-CAPITULO 21-

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SAMUEL

Esto no puede estar pasando, ella no puede estar casándose con el... ni siquiera se conocen lo suficiente para entrar en un matrimonio.

Llevaba bebiendo whiskey toda la noche, no me encuentro bien sabiendo que voy a perderla para siempre.

-¿Qué es esto? ¿Estás borracho? - cuestiona Benjamín

Lo que me faltaba, alguien quien va a juzgarme.

-Déjame solo, ¿quieres?

-Ari va a estar aquí en unos minutos, no quiero que te vea así.

-Entre ella y yo ya no hay nada, te lo dije y no pienso seguir repitiéndolo como un imbécil.

Me mira incrédulo, pero ya estaba harto de complicar mi vida aun más.

-Si quieres que te ayude con la beca, vas a tener que escucharme.

¿Ahora pretende chantajearme?

Le ignoré por completo, seguía bebiendo y bebiendo para poder soportar el show de Carla.

La vi sola y decidí acercarme, pero en ese camino se cruza Teo.

-¿Qué tal, chaval? ¿Qué te parece la noticia que oíste? - dice riéndose

-¿El hecho que Carla se va a casar con un tipo que ni siquiera le gusta? - respondí con mismo tono

La sonrisa desaparece de su rostro.

-Has perdido esta guerra, date cuenta.

-Eso ya lo veremos.

-¿Perdón?

-Lo que oíste.

-Es mejor que no te vuelves a acercar a mi hija, no pienso permitir que destruyes esa relación.

¿Relación?

Entre ellos no hay nada, joder.

Cuando vi Carla caminando hacia los baños, la seguí.

No pienso dejar que se escapa de mí tan fácilmente.

-¡Carla!

Ella sigue dando la vuelta, no se atreve ni mirarme.

-No cometas esta locura, te lo ruego.

Da vuelta y pone esa cara fría, va a tratar empujarme de su lado de nuevo.

-¿Locura?

-¿Por qué te estás casando con un tipo que ni siquiera conoces? ¿Acaso sabes algo sobre el?

-¿No has pensado que igual quiero casarme con el?

Me reí.

-¡Tú me quieres a mí, con esto solamente me demuestras que pretendes vengarte por lo que paso y sin escucharme!

-¿Vengarme de ti? ¿De verdad crees que estoy pensando en eso?

Me empuja molesta.

No pienso darme por vencido, me acerqué poniendo mano sobre su rostro, mirándola profundamente en los ojos.

-Yo nunca voy a renunciar a ti, aunque te cases vas a ser mía y no me importa - susurro sobre sus labios

-Samuel... - susurra en protesto, su mano baja por mi pecho

Una voz hace que nos alejamos uno del otro de inmediato.

-¿Ya nos vamos a la casa, amor? - decía Marcos mirándonos con furia

Aprieto las manos al oír esa puta palabra... amor.

-¿Qué estaban haciendo? - cuestiona al cruzar los brazos

-Le estaba felicitando - respondí

-Ya lo hiciste.

Lo odio.

Salí de ese lugar lleno de rabia, toda la noche pasé junto a Omar y Rebeka... bebiendo de nuevo.

-Ella no se esta casando con ese tipo por amor.

-Joder, Samu... ¿quién se casa por amor hoy? - decía Omar

-Tiene razón, es el mundo de los ricos, es una marquesa.

-Ese tipo no me cae bien, lo peor de todo es que esta trabajando en colegio también.

Quería partirle la cara, no me gusta su comportamiento, hay algo raro en el, muy raro y no son celos.

-¿Te llevo a tu casa? - dice Omar

-Necesito que me llevas a otro lugar.

Omar no tenia ni idea donde queria irme, pero dentro de treinta minutos nos encontrabamos en frente de casa de Carla.

-Esto no esta bien, te meterás en peligro.

-Vete.

-Samu...

-Yo sé lo que estoy haciendo.

-Joder, es que no me escuchas.

-Omar, agradezco mucho tu preocupación, pero por favor vete ahora.

Omar asintió con cabeza, estaba preocupado por mí, pero le aseguré que voy a estar bien.

Toque las puertas de casa de Carla, lo hacía par de veces hasta que por fin abre las puertas. Ya sé que eran las cuatro de madrugada y que todo el mundo dormía, pero ella no podía dormir, ni yo tampoco.

-¿Qué estás haciendo aquí en estas horas? - decía con miedo en su cara

-Para terminar lo que empezamos.

-Samuel...

Entre en su casa y sin su permiso, ella cierra las puertas con mucho cuidado.

-Todos están durmiendo, no puedes estar aquí.

-No te cases con el.

-Samuel...

Me acerqué a ella, poniendo la mano sobre su mejilla, ella no tenía valor suficiente para mirarme en los ojos, cada vez que lo hacía pude ver su debilidad hacia mí.

-Ya te lo dije, si te casas con el yo no voy a alejarme de ti, tú tampoco vas a lograr alejarme de tu lado. Igual sea cursi o una estupidez, pero el hecho de que estés mujer casada no significa absolutamente nada para mí porqué ese matrimonio es una mierda que no tiene nada que ver con sentimientos.

Me mira en los ojos, lo que dije era la verdad y lo sabía.

Nuestros narices se rozan, mi otra mano sube sobre su mejilla y pego mis labios sobre los suyos, besándola profundamente.

Nuestros narices se rozan, mi otra mano sube sobre su mejilla y pego mis labios sobre los suyos, besándola profundamente

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