La chica del apartamento 512 (Supercorp).

11. La cena.

Después de la noche que habían compartido Kara y Lena entre galletas y risas, ambas parecían haber recuperado la alegría e ilusión que sentían la una por la otra.

Sin embargo, ahora que en verdad deseaban verse y coincidir había resultado todo un fracaso.
Hasta que ambas se toparon en la salida del edificio cuando se disponían respectivamente a ir al departamento de Nia y Brainy, hecho que las dos desconocían.

Kara fue la primera en ver a Lena y se quedó impresionada con la belleza arrasadora de la chica de ojos verdes.  Traía un vestido negro que mostraba un poco de escote, algo en lo que por supuesto Kara no pudo evitar fijarse hasta que se dio cuenta de lo que estaba haciendo y levantó su mirada para por fin encontrarse con que la pelinegra por fin la había visto.

Lena miraba a su vecina del 512 y le parecía que se veía hermosa con ese vestido azul marino que hacía lucir tanto su estatura como sus fuertes hombros y ni que decir de su rostro angelical. Kara le parecía el más tierno y dulce ser que había tenido la oportunidad de conocer, adoraba su sonrisa y la calidez que emitía su voz.

Lena se acercó hacia donde estaba Kara para poder saludarla y, sobre todo, apreciarla mejor. Se armaría de valor para expresarle lo bien que se veía.

—Kara, te ves especialmente bonita esta noche.

—¿Eso crees?

—En efecto.

—Pues tú...—Estaba pensando qué adjetivo utilizar para describir a Lena sin parecer una desubicada—Te ves muy bien también. ¿Vas a una fiesta?

—Más bien una cena tranquila, me invitó un amigo del trabajo ¿Y tú? —Ahí vamos de nuevo pensó Kara, primero la jefa casi la besaba y ahora tenía una cena con un amigo del trabajo. Salía con todos menos con ella, tenía que invitarla a salir una vez por lo menos.

—Disfruta mucho tu cena, Lena. Yo también tengo una cena, solo que a mí me invitó mi mejor amiga, aunque también trabajamos juntas.

—Muy similares nuestros planes.

—Eso veo. ¿Tomarás un taxi?

—Sí, es un poco lejos a donde tengo que ir, es como al otro extremo de la ciudad. ¿Qué me dices de ti?

—Estaba pensando hacer lo mismo y creo que voy por el mismo rumbo que tú.

—¿Te molestaría compartir taxi? Resulta difícil encontrar uno, dos sería exigir demasiado.

—No me molesta, Lena, al contrario. Me gusta poder pasar tiempo contigo.

—A mí también me gusta lo mismo, Kara—Después de algunos minutos esperando un taxi por fin uno se detuvo y ambas se subieron. Acordaron que primero irían al destino de Lena ya que Kara se ubicaba mejor.
Lena le dijo la dirección al taxista y Kara se empezó a reír.

—¿Qué es tan gracioso, Kara?

—Solo para cerciorarme, ¿Cuál es el nombre de tu amigo?

—Su verdadero nombre es Brian, aunque todo mundo lo llama...

—¿Brainy?

—Sí, así le decimos. ¿Lo conoces?

—Sí y hace mucho. Es mi amigo, pero también el novio de mi mejor amiga.

—¿La amiga que te invitó es Nia?

—Sí.

—Vaya, no me lo puedo creer. Si no es porque lo estoy viviendo difícilmente me creería algo como esto. Es toda una locura.

—Estoy de acuerdo. Y yo que me estaba imaginando cualquier cosa y todo este tiempo tu hablando de Brainy.

—¿Qué cosas te estabas imaginando, Kara? —No había sido la intención de Kara hablar de más, ahora no sabía cómo saldría del problema en el que ella sola se había metido.