Peligroso Deseo [Completa] +18

Capitulo 15

Olivia Anderson

El viaje hasta el restaurante estuvo intenso por mí parte, él no decía nada, pero si sentía sus miradas por mí cuerpo o como apretaba sus manos en el volante.

Soy bastante observadora cuando quiero

Bajamos del coche deportivo y nos dirigimos hacía el restaurante, pasamos gracias a Max que reservó y el señor nos llevo hacía el lugar correspondiente, allí se veía todo la playa porque si, estábamos frente a ella en un restaurante, hermoso lugar.

Era decorativo con cosas blancas y delicadas mientras que las luces iluminaban muy bien cada sitio, todos eran muy educados por lo que veía y eso me encantó del lugar.

-¿A qué se debe esto? - señalé

-Aunque sea solo sexo quiero conocerte más -  hizo una mini sonrisa sin dientes

-Bien, pregunté

-De apoco Anderson

Viene el camarero con una sonrisa dándonos la carta, rato después pedimos la comida y estuvimos callados. Él no saca tema de conversación y mientras yo estaba nerviosa porque el incómodo silencio entre nosotros.

-¿Tu padre y tu no se llevan bien, no?

-No te incumbe Anderson

Chico de pocas palabras, lo que faltaba

»-¿Te gusta la playa? - señalo esa misma por el vidrio

-Si, cuando era chica iba a cada...

-No pregunte eso - me interrumpe. Ya tengo ganas de tirarle algo por la cabeza

Traen la comida y comenzamos a cenar

-¿Siempre tan frío?

-Si, ¿Algún problema?

-Asi nadie te va querer o amar - contesto en susurro

-Es mí problemas eso chiquilla

-No me digas así - lo señalé - Y... ¿porque sos tan frío?- lo miro mientras que doy una mordida a mí pasta

-Siempre tienes que estar recto así nadie sabe lo que siente por dentro, Olivia

Suena tan bien mí nombre en sus labios

-Wow, ¿sos filósofo?

Carcajea por lo bajo

-Que estupidez - murmura

Mientras que comía lo miraba y él hacía lo mismo conmigo, mí cuerpo empezó a reaccionar a sus miradas y yo como provocadora comence a sacarme los tacones para seguir con mí mini misión que había imaginado solo en unos segundos

Mí pie tocó su rodilla, él me miró al instante - gracias al cielo el mantel de la mesa era largo -, mí pie subió levemente hacía su entrepierna, le sonrío con inocencia mientras que sentía que su respiración se volvía más complicada.

-Olivia - dice en desesperación

-¿Qué pasa? - seguí con mí inocencia

-No me provoques porque no voy a justificar lo que está por pasar

-¿Y que está por pasar? - seguí provocandolo con el pie en su bulto

-Joder - susurra para nosotros dos - basta - dice y yo niego - No voy a detenerme en cuanto te toque. Deja de provocar

-¿Y que quiere hacerme?

-Abrirte de piernas y follarte hasta que explotes y te deje cansada sin poder caminar por una semana