Prólogo

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La muerte algo que no se  puede descifrar o evitar, solo sucede, como evitar algo que ya está escrito, como cambiar el destino,  si al final todo pasa por algo ¿O no?.

—señorita Romano esta escuchando— dijo el policía un poco cansado al ver que no respondía sus preguntas y me perdía en mis pensamientos.

—no— respondí sin dudar, estaba cansada de tantas preguntas sin sentido —puede repetirlo, por favor—

El policía suspiró lo pensó un momento y volvió a hablar.

—¿por qué siempre que alguien muere está usted presente?¿No se cansa de ver a gente sufriendo y muriendo?— dijo el algo cansado y estresado.

—le respondere a eso, sí usted me responde algo— lo ví dudar un momento pero aceptó —¿usted qué piensa de la muerte?—

Vi su sopresa, no esperaba esa pregunta y me lo imaginé no es algo que cualquiera pregunta, lo pensó unos segundos que parecieron eternos.

—algo cruel, nisiquiera tiene una forma física, solo es algo que no se evita y se lleva todo ser con vida— dijo el algo serio, esperando mi respuesta.

—que normal que diga eso si tuviera una moneda por las veces que he escuchado eso fuera millonaria— dije con una sonrisa divertida, una que no pude evitar hacer  —¿pero que hace si le digo que está equivocado?— me miró curioso y con algo de miedo, eso hizo que sonriera más y seguí hablando. —la muerte si tiene una forma física señor oficial, es más que crueldad o destino, la muerte sabe quién se tiene que llevar y cuando llevárselo y se presentan algunos síntomas antes de morir, de los cuales pocas personas se dan cuenta, la muerte es más de lo que las personas piensan oficial—

me miró confunso y vi como su cara hacía una mueca de duda.

—¿Y usted qué sabe de eso señorita Romano?— mi mirada se clavo en un punto específico de esa habitación, una esquina algo oscura donde pude observar un ser más alto que yo o que el oficial, cubierto por una enorme capa de humo negro, con una calavera de ciervo tapando la mitad de su rostro dejando ver solo la boca, en ese momento el oficial tembló un poco sabía el porque, ese ente siempre que aparecía causaba frío la razón por la que siempre llevaba un suéter puesto, así hiciera bastante calor.

—¿puede responder señorita Romano?— dijo el oficial sacándome de mis pensamientos.

Al alejar mi mirada de ese ente no pude evitar ver como sonreía, al ver mi cara de indiferencia.

—porque yo señor oficial, he sido la persona la cual a visto morir a más gente que cualquiera desde que tengo memoria, porque yo oficial soy "la amiga de la muerte"—

La Amiga de la muerte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora