Hay momentos en los que siento que nada está bien, hay días que despierto con ganas de desaparecer, hace una semana era fácil hacer eso; nadie me conocía, nadie sabía quién era, pero ahora...
—¡buenos dias!— exclamó Alex muy alegre en mi puerta.
—no iré —fui directa, Alex al intentar analizarme más, me vio de arriba abajo; me imagino que noto que seguía en pijamada y despelucada.
"Tampoco es que me peine todo el tiempo".
—nada de no ir, tenemos que presentar el trabajo de la cascarrabias —me agarró de los hombros me dió media vuelta y me empujó—. ¿Dónde queda tu cuarto? Es hora de que te arregles —me obligó a subir las escaleras y después de adivinar encontró mi cuarto.
Alex abrió mi armario y saco un top blanco, una chaqueta de cuero, un jean de cuero y unas botas negras "las que acostumbraba a utilizar", lo ví, confundida.
—¿por qué me tengo que poner eso?— me dio una sonrisa algo burlona.
—te verías muy bien con esto, quien sabe a lo mejor te llueven pretendientes —se rió un poco, me lanzó la ropa y salió del cuarto para que me la colocara.
Después de colocarme la me veía como una motociclista o chica "ruda", me dio algo de risa, pero nada cambiaba lo rara que me sentía el jean de cuero me apretaba haciendo que resaltará mi cintura y el topo blanco también era pegado. Fue algo difícil verme de esa forma, siempre tendía a tapar mi cuerpo y lo hice tanto que ya no me acordaba como era, Alex tocó la puerta del cuarto y después de un pasa, se quedó paralizado.
—me siento rara, es primera vez que expongo mi cuerpo después de 3 años —Alex no hablaba,solo me miraba y un pequeño sonrojó se notó en sus cachetes.
—te vez hermosa, Les —me dio una sonrisa amable y feliz, se la regresé, sintiéndome alegré.
—bueno, vámonos —dije agarrando mi bolso y una carpeta con el trabajo de literatura.
—no, no, no —Alex se puso al frente de mi y me detuvo—. Falta peinarte y maquillarte —le di una falsa sonrisa que se terminó convirtiendo en una mueca.
—ni lo pienses —me dio una sonrisa torcida.
—pues adivina, ya lo pensé y lo idealicé, así que te peinarás y maquillarás. Fin —me sentó obligada en una silla y me empezó a peinar, me amarró una cola de caballo y revolvió entre un cajón donde encontró un lápiz de ojo negro, un labial rojo y rubor.
—¿Sabes maquillar? —me dio una sonrisa pícara.
—pues lo comprobaremos ahorita —intenté levantarme de la silla, pero cuando Alex me lanzó una mirada de que me mataría me quedé tranquila.
Después de un rato Alex terminó y después de festejar que es el mejor, me vi en el espejo y no parecía yo. El maquillaje, la ropa y la cola de caballo me hacían ver diferente.
—me veo...—Alex me interrumpió.
—...preciosa —me dio una mirada amable.
—gracias Alex, eres increíble —lo abracé y noté su sorpresa cuando lo hice, nunca lo había abrazado, siempre era él el que me abrazaba, pero quería hacerlo porque de verdad estaba feliz.
—bu-bueno mejor nos vamos o llegaremos tarde —subí la mirada; estaba rojo y nervioso, me dio algo de risa. Para molestarlo le di un beso en el cachete.
—el último en llegar paga el almuerzo —agarré mis cosas y salí corriendo.
Después de Alex y yo correr por toda la calle hasta llegar a la escuela "y ganarle", me paralicé en la entrada, tenía miedo de pasar y que la gente me viera, Alex notó eso y puso una mano en mi hombro.
—te ves hermosa, no te preocupes de los demás, sea como sea siempre te has visto preciosa — dijo Alex dándome fuerza.
Entramos y unas que otras personas empezaron a murmurar, otras se me quedaban viendo y algunas saludaban a Alex algo sorprendidas, unos chicos se acercaron a Alex.
—hola hermano,tiempo sin verte —dijo un chico pelirrojo con pecas.
—yo también te extrañé, Lukas —se dieron un apretón de mano.
—entonces, ¿que hacías en los días que no viniste idiota? —respondió un pelinegro con una expresión seria.
—hola Martin, sé que estabas triste sin mi existencia —el pelirrojo se río un poco para después hablar.
—todos los días pregunto por ti, para mí que le gustas al sin corazón —los tres chicos se rieron.
El pelirrojo me sonrió para después sonrojarse, le tocó el hombro al pelinegro que creo que su nombre era Martin y me miró de arriba abajo curioso, Alex notó eso y su expresión se volvió muy seria.
—ella es mi amiga Alessia, es mi pareja en literatura —puso una mano en mi hombro y la apretó un poco.
—mucho gusto conocerlos —les di un leve saludo con la mano.
—el gusto es mío, preciosa —dijo el pelirrojo agarrándome la mano para darle un beso a está—, soy Luka, pero puedes decirme el amor de tu vida —Alex tosió un poco y el pelinegro le dio un toque en la cabeza.
—soy Martin, es un gusto conocerte —me extendió la mano y yo la tomé con gusto—. Si no me equivoco eres Alessia Romano, ¿no? —asentí con la cabeza—. Te vez muy diferente de siempre, pero me gusta ese cambio; aunque antes también te veías muy linda —anunció Martin, sonrojándose un poco.
Alex estaba enojado y le pasó por un lado a los dos chicos para irse, los muchachos no le prestaron atención y decidí seguirlo.
—lo siento, pero voy a buscar a Alex —les dije amablemente.
—nooo, quédate con nosotros, linda —anunció Lukas.
—déjala, Lukas. Tranquila, hablamos después —se despidió Martin.
Intenté ver a dónde se dirigía Alex pero de un momento a otro desapareció de mi vista, estaba algo confundida y no entendía que pasaba, hasta que una idea llegó a mi cabeza.
"¿Estaba celoso?"
ESTÁS LEYENDO
La Amiga de la muerte
Mystery / Thriller"Alessia Romano, una adolescente con ascendencia italiana la cual posee un don, esto le provoca problemas en toda su vida tanto que todo cuelga del hilo de una pregunta ¿Le temes a morir o a lo que puedes ver al hacerlo?, Ya que dicho don es el de v...