Alex me miró algo confundido por lo que había dicho, ya que no era algo lógico que una persona sea capaz de hablar con la muerte.
—¿Es broma verdad? —me dio una sonrisa algo nerviosa y temblorosa, agache la cabeza.
—Quisiera que fuera una broma —le expresé.
—Pero Alessia, eso es imposible —dijo Alex con miedo.
—Sé lo loco o tonto que parece, pero no te miento —tomé el valor y subí la mirada, sus ojos color avellana estaban clavados en mí, intentando buscar algo que le dijera que era mentira lo que decía, pero esa respuesta nunca llegaría—. Desde que tengo memoria he sido capaz de ver, hablar y tocar a La Muerte, mi hermano y mi padre también eran capaces de hacer lo mismo, ya que era una maldición que se le dio a la familia de mi papá; ver morir es algo muy habitual, según era para tener un control de La Muerte, saber dónde se encontraba y que no deambule por el mundo, no sé cuánto de eso es real, ni se sabe cuándo se entregó la maldición; solo sé que cualquier persona que la tenga es capaz de heredar la cadena a sus sucesores, encadenándolos a la muerte.
Alex solo se me quedó viendo para después apartar la mirada de mí, la expresión se volvió algo triste y cansada, yo solo di un suspiro y agaché la cabeza, nadie sabía esto solo Benjamin y Liana, porque confío plenamente en ellos pero ¿puedo confiar en Alex?
Nada me confirma que se quedará conmigo a pesar del miedo o simplemente porque no lo vea real, sentí como mis ojos se cristalizaban, me había acostumbrado tanto a su compañía pensar en que se puede alejar me entristece. Tanto tiempo construyendo mi confianza y sintiéndome parte de un grupo para que todo termine...
No quería volver a estar sola, no quería volver a ser la chica invisible me acostumbré a sus sonrisas y sus historias, me enamoré de él, no quiero perder ese sentimiento diferente del que he sentido tantos años sola.
—Alessia, mírame —la voz de Alex me sacó de mi vacío emocional, subí la mirada y me encontré con sus ojos llenos de lágrimas, tomo mi cara entre sus manos y me sonrió—. Me imagino todo lo que pasas cada día con eso, ahora entiendo muchas cosas de cuando te conocí, te alejabas de todos por miedo a que algo les pasara —su voz temblaba un poco por la tristeza que él sentía—. Pero ya no te preocupes, Alessia, no te sientas mal, ninguna de las muertes es tu culpa, tú no decidiste ver ese ente, no te sientas mal por lo que pasa y deja de preocuparte por los demás, preocúpate por ti, a pesar de que lo ignores sé que te duele la muerte de todas esas personas, porque tú más que nadie conoce el dolor de perder a alguien cercano. Alessia, no tengas miedo a convivir por el hecho de ver a La Muerte y que este les haga algo, ten miedo a nunca sonreír y expresar lo que sientes.
No pude detener más mis lágrimas y lloré, lloré como nunca lo había hecho, todo mi dolor y todo lo que acumule se iba en cada lágrima, no podía parar de llorar y no quería hacerlo, siempre me sentía mal por aquellas personas y solo ocultaba eso, siempre me culpé de las muertes de todas esas personas, porque yo era la que estaba encadenada a La Muerte y ellos solo tuvieron la mala suerte de acercarse a mí y no era así, yo no soy la que decide quién muere o quién no, no es mi culpa nada de eso y mi mente lo hacía ver así.
Alex me abrazó y yo solo seguí llorando en su pecho durante mucho tiempo, cuando me calmé él se me quedó mirando y me mostró su típica sonrisa cálida para que me sintiera mejor y segura.
—Gracias por creer en mí, Alex.
—Gracias por confiar en mí, fantasmita —se acercó poco a poco y me besó, fue un beso rápido pero cálido, de esos que te hacen sonreír y te brindan tranquilidad.
Estuvimos un rato abrazados mientras veíamos la tele, La Muerte llegó y yo le hablé como si no importara.
—Le conté a Alex que puedo verte —le dije a La Muerte, quien entraba a la sala por la cocina.
—Eso es interesante, ¿te creyó? —respondió este, quedándose mirando.
—Sí —le sonreí, me sentía algo alegre de que Alex no pensara que todo era una mentira y se fuera, Alex me volteó a ver y vi una expresión de confusión.
—¿A quién le sonríes? —dirigió su mirada a donde yo estaba expresando mi sonrisa, para volver a verme a mí, confundido.
—A La Muerte —le respondí sin entender su comportamiento. ¿No me escuchó hablando?
—¿Está aquí? —me sorprendí por su comentario, desde que La Muerte entró a la sala le estuve hablando.
—¿No me escuchaste hablarle? —él levantó una ceja, como si no entendiera.
—No hablaste, Alessia —mis ojos se abrieron como platos y mire a La Muerte, confundida.
—Pero le estuve hablando a La Muerte, Alex —él me vio algo sorprendido por eso. Miré a La Muerte—. ¿Verdad que estuve hablando contigo?
—Los humanos no pueden ver cuando tú me hablas Alessia, ni escuchan lo que dices —me paralicé, ¿entonces cómo sabían Benjamin y Liliana cuando hablaba con La Muerte?
—Alessia, ¿estás bien? —preguntó Alex.
—Sí —Alex me sacó de mi cabeza—. Solo le pregunté por qué no me escuchaste.
—Pero si solo miraste a la nada, como si estuvieras en un trance —me sorprendí más.
Cuando hablo con La Muerte las otras personas solo miran, como veo un punto en blanco. La Muerte se acercó a dónde estábamos Alex y yo, se colocó atrás de mi espalda para luego tocar mi hombro.
—Un gusto hablar contigo, Alex Brown —dijo La Muerte, a lo que sentí como mi boca se movía diciendo las mismas palabras, Alex abrió los ojos como platos—. Soy La muerte la única forma de comunicarme contigo es esta.
—un gustó muerte, espero no molestar —hablo Alex algo temeroso.
—Tranquilo, niñato; así no me caigas bien, no te puedo matar hasta que tu contador de vida llegué a su fin —expresó La Muerte para luego quitar la mano de mi hombro y empezar a subir las escaleras.
—¿Contador de vida? —dijo Alex confundido.
—Se fue a mi cuarto y es algo que yo tampoco entiendo —fui sincera y Alex asintió con la cabeza.
Decidimos terminar la película, pero mi mente se encontraba confundida, era la primera vez que eso pasaba, no sabía que era posible, ¿y qué cosa es el contador de vida? Eso también era algo nuevo.
"La Muerte oculta muchas cosas que me preocupan y me hacen preguntar. ¿Qué tanto se de él?"
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La Amiga de la muerte
Misterio / Suspenso"Alessia Romano, una adolescente con ascendencia italiana la cual posee un don, esto le provoca problemas en toda su vida tanto que todo cuelga del hilo de una pregunta ¿Le temes a morir o a lo que puedes ver al hacerlo?, Ya que dicho don es el de v...