✨Camino hacia la verdad ✨

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"La verdad siempre es el camino más duro,
pero el único que lleva a la felicidad"

Eros entró al comedor como si fuera Flash, lo miré desconcertado mientras levantaba la mesa

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Eros entró al comedor como si fuera Flash, lo miré desconcertado mientras levantaba la mesa. Al verme su rostro se llenó de alivio. Lo miré fríamente y seguí con mí trabajo. No puede resistir tanto tiempo su mirada pegada a mí cuerpo que decidí romper el silencio.

- ¿qué demonios te pasa?- pregunté.

- no hay mucho tiempo para explicar, toma tus cosas que nos vamos- dijo impaciente. Lo miré con asombro.

- ¿nos vamos?... Creí que te ibas solo- dije con cizaña.

- nunca te dejaría con ellos- se defendió. No entendí porque había dicho "Ellos" a los Martínez Avellaneda- ¡deja lo que estás haciendo!- me reprendió nervioso- ya casi llegará el coche a recogerme.

- osea que va en serio llevarme contigo- asintió como si fuera lo más obvio. Era un hermoso chico malo, pero muy idiota a veces (casi siempre)- no iré- decidí pensando en María. Sí, la chica estaba a punto de irse pero para eso faltaba un tiempo y no quería dejarla sola.

- ¡es que no entiendes!- perdió la paciencia- ¡los Martínez Avellaneda son una mierda de familia!- gritó en voz alta- ¡es difícil de explicar!- dijo al final.

- ¡me gustaría que me expliques porque insultas así a mí familia!- miré hacia la puerta que llevaba a la cocina y me encontré con un Julián furioso- ¡te traté como un hermano más y así es como me pagas!.

- ¡no es tú asunto!- lo ignoró Eros- ¡Quillén, por lo que más quieras!, ¡Solo ve por tus cosas!- el rubio quiso decir algo más pero no pudo debido al golpe que recibió de Julián.

De un segundo a otro Julián comenzó a repartir golpes a Eros. El rubio no se quedó atrás y se los devolvió. Tan grande fue el ruido y el escándalo que toda la familia (con María y Luly incluida) llegó al comedor en busca de respuestas.

- ¿qué sucede?- preguntó juleika- ¡por qué se pelean así!.

- ¡parecen salvajes!- susurró Mark a Dennis.

- ¡debe ser por culpa de ese sirviente!- declaró fuerte y claro Dennis para que todos la oyeran. Luly me miró con rabia.

- ¡no le hables a Quillén así!- le advirtió Eros mientras yo y el señor Natalio lo separamos de Julián. Mí chico tenía el labio partido y un par de moretones en el rostro.

- ¿por qué?- le siguió Dennis- lo único que hace es causar problemas.

- ¡si Quillén causa problemas voy a castigarlo de inmediato!- dijo Luly. ¡Genial, más problemas para mí!. Otra noche durmiendo en una jaula.

- ¡no le toque un pelo a Quillén porque la mato!- le advirtió Eros a Luly- se acabo la farsa Martínez Avellaneda, lo sé todo- la última frase dejó a la mayoría, incluido a mí, desconcertados. ¿Qué sabía Eros de los Martínez Avellaneda?. ¿Natalio habría estado cometiendo fraude?.

- ¿de qué hablas?- preguntó Julián recuperando el aliento. Miró a sus padres y los encontró de piedra. Juleika era la más afectada- ¿de qué habla madre?- exigió.

- no tengo la menor idea- respondió su madre- no está en su sano juicio.

- Quillén no es un huérfano que fue abandonado en los campos cercanos a la estancia. Él... Lo siento Quillén... Sé que puede ser difícil para vos, pero tienes que saberlo- lo miré más sorprendido que nunca. Un miedo se apoderó de mí. Eros sabía quién eran mis padres y los Martínez Avellaneda estaban implicados en su desaparición.

- ¡¿qué hicieron con mis padres?!- demandé saber. Todo mí ser se moría por la expectativa.

- tus padres están vivos- dijo simplemente Eros.

