Capítulo 27

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En estos últimos días la percepción que tenía sobre mi vida ha variado, no he llegado a una conclusión concreta, pero me he dado cuenta de que nunca he tenido un propósito, o nunca lo he sentido de esa forma. Siempre he creído que soy igual de insignificante que el resto del mundo, pero el viernes Jennie me hizo pensar muchas cosas. Ayer ni siquiera pude dormir mientras pasaba por mi cabeza que soy yo quien le pone valor a mi existencia, ¿es por eso es que nunca he salido de la cotidianidad?

Dejo de observar la banca abandonada a través de la cámara y miro a mi alrededor, a horas tempranas todo por aquí es tan solitario... aprovecho para tomar una foto del amanecer, esta definitivamente será subida al blog de hoy. Conservo la posición agachada y bajo la cámara para quedarme viendo al frente sin un punto fijo.... por supuesto que iré con ella.

Me levanto y tomo un nuevo rumbo a la biblioteca estatal. Puede que a simple vista los días solo parezcan eso, días; pero cualquier día a su lado sobrepasa toda barrera de lo ordinario, nunca quieres que se termine. Paso por el café Roma antes de llegar para comprar tres panes de durazno, la verdad es que nunca los he probado, pero al parecer a ella le encanta.

Me acerco a la biblioteca y entro. Según mis estadísticas he encontrado más a Jennie por la zona de lectura al lado de la ventana que en cualquier otro lugar, pero extrañamente no está ahí, así que sigo buscando en otras partes hasta encontrarla en el working haciendo no se qué en una Tablet, siempre es un misterio. Lleva audífonos y sus lentes puestos como de costumbre; tomo asiento en la mesa de trabajo que está ubicada detrás de ella, quedando cara a cara con nuestras espaldas.

- Pst - no se da cuenta a la primera - Pst Pst - se quita un aúdifono y gira su cabeza dándose cuenta que soy yo - Me dijeron que le entregara este paquete a la señorita de ojos bonitos - evito el contacto visual y le entrego uno de los panes de durazo de espalda y disimuladamente como si fuera contrabando - Pero nadie se puede enterar porque este es un lugar prohibido para traer este tipo de cosas - suelta una pequeña risa y la escucho abrir la bolsa acompañada de una bajita reacción de asombro

- Paquete recibido - se gira mientras conserva una hermosa sonrisa con sus labios

- Tengo dos paquetes más, pero ya tengo que irme - me levanto de la silla y me jala la manga del suéter tiernamente haciéndome caer en el pozo de su mirada de cristal

- Eh.. yo quiero - se queja haciendo un puchero con su boca

- No te has comido ni el primero -

- Y eso qué - me jala más cerca de ella hasta hacerme sentar a su lado y la observo a los ojos a una corta distancia

- De ninguna forma voy a dejar que te salgas con la... - de repente me deja un beso fugaz en la mejilla logrando que se me subiera la sangre al rostro y grago grueso - Solo por esta vez te la paso - le entrego los otros dos panes y sonríe al recibirlos, guarda dos en su bolso y deja uno afuera para comérselo de manera discreta - Tus cachetes son como los pancitos - aprieto una de sus mejillas y efectivamente son igual de suavecitas - Qué estas haciendo? - sigue mi vista hasta la tablet y la agarra

- Solo trabajaba en algunos diseños para el lugar donde se realizará el desfile de invierno para una marca el proximo año -

- A ver - me muestra algunos de sus dibujos - Ese me gusta -

- Es mi opción más fuerte -

- Tiene sentido -

- También está este -

- Oh, ese me gusta más -

- Hay que tener en cuenta muchos aspectos, pero hasta ahora esas son mis ideas -

- Dónde aprendiste a dibujar? -

- Siempre lo he hecho, no tengo un recuerdo exacto, así que Hyori me puso a estudiar algo relacionado y funcional con eso para que pudiera trabajar con ella -

- Tu mamá es agradable -

- Eso dicen todos - procede a hacer retoques en sus dibujo

- Cuando la conocí habló mucho de ti, se nota que te quiere -

- Mjum - se limita a decir mientras sigue en lo suyo

- Ojalá mis padres pudieran estar aquí, les hubieras caído muy bien -

- Se murieron? - esta imprudente

- Qué te pasa?! están en Tailandia, la otra vez la de la videollamada era mi mamá -

- Ah cierto - se ríe - Es que no me acordaba - le da un ataque de risa silencioso corto para no llamar la atención y tose un poco

- Le prometí a mi mamá que pasaría año nuevo con ellos, pero por como van las cosas lo veo algo difícil, aún tengo muchas cosas que hacer aquí -

- Y por qué se fueron? - continua dibujando

- Mi papá enfermó y se fueron a Tailandia para recibir ayuda de la familia, no quisieron que me fuera con ellos porque justamente me acababan de dar una beca en la universidad, y pues quedé yo sola en New York, hasta que conocí a Roseanne -

- Y cómo pasas esos días sin ellos? - empiezo a jugar con un lapiz que estaba en la mesa

- En los días festivos suelo ir con Roseanne a casa de sus padres, aunque este año irá a Australia con el resto de su familia - me detengo y dejo caer el lápiz sobre la mesa - Y tu? -

- Yo qué? - también se detiene

- Cómo pasas tus días de fiestas familiares? -

- Solo tengo a Hyori, bueno, ni siquiera eso, pero tampoco es lo suficiente para llamar una reunión "familiar" - dice mientras sigue en lo suyo

- La familia puede estar conformada como sea, con tal de que te sientas en casa - para de dibujar por unos segundos y después continua

- Hyori se va a París, yo me quedo, a veces Jisoo me arrastra con su familia, pero normalmente solo son días normales para mi -

- Entonces te quedas sola? -

- En resumen - guardo silencio tratando de comprenderla, pero no lo logro

- Cómo conoces a Jisoo? -

- Es una larga historia, pero hasta ahora es la persona menos irritante que he conocido, además que es inteligente, siempre tiene algo útil para decir, es una buena amiga -

- Eso no responde mi pregunta -

- Muy curiosa tu - deja todo a un lado

- Solo quiero saber algo de ti -

- Más? -

- Por lo menos hasta comprenderte -

- Buen intento, pero eso es imposible -

- Por qué? -

- Dije que ya no más preguntas -

- No me voy a callar -

- No dije que te callaras -

- Entonces dime porqué evitas hablar sobre ti -

- No lo evito -

- Claro que si -

- Claro que no -

- Lo estás haciendo ahora mismo -

- Qué - logro confundirla y se nota en su expresión, miro la hora y ya se me hace tarde para llegar a la empresa

- Tengo que irme a trabajar, te veo luego - aprovecho su estado indefenso y distraído para robarle un beso en los labios rápidamente y salir casi que corriendo del lugar

- HEY! - la escucho por detrás pero se calla enseguida, lo bueno de estar en la biblioteca es que no me puede gritar

Hoy fui yo quien se salió con la suya.

Siempre fuiste túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora