Peligroso Deseo [Completa] +18

Capitulo 32

Olivia Anderson

El cansancio me ganó.

El llanto también lo hizo.

La fe se perdió completamente en mí.

La droga que me habían inyectado en estas semanas también ganó en mí.

Me siento sola, me siento vacia y sin vida.

Les contaré de mis días... días que por la cual sufro muchísimo. Me levantan sacudiéndome y no como una persona normal, me dan la maldita droga y quedó dormida nuevamente, eso es lo que pasa cada día, aunque semana tras semana me dan la maldita inyección. Después de eso viene la señora que me baña le pregunto en qué mes estamos, día o semanas y hoy me enteré que estamos en la última semana del mes de... sinceramente no me acuerdo nada, solo se que estamos en la última semana.

-El mes que viene no va a ser el mismo, Reina - miro a Fillipp - y no va ser mejor, va ser peor - lloro, es lo único que sabía hacer

Aún así estaba seca de llorar, siempre la pasaba igual, imaginando cosas que no son, agarrándome del pelo nerviosa, tratando de no hacer alguna que otra locura y desaparecer de este desgraciada mundo.

-Antes que me digas algo, porque hablas muchísimo - habla en sarcasmo - te voy a dar una oportunidad para una llamada - lo miro. mis emociones se aceleran de golpe - tus padres tiene que saber que estás bien, de viaje con tus amigos o tu novio.

Asiento

Me pasa el celular y me lo apoya en lo oreja, primer tono, segundo tono y tercer.....

-Hola, pequeña

-Papá- susurro

-Mi niña, ¿cómo andas?

-Bien - miro a Fillipp - estoy de viaje, perdon por no llamarte

-No pasa nada, ¿Viaje de trabajo o de vacaciones?

-Trabajo, papá

-Mi niña, te extrañamos muchísimo

-Y yo a ustedes - Fillipp me hacía señas de que ya iba acortar la llamada- papá los amo muchísimo, hablamos después, chau los quiero - fin de la llamada

-Listo - sonríe - te vamos a dar otra droga necesito de mis necesidades

Otra vez no....

SEGUNDO DIA DE LA ÚLTIMA SEMANA

Necesitaba un año de vacaciones y descanso para mí sola.

Otro día y ya era de noche. Lo único relevante es que me sacaron al jardín de la gran mansión. Me acuerdo que el sol me dio en plena cara, el viento dándole vida a mí pelo con movimientos, era hermoso pero todo se acabó cuando volvimos a entrar a la casa.  De hecho, la estuve viendo por fuera y los alrededores, pero no encontraba salidas o escapatoria. Todo estaba lleno de guardias.