Hasta para Lilian su comportamiento le pareció extraño, nunca creyó apoyar de esa forma a Lena y menos con aquella joven que no hacía más que corromper a su tierna hija.
Por una parte agradeció que Lena ya no viviera en su casa y que nunca la hubiera encontrado en una situación tan comprometedora como la que sabía que había pasado con Kara horas atrás.
No entendía a la juventud de ahora y la forma en que disfrutaban de la vida, recordaba que todo era muy diferente cuando ella tenía veinte años.
Siendo sincera con ella misma, no era del todo diferente a Lena, pero le había faltado valor para hacer muchas cosas. Pensó nuevamente en Eliza, en esa amiga tan querida a la que se había obligado a dejar de ver por el bien de ambas.
Nunca se lo había confesado a nadie, pero una vez quiso abandonar la vida que conocía y no ser una Luthor. Nunca amó a Lionel y estaba segura que él tampoco a ella, pero resultó un gran negocio para ambas familias. Mientras ella era una gran científica, Lionel era todo un empresario. Incrementaron aún más su riqueza y cuando nació Lex, por fin experimentó cierta felicidad en su matrimonio. Lo mismo que sucedió con el nacimiento de Lena.
Después de todo, no se podía quejar de la vida que había llevado, pero ver a Kara le había removido esos viejos sentimientos del pasado. Pensaba que no tenía caso buscar a Eliza, habían pasado tantos años y cada una había hecho su vida. Además, la última vez que se habían visto todo resultó un desastre.
La forma en que Lena miraba a Kara era como ella observabando a Eliza. Tal vez ella y Lex habían sido lo suficientemente cobardes para dejarse llevar por su corazón, pero había esperanza con Lena, desde que ella había nacido sabía que sería diferente.
Lena era igual de inteligente que todos en la familia, incluso Lilian pensaba que hasta más que ellos. Era reservada y a veces daba la impresión que fuera alguien fría, pero la realidad es que su hija tenía un corazón bellísimo. Lena era buena, noble y sólo deseaba hacer el bien, ni siquiera sabía como Lionel y ella habían sido capaces criar a dos increíbles hijos.
Lo que más le sorprendía a Lilian es que Lena nunca le había presentado a ninguna pareja, así que Kara desde ya era especial y sólo esperaba que fuera realmente digna del amor de su hija. Tenía que saber más sobre la vida de Kara Danvers y ser lo suficientemente discreta para evitar que Lena se diera cuenta de eso, pues no le perdonaría que se entrometiera en su vida. Y no es que ella quisiera hacer eso, simplemente quería tener la tranquilidad de que su hija sí estuviera con la persona correcta.
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Lena fue a llevarle los cupcakes a Clark y esperaba tener la oportunidad de hablar a solas con Kara, sentía que tenía que disculparse por la actitud tan poco amable de su madre.
—Lena, estás viva. ¡Qué alegría! Me arrepentí de dejarte sola con tu mamá, pero es que tenía que cambiarme.
—Te ves mejor con tu ropa que con la mía.
—Esta por lo menos me queda.
—Kara, lamento lo de hace rato. O sea, me refiero a lo de mi mamá.
—No tienes nada de que lamentarte, yo como que tenía el presentimiento de que no le iba a caer bien. Si no quiso al bueno de Clark, ya no me podía sorprender nada.
—En realidad, ella sí aprecia a Clark, pero tiene una forma muy extraña de hacer las cosas.
—¿Dirías que no me odia? Digo, una cosa es no caerle bien y otra que me odie.
—Si mi madre te odiara, créeme que no existiría forma de que no lo supieras. No habría espacio para la duda y por el contrario, sólo habría certeza, así que no es el caso.
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La chica del apartamento 512 (Supercorp).
Fanfiction¿Qué hace una mujer como Lena Luthor viviendo en un pequeño departamento? La respuesta está en sus ganas de ser alguien en la vida sin depender de su poderosa, pero problemática familia. Lena quiere demostrar que es más que su apellido y que puede l...