La chica del apartamento 512 (Supercorp).

14.El alboroto.

—¿Qué son todas esas risas, Kara?

—No lo sé, ya me dio miedo entrar. ¿Qué están haciendo esas dos?

—Con Sam ya nada me sorprende.

—Es hora de descubrirlo—Kara abrió la puerta y no esperó ver a Sam y Alex sentadas en el piso mientras reían a carcajadas. Cualquiera que las viera y no supiera la verdad, pensaría que esas dos chicas se conocían de toda la vida. Compartían risas, complicidad y ya se habían acabado la botella también.

—Pasen, pasen. Recién comienza la fiesta, llegan a tiempo, Sam apenas va a comenzar a contar chistes.

—No es cierto, yo no me sé ningún chiste.

—¿Y lo que me estabas contando?

—Eso, aunque pareciera chiste, ya quisiera yo, eran puras anécdotas de mi vida.

—Eso lo hace aún más gracioso, me encantaría colarme a una boda contigo, ha de ser muy divertido.

—Cuando quieras.

—Ya quedamos, eh. No te vayas a echar para atrás.

—Te doy mi palabra, no sé si ahora cuente mucho, pero te la doy—Le ofreció la mano para que cerraran el trato y ambas cayeron es espaldas, mientras se reían. Kara se acercó a Alex para ayudar levantarla.

—Alex, ¿Estás borracha?

—"Alex, ¿Estás borracha?". No, Kara, estoy tomando jugo de manzana con Sam. Claro que estoy borracha, pero sólo un poco... Nada de lo que debas preocuparte.

—No te puedo dejar sola un instante porque mira lo que haces.

—¿Qué hice? Yo sólo quería probar el Tequila. Al principio no me gustó, lo sentí muy fuerte. Luego decidí darle otra oportunidad porque es lo que todos nos merecemos. Para el tercer trago ya no me sabía ni bien ni mal y ahora que voy en el cuarto apenas como que le estoy agarrando el gusto.

—No dejaré que sigas tomando sólo para convencerte de que algo te gusta.

—¿Por qué de pronto eres tan aburrida? Que yo sepa no eres mi mamá ni tampoco mi papá.

—No, pero soy tu hermana y no quiero que estés haciendo locuras.

—¿Ya hablaste con Lena, de eso que todo mundo sabe, pero ella no?

—Todavía no y no estés de imprudente.

—Pues deberías tomar un tequila para ver si así te das valor.  Aunque conociéndote ni con toda una botella te animarías. Es más fácil que pierdas el conocimiento que abras esa boca para decir algo sensato. ¡Mesero, mesero, otra ronda por favor!

—¿A quién se supone que le hablas, Alex? Aquí no hay ningún mesero.

—Ah es cierto, la única mesera soy yo, bueno, ahora mismo me sirvo.

—No vas a ir a ningún lado, ya tomaste suficiente.

—Aguafiestas.

—Loca.

—Cobarde.

—Insensata.

—Parecen ping pong, golpe tras golpe, pium, pium, pium—Decía Sam que todavía se encontraba en el piso y no se dejaba ayudar por Lena.

—Jajajajaja. ¿No es muy graciosa? Ni tirada pierde el buen humor, adoro a esta chica.

—Ya cálmate por favor, Alex.

—No dejo pasar la vida, Kara. La vida es un momento.

—Después verás como le explicas a Kelly tus locuras.