6. La hermana.

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Lena se sentía triste y se ponía peor de pensar que estaba así por alguien a quien apenas conocía. ¿Qué le pasaba con su vecina? Le desesperaba sentirse así.
Lloró de frustración y enojo con ella misma.

Kara se quedó pensando en que la actitud de Lena ciertamente había sido muy extraña y consideró que quizá no se sentía bien, pero tal vez no tenía la confianza de expresarlo.
Ella decidió ir a la puerta de su apartamento y preguntarle si necesitaba algo.
Lena abrió la puerta y la rubia pudo observar los ojos llorosos de su vecina. Esos impresionantes ojos verdes ahora estaban tristes y no le gustó eso.
Lena no supo de qué hablar ni qué hacer, Kara tampoco es que le decía algo. Intento calmarse y liberarse del nudo que sentía en su garganta, pero no le era fácil.

Kara hizo lo único que se le ocurría que podía hacer para hacerla sentir mejor y la abrazó. Lena hacía todo lo posible por no llorar más, pero es que Kara no la ayudaba.
Irónicamente, la intentaba consolar la misma persona que provocaba sus lágrimas, aunque ahora menos que nunca se lo confesaría. En un intento por ser fuerte, se separó de Kara.

—Gracias por abrazarme, pero estaré bien.

—Sé que nos conocemos hace muy poco, pero cualquier cosa que necesites, puedes contar conmigo...

—No puedo contarte lo que me tiene así, lo siento.

—No, no te preocupes, está bien. Lo digo en general, poco a poco sé que me vas a tener confianza.

—No es cuestión de confianza, es complicado de explicar... No lo entenderías.

—No me gusta verte así, Lena. Ojalá pronto te sientas mejor.

—Gracias. Por cierto, ¿A qué venías?

—Pues quería ver cómo estabas, cuando fuiste a mi apartamento, no sé, te veías rara.

—Gracias por preocuparte por mí y venir a verme, eres una buena vecina.

—Un día no muy lejano, espero que me puedas ver como tu amiga—Lena lo veía prácticamente imposible, pero no quiso parecer grosera.

—Nunca se sabe qué puede pasar.

—Así es—Kara se distrajo viendo las galletas y eso a Lena le pareció un tanto extraño, decidió ser amable.

—¿Quieres una?

—Sí, te lo agradecería mucho.

—Adelante, toma lo que quieras. ¿Quieres leche?

—Sí, por favor—Lena le sirvió la leche en un vaso y vio como Kara era tan feliz tan solo de estar comiendo galletas—Están deliciosas.

—Me alegro de que te gusten.

—Tienes un talento para esto, deberías venderlas o algo así, me tendrías en tu casa todos los días.

—Solo hago esto por pasatiempo, además no hago nada del otro mundo.

—Eso lo dices tú porque debes estar acostumbrada a probar cosas deliciosas como estas, pero para mí que no sé cocinar nada, esto no tiene precio.

—Agradezco tus comentarios.

—¿Crees que te pueda robar unas cuantas más?

—No me molesta, aunque me sorprende. ¿Les llevé muy pocas?

—No, eran muchas. El problema es que mi insoportable hermana se llevó todas a su cuarto, así es Alex.

—Espera un momento... ¿La chica que conocí hoy es tu hermana?

—Sí.

—Nunca lo habría imaginado, la presentaste así nada más.

—Sí, esa es la razón por la que se enojó conmigo y se robó todas las galletas. Dice que no le di su lugar como mi hermana, me hizo todo un drama—Lena empezó a reírse, todo su llanto había sido por la hermana de Kara.

La chica del apartamento 512 (Supercorp).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora