Estábamos Alex y yo desayunando en la sala, buscando que ver en la TV pero nada era lo suficientemente llamativo como para entretenernos, Alex cambiaba canales intentando encontrar alguna película hasta que apareció el canal de noticias.
—¿Por qué no lo cambias? —dije confundida.
—Eso es a una calle de aquí —me respondió.
Presté más atención a la noticia y tenía razón, decía que hubo un asesinato a una calle de aquí, habían muerto una niña y su madre en la entrada dónde vivían, Alex y yo abrimos los ojos como platos.
No tardamos en darnos cuenta que la descripción de la muerte de aquellas personas, eran como la muerte de los adolescentes el día que nos escondimos en la casa abandonada, me quedé pensando un poco todo; no era la primera vez que decían que hubo un asesinato por esta parte del pueblo.
—Es el tercero en la semana —Alex suspiró con tristeza.
—¿Crees que sea el asesino de aquella vez? —intenté no mirarlo a los ojos.
—Lo más probable, ¿qué tan loca tiene que estar una persona para hacer esas atrocidades? —recostó su cabeza en mi hombro.
—Me pregunto lo mismo —empecé a jugar con su cabello para que se calmara.
Ya no era seguro salir tan tarde o estar solo, me sorprendía de que el asesino siempre estaba por estos lados y matando, muchas veces me encontraba con La Muerte y este me decía de repente que me escondiera; entonces, una persona moría al frente de mi o cerca, a manos de aquel hombre, terminaba llamando a los policías antes del asesinato pero siempre llegaban tarde.
—Me siento mal por las familias de esas personas —expresó con tristeza Alex.
Siempre se preocupaba por todos sin necesidad de conocerlos era algo tierno, pero se deprimía fácilmente por cualquier daño provocado a esas personas.
—Es inevitable no sentirse así, nos da miedo que a alguna de las personas que queremos le pase algo, sentimos empatía por ellos ya que tenemos el miedo de sentir algo así —Alex levanto la cabeza y me abrazó.
—Espero que no te pase nada fantasmita —le respondí el abrazo.
—Te digo lo mismo.
Al terminar de decir eso escuchamos que tocaban la puerta, estaba algo impresionada ya que no esperábamos a nadie, me levanté y al abrirla vi a dos policías al frente de esta, analizándome.
—¿Usted es Alessia Romano? —preguntó el policía que tenía el cabello de color castaño oscuro.
—Sí, oficial, ¿algún problema? —hablé con tranquilidad.
—Queremos hacerle unas preguntas, ¿nos acompaña? —Alex se acercó a nosotros algo curioso.
—Es que tengo visitas, ¿pueden hacerlas aquí? —pregunté para evitar ir a la comisaría, no era un lugar que me agradará.
—¿No le preocupa que su acompañante las escuché? —habló el otro policía.
—La verdad no me preocupa, no creo que sea algo malo —los policías aceptaron.
Alex y yo les dimos espacio para que pasaran, recogí algunos platos que se encontraban en la sala, les dije que se sentaran para luego ofrecerles agua, estos se negaron y fui a la cocina a dejar los platos, al regresar me senté en el mueble al lado de Alex y les dije que podían preguntar.
—Varios testigos la han ubicado en varios escenarios de asesinatos por estos lugares —Alex se sorprendió un poco por lo que dijeron, fueron muy directos con lo que querían saber.
—Sé muy bien eso, oficial, varios de esos asesinatos ocurrieron mientras yo estaba haciendo algunos recados o estaba caminando por esos lugares —los policías tardaron un poco en hacer una pregunta.
—¿Entonces confirma que puede ser una posible sospechosa? —esta vez era yo la sorprendida.
—No creo que entre en su lista de sospechosos, solo estuve en lugares equivocados a las horas equivocadas.
—Aceptaríamos eso si fuera una o dos veces, pero, señorita Romano, han sido varias veces; en un 80% de esos asesinatos ha estado usted por esos lugares, tiene que entender que la contemos como sospechosa —habló el oficial, mientras me daba una sonrisa falsa.
