen acosadora de mi.

- Adiós Leo - le doy un beso en la cabeza y salgo del apartamento

Me aseguro de revisar mi buzón y al ver que no hay nada continuo con mi paseo por la cera peatonal.

Elegí caminar un poco, tampoco es que me tome mucho tiempo llegar hasta la biblioteca. El viento frío no me deja sacar las manos de los bolsillos, tuve que haberme puesto guantes... nunca dejaré de maldecir este clima tan desastroso; pero si lo pienso a fondo... que bien le queda el otoño a Jennie, sus ojos hacen juego con cada árbol de la época, es tan fría como las lluvias otoñales, pero al igual que la estación a veces tiene sus momento un poco cálidos. Es ahí cuando logras ver la fauna y flora brotar de las hojas secas caídas del cielo, la parte más hermosa de su mirada cuando se acunan como la luna y dejan ver su reluciente fila de perlas brillantes que parecen de goma. No imagino la envidia que le tendrán las estrellas al saber que se les cayó una en la tierra y que brilla mucho más que todas ellas, qué sentirá el agua cuando recorre su cuerpo? qué sentirá su delicada cadena de oro al estar en su pecho y sentir su respiración, me pregunto que se sentirá ser parte de su vida...

Compro algo de comer en la calle para llevar al trabajo porque como cosa rara nunca me dio tiempo de desayunar.

Llego al lugar que quería y entro a buscar a la chica con la que quiero hablar. Comienzo en los lugares donde frecuento verla pero no se encuentra, camino por todo el lugar buscándola hasta que la veo en uno de los pasillos del área de terror y misterio, me dirijo al otro lado del estante donde está ella y busco el primer espacio vacío frente a ella para aparecer.

- Hola! -

- Ay por dios!!! - se asusta y deja caer el libro que llevaba en las manos; menos mal que estamos lejos de la zona de lectura - Lisa... eres tu - logra decir un poco más calmada

- Si, lo siento, no te quise asustar -

- No pareciera - recoge el libro del piso

- Yo.. quería hablar contigo - digo aún teniendo el estante separándonos

- Sobre qué? - dice avanzando lentamente observando los libros

- Lo del sábado... juro que no te estaba acosando, solo me dio curiosidad saber desde donde dibujas -

- No hay problema - me interrumpe

- Ah no? - sigo su paso

- Ni siquiera se me llegó a pasar por la cabeza eso - continua en lo suyo

- Eso es un alivio... - se termina la barrera y quedamos frente a frente - Entonces... - mis ojos se encuentran con los de ella - Qué harás ahora? -

- Solo iba a pedir esto - hace énfasis en el libro que tiene - Y buscar algo más -

- Te acompaño -

- Está bien - me regala una de sus sonrisas adorables

Caminamos entre los pasillos buscando libros para ella. Los revisábamos de pie, algunos nos enganchaban tanto que nos sentábamos, algunos los agarraba ella, en otros me pedía ayuda para bajarlos porque no alcanzaba...

- Este está divertido - digo sentada en el suelo leyendo la intro de uno de los libros

- A ver - se sienta a mi lado y lee todo para luego soltar una pequeña risa - Ese me gusta - me quita el libro de las manos y revisa el nombre - Me llevaré este también - vuelve a sentarse diagonal a mi

- Cuántos libros lees por semana? -

- Depende - dice mientras ubica un libro en su lugar

- Depende de qué? -

- Depende del tiempo que tenga, normalmente uno por semana -

- Entiendo -

- No puede ser! - mira hacia la ventana más cercana e intento ver la razón de su emoción

- Qué pasa? -

- Hay una mariposa ahí - señala la ventana y la logro ver

- Que linda - volteo a mi lado derecho y pareciera que estuviera hipnotizada viendo a la mariposa, se ve tierna - Te gustan mucho eh -

- Las amo, son demasiado hermosas - se me ocurrió algo

- Tengo una idea - me quito la mochila y saco mi cámara y parece emocionarse aún más

La enciendo y trato de enfocar lo más cerca posible del insecto. La verdad si es linda, posee una gama amplia de azules en sus alas, casi se podría confundir con el cielo. Es raro es ver una de estas en otoño, siempre llegan en primavera. Bajo la cámara luego de capturar algunas fotos pensando en la situación.

- Qué sucede? -

Por qué llegó una de estás justo ahora y en este lugar?. Miro a Jennie a mi lado y en sus ojos puedo ver la respuesta a todo...

- Nada - pauso - Qué no suelen verse en primavera? -

- Si, pero extrañamente llegó esta pequeñita aquí - sonríe ligeramente

La mariposa se va del lugar y nos movemos a donde estábamos arrastrándonos por el suelo.

- Tengo que irme a trabajar -

- Y yo a pedir esto - señala los libros - Fuiste de gran ayuda -

- Cuando lo necesites - me levanto y ofrezco mi mano para ayudarla

Siento su mano tocar la mía y al levantarse quedamos algo cerca con el silencio del lugar inundándonos. Si el tiempo se detuviera aquí jamás me cansaría de observarla, podría estar así todo el día y nunca agotarme o aburrirme.

- Vas a llegar tarde - dice cortando el silencio y alejándose

- Cierto, te acompaño a la salida -

Primero fue a pedir los libros y luego de pasar por la salida llegamos al exterior.

- Podemos vernos... - pienso que día tengo disponible - El miércoles? -

- miércoles?... - di que si di que si di que si di que si.... - Está bien -

- Si! , digo, de acuerdo - trato de ocultar la euforia

- Te veo el miércoles - sacude su mano acompañada de una dulce sonrisa mientras se aleja poco a poco

- Claro, el miércoles... -

Si así se siente la felicidad entonces no quiero dejar de sentirla, no quiero separarme nunca de ella, si pudiera vivir siempre a su lado todo sería diferente...

Siempre fuiste túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora