Capitulo 18

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A veces cuando una persona desea tanto algo se da cuenta de que el mundo actúa en su contra para no poder obtenerlo, las cosas que siempre quise normalmente me fueron arrebatadas de mis manos y este momento fue una mala jugada del universo.

Estaba a punto de besar a Alex, cuando mi teléfono comenzó a sonar y este se separó.

—mejor respondes, debe de ser importante —acepté con la cabeza y saque mi teléfono con rabia, el nombre de Liana estaba brillando en  la pantalla.

—lo siento, dame un momento —me alejé un poco y respondí—. ¿Qué quieres? —le dije de mala gana.

"Hey, no me hables así, yo no hice nada" —dijo, dramática.

—interrumpis te algo importante, Li —anuncié, seria.

"ooh; me cuentas después, cariño" —me reí un poco por su tono—. "Bueno, mira; sigo en el hospital, se me olvidó entregarte algo y las enfermeras me contaron que andabas por aquí todavía. ¿Puedes venir a buscarlo?" —voltee a donde estaba Alex y dio una sonrisa a la cual le respondí de la misma forma.

—dale, voy en 5 —le colgué y me acerqué a Alex.

—y... ¿quién fue el que interrumpió nuestro baile?— le di una sonrisa y vi la ciudad.

—¿Me quieres acompañar a buscar algo? —él agarró mi mentón y se acercó a mi hasta estar sintiendo mi respiración chocar con la suya.

—a donde sea, fantasmita —me besó en el cachete y empezó a caminar.

"Este idiota me hizo bajar la guardia".

Bajamos por el ascensor y mientras veía lo pálido que Alex se colocaba cuando estábamos adentro de este, me hizo reír y burlarme un poco de él. Después de llegar buscamos a Lía y cuando nos vio se acercó a nosotros con su deslumbrante sonrisa.

—bueno, pero miren a quien tenemos aquí. Hola, Sr. Romano —Alex se puso algo nervioso y evitó hablar.

—hola, Lia. Dime ¿Qué se te olvidó darme? —le pregunté algo seria.

—oh, verdad. Toma —me entregó un sobre y me dio una sonrisa—. Es un adelanto de lo de mañana, no te podré acompañar porque tengo dos turnos seguidos en el hospital —me puse algo tensa y ella lo notó—; tienes que ir, no te quedes aquí, sabes que él desearía que fueras —acepté con la cabeza y me despedí.

Alex me siguió algo confundido, me encontraba molesta y triste, no quería ir a ese lugar; me daba miedo. Alex tomó mi mano y me detuvo abruptamente.

—¿¡QUÉ!? —Alex se paralizó y me abrazó, eso hizo que comenzara a llorar.

—tranquila, fantasmita —estuvimos 5 minutos así—. Dime, ¿qué te puso de mal humor?

Vi por un momento el sobre y se lo entregué, él me miró confundido a lo que yo desvíe la mirada.  Escuché que lo abrió y lo miré; me observo, sorprendido, aparte de que se veía más confundido aún.

—¿Por qué la doctora Park te dio esto? —me entregó el sobre y me miró.

—Liana es mi tutora legal —di un gran suspiro antes de seguir hablando—. Era la novia de Erick antes de que él... —busqué las palabras pero no las encontré y decidí ignorarlo—. Mañana cumplo años y mi hermano me llevaba a la playa como excusa para celebrar mi cumpleaños —vi a la Muerte entrando por una esquina, siempre se perdía y volvía aparecer de la nada—. Lia intentó siempre en esta fecha llevarme después del accidente de Erick, pero jamás fui y ella me hacía gastar el dinero en otras cosas, siempre le digo que no me dé el dinero, pero ella no me escucha y esto es como un recuerdo de que Erick no está... —empecé a llorar—. La playa era su lugar favorito y siento que si voy me derrumbaré y no podré con eso.

Alex se acercó a mi y me abrazó, me encontraba llorando a mares; no podía con la idea de volver a ir a la playa, es un recuerdo constante de que mi única familia, mi único amigo y mi hermano mayor se haya ido...

"Me destruye".

La Amiga de la muerte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora