La chica del apartamento 512 (Supercorp).

18. El regreso

Kara estaba esperando ansiosa a Lena, hacía mucho tiempo que no se sentía tan en paz y a la vez tan contenta.

Recordó todo lo que había sufrido con Mike, las idas y vueltas de su relación. Sus mentiras y traiciones, fue difícil superarlo. Menos mal lo había hecho antes de conocer a Lena, que, aunque la conocía muy poco, eso bastaba para saber que era mucho mejor persona que Mike.

Tenía que dejar el pasado atrás y concentrarse en el bello presente que estaba viviendo. Estaba tan sumida en sus pensamientos que no notó cuando Lena llegó a la cafetería, ni siquiera cuando se acercó a ella.

—¿Kara, estás aquí? —Kara de momento se sobresaltó, pero sonrió al ver a Lena.

—¿Qué dijiste?

—Que, si estabas aquí, aunque ya me quedó claro que no.

—Perdona, me distraje pensando en Mike—Kara era sincera, a veces demasiado.

—¿Quién es Mike?

—Mi exnovio...—A Kara lo que más le avergonzaba era tener que admitir que había salido con alguien como Mike y todas las cosas que le había perdonado.

—¿Y qué hacías pensando en tu ex mientras me esperabas? —Lena no sabía si estaba entre celosa, indignada, molesta o todas las anteriores. Su incomodidad se reflejaba en su expresión facial y en su forma de hablar.
Kara no sabía bien qué había pasado, pero sentía como si estuviera en problemas con su novia, Lena cruzaba sus brazos y seguía esperando una respuesta.

—No estaba pensando en él como tal, sino en la vida que teníamos juntos.

—¿Extrañas esa vida, Kara? —Parecía que cada vez que Kara abría la boca sólo era para empeorar la situación.

—No. No extraño esa vida ni lo extraño a él. Perderle ha sido de las mejores cosas que me han pasado en la vida. Es sólo que me doy cuenta de lo diferente que es todo contigo, tú me haces verdaderamente feliz—Lena exhaló el aire que no sabía que estaba conteniendo y pensó en lo absurdo de la situación, se estaba enojando con Kara por nada. Así que empezó a tranquilizarse poco a poco.

—Me alegra que seas feliz, Kara y que seas capaz de serlo conmigo. Eso me pone muy alegre—Lena al fin sonrió y Kara se sintió aliviada. Su novia tenía los más hermosos ojos que ella había visto, pero no le gustaba que la miraran con enojo.

—¿Cómo estás, ¿qué tal tú día?

—El día estuvo un poco atareado, aunque conté con la ayuda y apoyo de Brainy en todo momento. La alianza que firmó hace unos días Andrea parece que de momento nos dará mucho trabajo por hacer.

—¿Por qué la llamas Andrea? Y no me digas que porque así se llama.

—No pensaba decir eso. Ella me ha dado la confianza de que la llame así y no me parece mal o incorrecto.

—Es que suena como si fueran las íntimas amigas...

—Empiezo a creer que ella y yo sí podríamos ser amigas, pero nunca seríamos tan cercanas, al menos no nos veo así. Eso sí, le agradezco que se preocupa por mí y por todos.

—¿Lo hace? —Kara no dudaba que Andrea se preocupaba por Lena, pero no podría asegurar que los demás trabajadores le importaran de la misma forma, algo le decía que no.

—Sí. Cada vez se interesa más por cuestiones que tienen que ver con el personal, está asumiendo un buen liderazgo.

—Yo sólo espero que los trate bien a ti y a Brainy, aunque sería mejor si toma su distancia.

—Y toma su distancia, lo único que le importa es que estemos bien. Un trabajador feliz, significa ganancias para ella, es todo. Igual ya sabe que tengo novia y que estoy muy enamorada—Kara sonrió ampliamente, le gustaba que Andrea supiera que Lena ya tenía novia.