Quillén tiene un sueño... pero antes debe deshacerse de sus crueles jefes.
Eros quiere escapar de su molesto ex novio y para ello pasa el verano en la estancia de su mejor amigo.
Una noche estrellada cambiará el destino de ambos y terribles secretos...
El amor es un dibujo sobre el velo de la vida, Trazo tras trazo hasta alcanzar la perfección.
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Pasaron dos días desde el regreso de Julián, y María no podía dejar de caminar esperanzada y tristona por los pasillos de la casa.
La nueva novia del chico resultó ser la versión más amable de Dennis. El mismo cabello rubio, poca inteligencia y muy sofisticada. Si era un ser cruel y despiadado aún no lo había demostrado.
La nueva chica se llamaba Gabriela y desde que almorzó con toda la familia el día después de la fiesta, se había ganado el cariño de todos. Hasta Luly la adoraba. Yo por mí parte, seguía leal a mí amiga
Eros también había ganado la simpatía de todos. Y como no hacerlo si era la personificación de la educación y la predisposición. Sin embargo, su actitud interesada sobre mí había sufrido un gran cambio desde el gallinero.
Desde ese día se dedicaba a ignorarme constantemente. Al principio creí que lo había ofendido con algo que había dicho pero resultó que no fue así. Solo desapareció y ya.
Me encontraba en el sótano lavando ropa cuándo la puerta se abrió y entró un Julián abatido. Por su rostro intuí que necesitaba algún consejo. Julián tenía fama de ser un chico seguro, pero en ciertas ocasiones venía a mí para pedirme consejo. Algo raro a decir verdad, porque yo de la vida no tengo mucha sabiduría.
- ¡suerte que te encuentro!- dice mientras se sienta sobre la lavadora.
- ¿Me buscabas?- pregunto cómo idiota mientras echo suavizante a la ropa.
- ¡necesito un consejo!- dice algo avergonzado- ya sabes… tú siempre tienes las palabras adecuadas.
- si buscas que valide tu relación porque tú no te sientes seguro, mí respuesta es un no- me había puesto a pensar porque Julián había decidido tener novia si era un maldito mujeriego. La conclusión fue simple: intenta olvidar a María y "hacer lo correcto," en simples palabras: hacer felices a sus padres y sus ideas arcaicas.
- ¡siempre sabes lo que me pasa!- respondió con una sonrisa- ¿eres psíquico o qué?.
- te delató la cadenita con la mariposa- dije sincero- era una especie de pedido de perdón por algo, cuando Eros dijo que tenías novia me di cuenta del motivo.
- es complicado- Dejé la ropa de lado y lo miré.
- ¿la amas?- pregunté serio.
-¿a María?- respondió rascándose la cabeza.
- ¡no!, a Gabriela.
- ¡es una buena chica!- se limitó a decir- es linda, es capaz y cumple con los estándares.
- eso no responde a mí pregunta.
- ¡es atractiva!- evadió. Lo miré con una ceja levantada- no es María- reconoció avergonzado.
