Me levanté hoy aún más temprano para llevar la cadena rota de oro a arreglar y llegar a tiempo a la casa de Jennie y acompañarla al hospital, lugar donde va cada fin de semana para su revisión semanal y sus terapias. Pero antes de poder ingresar al edificio ella ya venía saliendo encontrándome con su mirada, le sonrío y me acerco a ella pero pone una expresión de confusión y me detiene estirando su mano contra mi pecho.
- Qué haces aquí tan temprano? -
- Voy a acompañarte al hospital - suelta una risa sarcástica
- De ninguna manera - me pasa por al lado y sigue su camino pero la sigo por detrás
- Por qué? no quiero que vayas sola - se detiene y voltea a verme
- No pasa nada, siempre he ido sola, no voy a dejar que te involucres en esto también -
- Ya lo hiciste, y no voy a quedarme aquí, iré contigo, así también puedo adelantar algo de trabajo -
- Si piensas que me vas a convencer estás muy equivoca... - cubro su rostro con mis manos y le doy un beso para callarla, a ver si se le suaviza ese carácter.
- Bueno, cuál es el carro? - aceptando su derrota señala el otro lado de la calle donde hay un auto negro estacionado esperando por nosotras. Agarro todas sus pertenencias para que no cargue con nada y tomo su mano para irnos.
- Que quede claro que sigo sin estar de acuerdo - por qué siempre tiene que quedarse con la última palabra?
- Aja... - la ignoro y subimos al vehículo
- Buenos días señorita Jennie -
- Hola Arthur... - el conductor mayor dirige su mirada hacia mi a través de retrovisor de forma rara lo cual me incomoda un poco pero trato de pasarlo por alto - Arthur, ella es Lisa, hoy me va a acompañar -
- Mucho gusto - toma la punta de su gorra de chofer para presentarse y sonrío sin mostrar los dientes
A pesar de estar cada una en un extremo diferente mis ojos estaban completamente en ella, solo se mantiene pensativa observando por la ventana apoyada de su mano derecha contra el vidrio y juega con los dedos de su mano libre sobre su pierna levemente, qué estará pensando? luce impaciente.
Me acerco a ella y entrelazo mi mano con la suya, sus ojos se topan con los míos a una corta distancia y apoya su cabeza en mi hombro, sin decir una sola palabra durante el resto del recorrido.
Al llegar cargo con su bolso donde están sus pertenencias e ingresamos al lugar con olor a alcohol etílico. Todos los funcionarios saludan a Jennie como si la conocieran de toda la vida y esta les sonríe y les devuelve el saludo con amabilidad.
Nos dirigimos a una sala en específico en el tercer piso donde había una enfermera de tez morena y rondando sus sesenta aproximadamente esperando por nosotras, bueno, por Jennie.
- Cinco minutos tarde señorita -
- Perdón... - hace un puchero
- Usted es? - la enfermera se dirige a mi, tal vez pensando que soy alguien a parte
- Oh, ella es Lisa, viene a acompañarme hoy -
- Traes compañía? - dice la enfermera casi que incrédula
- Si - voltea hacia atrás para verme y nota mi incomodidad, por lo que se hace a mi lado y toma mi mano
- Bueno, empecemos - la enfermera busca una plantilla y se la da a Jennie para que la llene.
Después de eso nos dirigimos a los equipos especiales para sus terapias las cuales me causan curiosidad porque jamás las había visto.
- Me voy a cambiar - dice Jennie aún sosteniendo mi mano y asiento con una sonrisa
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Siempre fuiste tú
RomanceLisa, una fotógrafa y editora de New York, inconsciente de su ansiedad y déficit de atencion vive huyendo de lo caótico sin darse cuenta de sus problemas. Un día cualquiera como cualquier otro dentro de su rutina conoce a Jennie, una chica de la que...