CARLA
¿Qué estaba haciendo?
Dentro de una semana mi vida cambio radicalmente... decidí aceptar casarme con Marcos, o sea no tengo otra opción. Por otro lado, me besé con Samuel, estando prometida con otro.
Que puto caos.
Lo único que me alegraba el día era la llamada de Lu, quien me decía que va a volver a Madrid porque ahora será la dueña de una empresa de negocios.
Me alegré por ella, pero de nuevo va a tener que sumir el rol de mejor amiga que necesita resolver mis putos problemas.
-Lu es tu mejor amiga, ¿no? - decía Marcos durante el desayuno
Asentí con cabeza.
-Por fin voy a conocerla, dicen que es importante que la mejor amiga y futuro esposo se llevan bien.
Joder.
No me aferro a esa idea, aún no.
-No voy a ir al trabajo hoy - dije levantándome
De pronto él me toma por la mano, de manera brusca.
-¿Qué dijiste? ¿Oí bien?
-No me apetece ir...
-¿Te crees que puedes comportarte de esta manera? ¿Te olvidas que vas a ser mi esposa?
¿Qué coño le pasa?
-Esto no tiene nada que ver contigo, necesito tomar un día para mi misma y ya.
Él se levanta y se acerca a mi sonriéndose, luego pasa mano sobre mi mejilla.
-Mi amor, es que tú no me estás escuchando... el que sea tu futuro esposo significa que vas a hacer todo lo que yo te diga. Eres mía, si yo quiero que tú trabajas vas a hacerlo, si quiero hacer el amor contigo vamos a hacerlo y si no quiero que estés cerca de Samuel, también vas a alejarte de él.
¿Qué tiene que ver Samuel con todo esto?
-No me miras así, no lo quiero cerca de nosotros.
-¿No entendiste que entre él y yo no hay nada?
-Lo dices, pero de todos modos no lo quiero cerca.
No me gusta su personalidad, se volvía más oscuro y controlador... me daba miedo.
Me decía que podría tomar un día libre, pero mañana tendré que regresar al trabajo.
Pase todo el día sentada cerca de la piscina, leyendo el libro.
Esa tranquilidad detuvo Mireya, quien me saca de mis pensamientos.
-Señorita, un amigo suyo ha venido a verla.
-¿Quién?
Ni siquiera obtuve respuesta cuando vi a Samuel caminar hacia mi lado, entonces Mireya se fue dejándonos solos.
-¿Qué estás haciendo aquí? ¿Te volviste loco?
-Espere hasta que todos se fueran.
-Samuel, vete de aquí, por favor - dije preocupada
Él me mira incrédulo, de nuevo no tiene ni puta idea que estoy diciendo por qué no sabe nada de lo que paso antes.
-No me pienso mover, te hice una visita de amigo, somos amigos, hemos sido compañeros de curso, ¿no?
Su sonrisa lo delata.
No somos compañeros ni amigos, somos dos pares de idiotas que siguen enamorados uno del otro.
Él sienta por la silla en frente de mí, no entendí que es lo que quería ahora.
-Sigue leyendo tu libro, yo voy a estar aquí mirándote.
Le hice el caso, pero no pude concentrarme.
-No puedo así...
-¿Por qué? - se hace el tonto
-Me incomoda que me estás mirando, lo haces a propósito.
-Ahora estoy seguro de que me quieres y que te estás casando por obligaciones - decía
-¿Tan seguro estás? - susurro con voz profunda
El sonríe cautivado por mi belleza y mi voz.
-Te conozco, sé cómo eres, te conozco mejor que nadie - decía
-También deberías saber que estás muy equivocado, como siempre.
Él se ríe.
Va a ser difícil de convencerle, joder.
-No me empujaste la otra noche - decía
-¿Qué?
-Cuando te bese no me empujaste, no me rechazaste porque querías besarme. ¿No es así?
Me levanté de silla, daba vuelta, abrazando a sí misma... tenía miedo de todo lo que está por suceder.
Oí sus pasos acercándose hacia mí, haciendo que me sienta más débil.
-Querías besarme y no sabias como - susurra en mi oído
-Samuel...
-Y querías sentir mis besos, como de costumbre soy yo el que da el primer paso.
Di vuelta con intención de rechazarlo o hacerle creer que está equivocado, pero me encuentro con esos ojos marrones, esos labios que provocan tantas cosas en mí y ese rostro... el rostro de amor de mi vida.
-Si seguimos jugando con fuego, vamos a quemarnos.
-A mí no me da miedo.
-¿Te estás oyendo? ¿No entiendes lo que significa estar cerca de mí?
-Dímelo...
-Vas a acabar muy mal y luego yo voy a pasar toda la vida odiándome por eso.
No entiende de lo que le hablo, es confundido.
-Hago daño a todo lo que toco, no me hagas que tu también seas parte de lista de personas que han terminado mal.
-No sabes lo que dices, no eres sí... no quieres hacerle daño a nadie.
-No quiero, pero las cosas pasan por algo.
Él niega con cabeza, cierra todo el espacio que hay entre los dos al tomarle por la cintura.
-Estar contigo significaría ser el hombre más feliz del mundo, ¿no lo entiendes?
-Voy a casarme dentro de pocos meses.
-¿Y que?
Sonreí al darme cuenta de que sería capaz de ser mi amante con tal de no perderme, de no perder este amor...
-No insistas, por favor.
-Vale... me voy a ir con una condición.
-¿Cuál?
-Mírame a los ojos, dime que no quieres besarme... dímelo.
Estaba tan cerca de mí que no sabía que hacer, no lograba rechazarlo.
-Vamos, a ver si eres tan valiente cuando me tienes unos centímetros de distancia.
Mi mano sube sobre su cuello, lo tenía demasiado cerca... de pronto junté mis labios con los suyos, besándolo con mucha pasión.

ESTÁS LEYENDO
Elite 5: Vuelve
FanfictionLa relación de Samuel con chica nueva se va cayendo poco a poco con regreso de una cara muy conocida, con la llegada de chico nuevo y otros secretos más.