—También les recuerdo que muchas de esas veces he sido yo quien los llama diciendo que van a matar a alguien, que estaba escondida en un lugar y llegan tarde, cuando ya el asesino no está y la víctima no tiene salvación —le comenté algo molesta.
—Por eso es una posible sospechosa, señorita, usted misma lo dijo; está en cada lugar a la hora exacta del asesinato, nos llama y la víctima no tiene salvación. —hice una mueca de desagrado.
—El asesino siempre hace lo mismo y deja los mismos detalles, estamos ya hablando de un asesino serial que lleva años haciendo lo mismo por estos lugares, ahora lo hace con más recurrencia y vienen a sospechar de una persona ¿que solo pasaba por esos lugares? —reclamé molesta—. Les recuerdo que el mismo asesino mató a mis padres y a mi hermano, ¿cómo yo termino siendo una posible sospechosa en este caso?
Los policías no dijeron nada al respecto, solo me miraron buscando algun rastro de mentira o algún tipo de nervios.
—Sabemos que es algo molesto, señorita, pero los testigos la ubican en esos lugares y sus llamadas lo confirman —hice una mueca de enojo.
—Nosotros hemos visto al asesino con nuestros propios ojos, oficiales, y creo que para la gravedad de sus actos una mujer no es capaz de ejercer tanta fuerza para los horrores que se han visto en aquellas víctimas —dijo Alex defendiéndome.
—¿Usted qué sabe de eso? —le replicó el oficial de cabello castaño a Alex.
—Porque me acuerdo muy bien que en el asesinato de dos adolescentes nosotros fuimos los únicos testigos escondidos en una casa —los policías pusieron sus ojos como platos, parece que no se acordaban de eso.
—Entendemos el desagrado pero no podemos evitar dudar, por favor si no tiene problemas señorita, ayúdenos con este caso, no podemos evitar no tenerla como posible sospechosa, pero si colabora con nosotros entenderemos que usted no cometió esos crímenes —los policías se levantaron para retirarse, a lo que yo hice lo mismo.
—Está bien, colaboraré con ustedes —hablé molesta, les abrí la puerta y ellos se fueron sin decir nada más.
Cerré la puerta y Alex se encontraba en el sofá pensativo, me acerqué y arrecosté mi cabeza en su hombro, estábamos en un silencio que se volvió algo incómodo.
—¿Por qué estabas en esos lugares? —me preguntó Alex algo confundido.
—Solo pasaba por esos lugares —levanté la cabeza de su hombro y lo miré.
—Es raro que las personas mueran donde estás tú —me puse un poco nerviosa y él lo notó—. Quiero creer que no eres cómplice de ese tipo o tienes algo que ver con eso, pero por favor, dime.
—No soy cómplice de él y entiendo lo confundido que estés de que siempre muere alguien a mi lado —se me estaban saliendo las lágrimas, no era algo que me gustara, pero no podía hacer nada.
—¿Entonces acaso eres La Muerte y todo lo que está a tu alrededor muere? —hablo con ironía y yo solo palidecí, él se dio cuenta e hizo una expresión de confusión, decidí contarle.
—Lo que te contaré es algo que solo tú decidirás si lo creerás o no, pero quiero que entiendas que por más loco que parezca no te miento —él solo asintió con la cabeza.
—Sabes que voy a creer en lo que sea que digas, fantasmita —habló dándome algo de tranquilidad.
—Soy capaz de ver a La Muerte y esta me sigue a todos lados —Alex abrió los ojos como platos.
"Genial, no me va a creer".
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La Amiga de la muerte
Mystery / Thriller"Alessia Romano, una adolescente con ascendencia italiana la cual posee un don, esto le provoca problemas en toda su vida tanto que todo cuelga del hilo de una pregunta ¿Le temes a morir o a lo que puedes ver al hacerlo?, Ya que dicho don es el de v...