Capítulo 22

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Llevábamos una hora en el carro, Ellie no resistió y se durmió, Alex hablaba con Benjamin de cosas que yo no entendía, me cansé de intentar entender qué decían y le presté más atención a la música.

Boy like me - New Medicine.

Me reí un poco al recordar la primera vez que la escuche.

Flashback:

Un sonido fuerte hizo que despertara de golpe, al instante entendí quién era y fui de inmediato donde Erick a reclamarle, al estar enfrente de su puerta toqué desesperada.

      —Erick , ¿¡es en serio!? —protesté apenas abrió la puerta.

      —hola, hermanita linda, ¿qué necesitas? —dijo calmado, como si nada pasara.

      —que le bajes el maldito volumen a tu música —bajé mi tono de voz, pero seguía molesta con Erick por despertarme a las 7 de la mañana un domingo.

      —mmm... No quiero —me dio una sonrisa falsa y procedió a cerrar la puerta.

      —oh no...  ¡ESTA VEZ NO HARÁS LO QUE QUIERAS! —empujé la puerta para abrirla y pasé al cuarto de Erick.

Todo su cuarto tenía una luz morada y se encontraba todo ordenado, vi su guitarra eléctrica conectada a un amplificador y entonces entendí.

      —Erick...—dije intentando aguantar la ira—. No pensabas tocar la guitarra ahorita  ¿o sí? —volteé a verlo dándole una sonrisa de pocos amigos.

      —pequeña, ¿sabes que yo te quiero, verdad? —tartamudeo algo asustado.

      —ningún "te quiero" Adriano —Erick me vio sorprendido; no lo llamaba mucho por su segundo nombre, solo cuando estaba realmente molesta.

      —se supone que yo soy el mayor —exclamó fingiendo que le caía una lágrima en la cara.

      —pues si te comportas como un niño, tengo que tratarte como a uno —le respondo molesta—, ahora dime, ¿ibas o no a utilizar tu guitarra a esta hora de la mañana? —Erick intentó ver a otro lado buscando cómo responderme.

      —sí, iba a utilizarla ahorita —vi cómo suspiró antes de gritarle—. Pero es porque aprendí a tocar una nueva canción y de verdad quiero intentarlo —le torcí los ojos y me senté en la cama.

      —quiero escuchar —vi cómo en sus ojos se encontraba un brillo de alegría, le bajó un poco de volumen al amplificador y puso una pista.

Siempre practicaba canciones que le gustaban, no era raro escucharlo encerrado en su cuarto tocando su guitarra, hace 2 años me enseñó a tocar una guitarra acústica la cual me regaló y lleva medio año enseñándome a tocar la eléctrica, pero es su tesoro más preciado y no quiere que la toque o la utilice mucho. 

Al terminar de tocar la canción le pregunté cuál era, Erick se hizo el indignado y la empezó a buscar en su computadora, al encontrarla la reprodujo para que la pudiera escuchar.

Me pareció linda la canción, se trataba de un chico que pensaba que el amor que tenía hacia una chica nunca sería correspondido, ya que él decía que ella jamás amaría un chico como él, vi que Erick puso una expresión triste al escucharla.

      —es muy linda, me gusta pero...—se me quedó viendo confundido—. Esa chica jamás sabrá lo que sientes si no se lo dices —Erick amplió los ojos, sorprendido por lo que dije.

      —¿cómo sabes? —preguntó mientras se acostaba en su cama derrotado.

      —te conozco, Erick; tú eliges canciones dependiendo de qué sentimientos te transmiten y sí sientes lo mismo que esa persona, a parte cuando pusiste la canción te deprimiste —Erick puso sus manos en su cara, apenado.

      —es una chica de la universidad, estudia lo mismo que yo y la veo muy seguido en las clases pero no sé cómo decirle lo que siento —me acosté a su lado viendo el techo.

      —"todas las historias de amor siempre comienzan con un hola" —lo volteé a ver y este veía el techo—. No creo que la tuya sea diferente, hermanito —me levanté y salí de su cuarto.

      
Fin del flashback.

      —¿Alessia? —me sacó Ellie de mis pensamientos—. ¿Estas bien? —sacudí un poco la cabeza y hablé.

     —sí, solo me perdí en mis pensamientos —Benjamin volteo a verme y entendió que había tenido un recuerdo de Erick.

Me sentía un poco perdida y triste, este es el día en el que más lo extraño, me puse a hablar un poco con Ellie para olvidarme de todo y así poder quitarme la tristeza, hasta que...

     —bueno, señoritas, vamos a detenernos a comprar golosinas. ¿Quieren algo en especificó? —habló Alex haciendo que Ellie lo mirara feliz, como si le dijeran las mejores noticias del mundo.

     —Alessia, ¿podemos ir con ellos? —dijo Ellie algo emocionada y ansiosa—. Quiero ver qué dulces hay —la vi por un momento y acepté.

Los chicos, Ellie y yo entramos a la tienda de golosinas que se encontraba al frente de nosotros, vi cómo Benjamin le susurró unas cosas a Alex y se fue con Ellie a revisar los pasillos de la tienda, Alex se acercó a mí y me dijo que lo acompañara, estábamos en pasillos diferente a los de Ellie y Benjamin.

     —¿Que te gustaría comprar? —preguntó Alex mientras veía unos paquetes de gomitas.

     —me gustan mucho las galletas —dije mientras le daba una bolsa de galletas de chocolate.

     —a mí me gustan las gomitas —agarró 5 paquetes de gomitas.

     —¿no crees que son muchas? —pregunté mientras veía que Alex metía las 5 bolsas de gomitas en la cesta de compras.

     —tu deberías de meter más galletas, se acabarán muy rápido —me respondió, fui y agarré otros paquetes de varios sabores.

     —bien, esa es mi niña. Haciendo caso como se debe —me reí un poco por el comentario de Alex.

     —¿y quién va a pagar? —Alex me dio una sonrisa torcida y metió unos chocolates a la cesta.

     —Benjamin —dijo sin dudar y me señaló que agarrara unos yogurts y unos jugos para tomar, le torcí los ojos y me reí.

Cuando vimos a Benjamin y Ellie, tenían una cesta llena de papitas y refrescos.

      —wow, compraron mucho —dije impresionada.

      —sííííí, Benja me compró mis papas favoritas —dijo Ellie, mostrándome las papitas.

      —menos mal pagarás tú, Benja —lo miró Alex algo burlón.

      —ruego para que no sea tan caro —fuimos a la caja registradora y después de que Benjamin fingiera un paro al corazón por la cantidad de dinero que gastó, seguimos el camino a la playa.

Me reí un poco al recordar cuando Erick compraba las golosinas que Liana, Benja y yo le pedíamos.

"Al final, Erick, sí tuviste tu historia de amor".

La Amiga de la muerte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora