La chica del apartamento 512 (Supercorp).

19. La visita

Lex pensó que Sam podría decirle dónde encontrar a su hermana por lo que decidió buscarla a su departamento.

Sam abrió la puerta, se sorprendió al ver a aquel hombre que vestía completamente de negro.
Instintivamente levantó las manos como si la fueran a asaltar o detener por algún delito.
Lex sólo la observó sin entender qué estaba pasando por la mente de Sam, que fuera la mejor amiga de su hermana no significaba que la conocía ni mucho menos que la entendía.

-Sam, ¿Por qué levantas las manos?

-No sé, de pronto sentí que me había metido en problemas. Asustas, Lex.

-No tendremos ningún problema mientras me digas dónde está Lena...-Sonó realmente amenazante.

-¿Qué?

-Sólo bromeo, Sam. No te haría daño.

-Claro, ni que fuera Clark... No, perdón, Lex. No quise decir eso.

-Sí, a él si lo lastimé... En fin, no vine a hablar de él... Imagino que sabes dónde está Lena.

-Por supuesto, soy su mejor amiga.

-¿Y bien?

-¿Y bien qué?

-Estoy esperando que me digas dónde encontrarla.

-Para todo el dinero que tienes careces de educación, ni siquiera un "por favor" o un algo.

-Querida Sam, ¿Serías tan amable de decirme dónde puedo encontrar a mi hermana, por favor?

-Ya ves, no te costaba nada. Me encantaría decirte, pero me temo que no lo haré.

-¿Entonces para que me hiciste pedirte que me digas?

-Pues porque no te viene mal una clase de buenos modales, mi rey. No me agradezcas, me gusta hacer servicio a la comunidad.

-¿Por qué no me vas a decir dónde está?

-Porque no sé si Lena quiere que sepan dónde encontrarla. La verdad es que desconozco si tienes amigos, pero nos protegemos entre nosotras.

-Soy su hermano, no quiero hacerle daño.

-Si eres su hermano, ¿Por qué no le preguntas directamente? Que yo sepa, Lena no ha cambiado de número. Pudiste llamarla y ya.

-Pensé que sí había cambiado de número. Además, ella tampoco me ha llamado. Ni siquiera esperó a que terminara el festejo de mi boda cuando ya había desaparecido.

-No había nada que celebrar y lo sabes, Lex. Y sea como sea, eres un recién casado... Lena no quería interferir en tu nueva vida, en lo que ella lidiaba con lo mismo.

-Fue muy valiente... Soy su hermano mayor y se supone que debería ser yo quien le enseñe cosas de la vida, pero parece que está siendo totalmente al revés. Lena está haciendo las cosas mejor de lo que yo las haré alguna vez.

-Lex, no soy la mejor persona para darte un consejo. Es más, tú y yo ni siquiera nos agradamos, pero siento que no me gusta verte con esa cara de zombie, pareces como muerto por dentro.

-Tan amable como siempre, Sam.

-Sí, no soy un ejemplo de amabilidad, estoy consciente... Lo único que te puedo decir es que no creo que sea demasiado tarde para recomponer tu vida, Lex. No hace falta conocerte o tratarte mucho para darse cuenta que estabas aprendiendo a ser feliz y lo dejaste escapar.

-¿En serio me veía diferente antes?

-Eras otra persona, Lex. O sea, serio e intimidante, pero hasta parecía que se te dibujaba una sonrisa en el rostro. Y ahora estás incluso peor que antes.