Lo bueno de vivir cerca de la biblioteca es que no tengo que caminar mucho, de paso la vista es bonita... es lo único positivo que puedo sacar de la vida.
Últimamente he estado trabajando mucho para la próxima campaña que lanzará Hyori, igual no tengo más nada que hacer... lo único que se que ha valido la pena es en costear todos los procedimientos médicos de los niños del hospital que tienen lo mismo que yo, es lo que me hace pensar que tal vez no he sido tan miserable.
Tomo los libros para caminar a la biblioteca y regresarlos de una vez por todas, un día más y se arruina todo.
Una vez resuelto el problema aprovecho para buscar algo nuevo para leer durante esta semana. Normalmente me dedico a leer en el hospital porque nunca he podido dormir bien en ese lugar, así que mejor termino algún libro hasta conciliar el sueño.
Quizás deba leer algo clásico, casi todo lo que leo son poemarios franceses e historia... no puedo decidir si esta o...
Siento de reojo uno de los libros moverse y levanto la mirada para encontrarme con un espacio vacío y una chica del otro lado, sonrío cordialmente por reflejo y responde con retardo, mejor busco por otro lado.
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Solo hay un puesto desocupado al frente de la chica de hace un momento, debí llegar más temprano... pero puedo adelantar algo hoy.
No se porqué razón me siento algo incómoda, mejor dejo de leer y dibujo algo... ahg, lo que faltaba, se acabó la tinta del lapicero, será que la chica de al frente tiene uno?
- Disculpa, tienes un lapicero que me regales? el mío no escribe, parece que se le agotó la tinta -
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Son casi las diez y debo ir a casa antes de que Hyori llegue, genial
- Creo que.... pediré estos libros para leerlos en casa - recojo mis cosas - Bye - sonrío simpáticamente
Tengo que irme rápido, no recordaba que justo hoy ella iba a venir, si no me encuentra en casa empezará con su interrogatorio y quiero evitar conversaciones con su persona.
- Gracias - digo recibiendo los libros una vez sellados y los guardo para irme, Arthur debe estar esperándome, que tonta soy.
Salgo con prisa hasta ver el auto negro que me corresponde y a paso apresurado llego y abro la puerta
- Espera!!! - antes de entrar siento alguien agarrar mi mano lo cual me asusta pero al voltear me doy cuenta que es la misma chica de hace un rato, lo que minimiza levemente mi susto... pero la prisa del momento hizo que no cayera en cuenta de la cercanía que había - Cómo te llamas?.... - levanto la vista para apreciar su mirada profunda y agitada.
- Jennie... - me suelto suavemente para entrar al auto y arrancar a casa pero con una sensación confusa.
No se si fue la prisa o el susto, pero algo me movió el corazón de su lugar...
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Hay muy poca luz, mejor abro la cortina un poco para leer mejor y así poder.... espera, esa no es la misma chica de ayer? necesito mis lentes para ver mejor.
Efectivamente si lo es, que raro, nunca la había visto antes teniendo en cuenta que frecuento mucho la biblioteca, cómo se llamará?
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Van cinco días seguidos que se acerca a la biblioteca, no se porqué llevo la cuenta de los días, no es como si me sentara todos los días frente a la ventana a leer y dibujar solo para esperarla verla llegar o mucho menos espiarla, solo... me gusta la vista.
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Siempre fuiste tú
RomanceLisa, una fotógrafa y editora de New York, inconsciente de su ansiedad y déficit de atencion vive huyendo de lo caótico sin darse cuenta de sus problemas. Un día cualquiera como cualquier otro dentro de su rutina conoce a Jennie, una chica de la que...
