"El amor tiene su lado oscuro,
a veces se vuelve tan tóxico que mata."Me encontraba maniatado y desorientado.
Intenté gritar pero no podía, un trapo con sabor raro estaba atascado en mí boca. Abrí los ojos con pesadez y miré alrededor. No había nadie.
El lugar era una bodega abandonada. Intenté moverme pero me fue imposible. Estaba bien sujeto a una silla y me dolía terriblemente la parte posterior de la cabeza.
Entonces lo recordé todo. Luis me había invitado a su pizzería favorita y me encontré con Dennis alli. Parecía un sueño. No lo sabía con exactitud. Mis recuerdos estaban tan borrosos como los sueños de una noche de verano.
- ¡despertó!- anunció una voz en alguna parte de la bodega- ¿Que hacemos con él?.
- quiero hablar primero- dijo la voz de Dennis- luego has con él lo que quieras. Pero no lo mates. Tengo otros planes para él.
- perfecto- contestó una voz sádica- ¡me voy a divertir mucho esta noche!- de solo oir lo último me dió escalofríos.
Me encendieron una luz en pleno rostro y me quitaron la mordaza de la boca.
- ¿por qué hacen esto?- pregunté escupiendo.
- desde que naciste eres un estorbo- habló Dennis.
- nunca te hice nada Dennis, ¡así que déjame ir!.
- tú sola presencia es repulsiva- y me dio un cachetazo en plena cara.
- ¡siempre fui tu esclavo! ¡Nunca hice nada para que me odies!.
- Quillén- dijo mí nombre como una desquiciada- Quillén, Quillén, Quillén- lo repitió entre risas. Dennis se había convertido en la versión retorcida de Bellatrix Lestrange. Le rezo a Dios no terminar como los padres de Neville.
- estás loca Dennis, ¡pero no eres una asesina!- quería hacerla razonar pero no sabía cómo.
- jefa, ¿qué hago?- preguntó divertido Luis. Su personalidad en la escuela era una máscara. El Luis real era un psicópata.
- dos veinte- dijo ella. Los mire desconcertado.
Luis comenzó a traer pesados cables. Amarró dos de ellos en mis muñecas y uno en mí cabeza. Cuando vi el cobre brillar, me di cuenta de lo que tenían planeado. Me aterre de sobremanera.
- ¿dos veinte?- preguntó juguetón.
- dos veinte- respondió Dennis con una sonrisa. El chico apretó un botón detrás mío y una corriente chocó contra mí cuerpo desprevenido. Sentí como si miles de agujas se clavaban sin piedad sobre mí cuerpo.
Largué un aullido de dolor, mientras mí frente se llenaba de sudor y un hilo se sangre salía de mi nariz y labios.
Mientras recuperaba el alimento, las risas de mis captores llenaban la bodega. Disfrutaban de mí sufrimiento. Para ellos era todo un espectáculo verme encogerme de dolor.
- ¡otra vez, otra vez!- pidió como un niño Luis.
- está bien- accedió Dennis- pero no te iluciones. Tenemos muchos juegos a los que jugar.
La segunda descarga fue más fuerte que la primera. Luego de ser abandonado por la corriente un zumbido me aturdió por unos instantes. ¿Por qué me hacían esto?. ¿Dónde está papá y Eros?. Espero se den cuenta que no estoy por ningún lado y comiencen a buscarme.
Debí volver a desmayarme, porque cuando volví abrir los ojos ya no estaba en una silla, ahora colgaba del techo de la bodega, gracias a gruesas cadenas.
- ¡Eros me rescatará!- dije con la poca voz que poseía. Tenía la garganta tan seca que parecía un balde de arena.
- ¿Eros?- rió Dennis sentada al frente mío en un sillón desvencijado. La situación parecía divertirla- no te busco cuando escapaste, menos lo hará ahora.
- ¡no es cierto!- grite como pude- él me busco, ¡siempre me buscará!.
- eres un iluso, él jamás te busco. ¿Sabes que sucedió ese día?. Mientras María, mis padres y Julián te buscaban, Eros simplemente subió a su auto y se fue. Su tía te busco para uso personal. Él se aprovechó de eso para seguir jugando contigo. Jajaja. Madura Quillén. Él nunca te amó. Eres su nuevo juguete, se cansará.
- ¡no es cierto!- dije con lágrimas en los ojos. Eros no era así, ella mentía. ¡Ella mentía!.
- Luis- llamó Dennis- ¿estás listo?.
- claro que sí- apareció con látigo largo- todo tuyo mí Reina.
Dennis lo empuñó y comenzó a pegarme. Cuando el látigo me dejó un ardor insoportable en el pecho, caí en la cuenta que no llevaba camisa. Que estaba solo con un pantalón.
- ¡bravo mí Reina!- aplaudía Luis- ahora otro latigazo más fuerte en las costillas. ¡Qué divertido!. Puedo ver las líneas rojas sangrar con fuerza.
Dennis solo reía.
Los latigazos fueron aumentando su agresividad. Sentía mí piel romperse por el dolor y mí sangre se escapaba de mí cuerpo. Apretaba mis dientes para poder aguantar el que próximo. ¡Debo encontrar una forma de escapar!.
Los latigazos terminaron cuándo sonó el celular de Dennis. Luis me tapó la boca con un trapo sucio.
- ¿papi?- contestó Dennis- ¡estoy en el shopping, no tardo en llegar!. Si, sí. No te preocupes estoy bien. Te tengo que colgar. Nos vemos en un rato.
- ¿te vas?- preguntó Luis.
- te quedas con él.
- ¿puedo hacerle lo que quiera?- la pregunta me hizo cerrar los ojos de temor.
- solo no lo mates.
- lo tendrás vivo para mañana- prometió.
- ¡más te vale!. Si arruinas mí plan, tu ocuparas su lugar.
- no hay nada que temer jefa. Lo cuidaré como si fuera un tesoro.
- solo no arruines las cosas.
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✨Un Vals en las estrellas ✨ (BL)
RomanceQuillén tiene un sueño... pero antes debe deshacerse de sus crueles jefes. Eros quiere escapar de su molesto ex novio y para ello pasa el verano en la estancia de su mejor amigo. Una noche estrellada cambiará el destino de ambos y terribles secretos...