16. Alitas

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Alex nunca se alegró tanto de tener tan cerca a una persona como en estos momentos, hasta sentía la imperiosa necesidad de besarle.

No se trataba de Sam ni tampoco de Kelly. Alex estaba feliz de haberle abierto la puerta al repartidor de comida, le dio un abrazo inesperado y una buena propina.

—Chicas. ¡Llegó la comida!

—Excelente. Ya estaba contemplando comerme su sillón o morder a Lena, a Kara no porque todavía no nos tenemos esa clase de confianza.

—Sam, preferiría que muerdas el sillón antes de que lastimes a Lena—Aunque Kara sabía que Sam sólo bromeaba, no quiso desperdiciar la oportunidad para dejar en claro lo mucho que le importaba Lena.

—Sería incapaz, Kara. Aunque me alegra saber que Lena ya tiene la súper heroína que le salve la vida.

—Pues no tengo súper poderes, pero haría cualquier cosa para proteger a Lena.

—Afortunadamente para ti, no tienes que protegerla de mí. Estoy segura de que te ganaría peleando, te mandaría directo al suelo y te haría papilla.

—Pues eso no dicen las chicas con las que he entrenado box, dicen que tengo puños de acero.

—Creeré en que puedas ser una gran rival para mí. Menos mal practicas Boxeo y no Karate.

—¿Por qué?

—Por tu nombre. Kara haciendo Kara-Te.

—Sam, deja de estar molestando a Kara con tus chistes malos—Lena estaba tan acostumbrada a esa clase de comentarios de Sam, pero ya que Kara todavía no la conocía bien, más valía ir con cuidado.

—Jajajaja a mí sí me dio risa, Sam—Alex no sabía de dónde sacaba fuerzas para reírse de esa forma, pero Sam tenía gracia al decir esas cosas.

—Gracias por valorar la buena comedia, Alex.

—Alex, por favor no le des más cuerda a Sam. Puede hacer esta clase de chistes todo el día—Y Lena no exageraba en sus comentarios.

—Por supuesto que puedo. Mi sentido del humor me ha traído grandes conquistas a lo largo de mi vida.

—Bueno, Doña Comedia—Interrumpió Kara—¿Podemos empezar a comer? Me muero de hambre.

—Nada nuevo en ti, hermana. Ya ni yo que me siento muerta en vida me desespero tanto—Se fueron al comedor, se sentaron y se prepararon para degustar la comida.

—Lena para ti pedí las que no tienen picante, espero que esté bien—A Alex le pareció lógico imaginar que Lena no era de las que comieran picante, ni siquiera la imaginaba comiendo alitas, pero bueno, confiaba en que no fuera mala idea después de todo.

—Está perfecto, te lo agradezco mucho Alex.

—Para ti, Kara, pues las BBQ que tanto disfrutas.

—Excelente. Gracias, hermana.

—Y para nosotras, Sam. Unas de salsa habanero, a ver si así logramos despertar.

—Bien. Sólo espero que no me dé gastritis o algo peor—Sam realmente esperaba que la comida fuera a solucionar sus problemas o al menos la ayudara a reaccionar.

—Me encantó el aderezo, es muy bueno, les recomiendo probar—Lena disfrutaba tranquilamente de su comida.

—A mi Lena le gusta el aderezo, anotado—Lena casi se derrite cuando escuchó que de lo más natural Kara dijo "Mi Lena", le dieron ganas de besarla. Observó con atención ese bello rostro que notó que estaba embarrado de salsa.

La chica del apartamento 512 (Supercorp).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora