La chica del apartamento 512 (Supercorp).

La chica del apartamento 5 12

Después de la boda tan linda que habían tenido Alex y Kelly, muchas cosas estaban cambiando rápidamente.

Lena había tomado en consideración los consejos de su madre y había empezado a tomar nuevas decisiones en su vida. Dejar su trabajo, era parte de las cosas que debía hacer. Andrea organizó una gran despedida para Lena y también para Brainy.

—¿Qué tal se siente tu último día aquí?

—Cuando llegué a trabajar a esta empresa, no esperaba encariñarme tanto, pero lo hice. Agradezco tu comprensión y todas las atenciones que has tenido conmigo, Andrea.

—Cuando te contraté, sabía que no estarías mucho tiempo aquí, no naciste para estar bajo el mando de nadie... Te vas y además lo haces con Brainy, debería estar molesta, pero solo tengo buenos deseos para los dos.

—Andrea, no nos necesitas, estoy segura que seguirás haciendo crecer la empresa y tal vez algún día hagamos un proyecto juntas.

—Si un día necesitas una socia, tómame en cuenta, no importa de lo que sea. Espero no estar exagerando en mis emociones, sé que nos seguiremos viendo por Sam, pero bueno, merecías tu gran despedida y duele dejarte ir.

—Me pasa algo similar. Sabes, eso es lo mejor. Ya no nos veremos con tanta frecuencia, pero el cariño se queda por siempre.

—Gracias por aprender a quererme, Lena. Sé que no fue una tarea fácil, en especial para Kara, pero gracias a las dos por la oportunidad que me dieron.

—Todos cometemos errores, pero muy pocos los admiten y solo unos cuantos aprenden de ellos. Perteneces al último grupo y fue bueno descubrirlo.

—Te deseo todo el éxito del mundo, Lena.

—Lo mismo para ti, Andrea.

—¿Te puedo dar un abrazo?

—Claro que puedes. —Andrea abrazó con alegría a Lena, no habían nacido para estar juntas de forma romántica, pero sí para ser amigas. Porque el respeto, admiración y cariño que sentían la una por la otra, eso siempre se mantendría presente.

Andrea ya no tenía los mismos miedos que cuando asumió la dirección de la empresa de su familia, confiaba en sus capacidades y en la de sus empleados. También, se había permitido el disfrutar más de la vida, encontrar un equilibrio entre la empresa y el amor. Ahora que Sam era su novia, cada día parecía una nueva y divertida aventura.

En cuanto a Lena, estaba iniciando su fundación. Inicialmente, apoyaría temas como la educación y la investigación científica. Los avances tecnológicos en el campo de la salud y nuevas estrategias en la mejora de la calidad de vida, eran de su completo interés. Lo mejor es que para desarrollar sus proyectos, contaba con el apoyo y visión de Brainy, disfrutaba mucho trabajar con él.

Brainy estaba feliz porque por fin podría dedicarse a crear, ahora estaba en un laboratorio con los mejores instrumentos, en compañía de Lena y podía ofrecerle un mejor futuro a su adorada Nia. La vida es buena, pensaba cada día y cada vez con mayor fuerza.

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Kara regresó cansada del trabajo y se rio al darse cuenta que ya no sabía a qué apartamento ir primero. Si al 508 o al 512, no tenía sentido que a estas alturas siguiera siendo vecina de Lena, pensaba que ya era momento de definir su situación. Fue al departamento de su novia, abriendo la puerta con su propia llave y la encontró vistiéndose.

—¡Qué elegante y bella mujercita!

—Hola, cariño. ¿Te gusta mi vestido?