- ¡ni una palabra más del tema!- rugió don Natalio- ¡todos a sus habitaciones!. Y tú- señaló a Eros con el dedo- ¡fuera de mí casa!.

- ¡¿quienes son los padres de Quillén?!- Julián empujó su padre y se colocó al lado de su mejor amigo- dilo Eros, ¿qué hicieron mis padres con la familia de Quillén?.

- Quillén es tu hermano- soltó sin más Eros. Quedé de piedra, ¿yo un Martínez Avellaneda?, ¡Esta loco de remate!. Aún sin poder creerlo una rabia brotó de mí.

- ¡dilo otra vez!- le pedí a Eros- me pareció no escuchar bien.

- Juleika es tu madre- dijo en voz muy clara. Juleika ahogó un sollozo. Dennis se desmayó.

- ¿mí madre?- dije sin poder creerlo. Esa mujer tan amable conmigo, pero que su trato no pasó más allá del sirviente/patrón era mi madre.

- ¡acá están los resultados del ADN!- me mostró una de las copias que estaban en la mesa. El papel no mentía. Juleika Martínez era mí madre. Era un Martínez.

- ¿pero quién es mí padre?- le pregunté a Juleika. Esta evadió mí mirada penetrante.

- un magnate mexicano- respondió con un hilo de voz- ambos eramos casados y tuvimos que dejarte. ¡No quise abandonarte!... La gente hablaría así que Luly se ofreció a criarte como su hijo.

- siempre te consideré como un hijo nacido de mí vientre- acotó Luly.

Todos (menos Dennis que seguía desmayada) me miraron con sorpresa y terror. Entonces hice algo que no se esperaban, me reí.

- ¿cómo tú hijo?- pregunté a Luly- si esa es tu forma de criar un hijo gracias a Dios que jamás nadie quiso tenerlos contigo- fui sincero- eres la peor madre del mundo. Aparte de ser una mujer horrible y lameculos- Luly se quedó boquiabierta- hasta me alegra saber que no somos nada de nada. Peor sería ser tu hijo verdadero.

- no digas esas cosas... Te lo di todo- titubeó.

- me diste todo lo que Hitler le dió a los judíos más bien- era un comentario muy cruel pero era cierto.

- ¡ésto se puede arreglar!- intervino Natalio- llegaremos a un acuerdo y que nada salga de casa.

- ahora entiendo porque nunca me trataste bien, te recordaba lo que tú mujer había hecho- fui directo a la yugular- pero no quiero ningún acuerdo y créeme que tú solución para evitar escándalos políticos me importa una mierda - estaba cansado de tantas mentiras. Tomé la mano de Eros y él me devolvió el gesto con un apretón.

- ¿por qué no le dices la verdad Eros?- preguntó Mark. Mire a Eros con curiosidad- dile a todos a que viniste a esta casa.

- no sé qué planeas- dijo el rubio seco.

- su tía será el candidato a cenador por el partido contrario- soltó la bomba Mark- vino en busca de escándalos para ganar la elección. No te importa el sirviente, te importa como a todos: el honor familiar.

Eros me soltó la mano y se encaminó a golpear a Mark. Aprovechando que todos estaban distraídos corrí hacia la segunda casa y cogí el bolso que había preparado por si ganaba la beca. Tenía dinero para un autobús a la ciudad.

Solo eso necesitaba.

Salí de la estancia por el medio del campo. La noche estaba fría pero no me importaba. Tampoco me importaba si alguien me mataba es esas soledades. Solo quería una cosa, poner distancia de tanta mentira.

Yo era una mentira,
Me había criado rodeado de mentiras.

Solo sabía una cosa, estaba harto. Era hora de vivir a mí manera.

Tomé el último autobús que pasó por la estación. Di una última mirada al pueblo y susurré un adiós. Era lo mejor para todos.

Después de todo, había vivido engañado todos éstos años, era hora que encontrar algo nuevo en la gran ciudad.

✨Un Vals en las estrellas ✨ (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora