-CAPITULO 32-

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CARLA

Cercanía de Samuel me tiene muy mal, aún tengo que verle la cara todos los días, no solamente a él sino también a Ari. Aunque trate de querer a Marcos, no puedo, no le quiero y nunca le voy a querer.

-Te lo dije, ese muchacho, lo único que sabe provocar es daño – decía mi papá

-Por favor, no empieces.

- ¿No tengo razón? ¿No es eso lo que está haciendo contigo?

- ¿Desde cuándo te importa mi vida? ¿Acaso te importa que lo que paso entre Samuel y Ari me hace daño?

Mi papá se acerca a mí, se veía intranquilo y confundido.

-Dime algo, pero sea sincera.

No podría ni suponer que es lo que quería saber, de seguro tenía que ver con Samuel.

- ¿Marcos te hizo algún daño?

- ¿Qué?

-Responde, por favor.

- ¿Daño?

-Sabes muy bien a lo que me refiero, ese día que estaba aquí se veía un poco agresivo y...

- ¡No sigas!

Marcos si era una persona muy terca y a veces si era violento, pero no quería hablar de eso.

-Mira, Carla... te voy a decir algo y esto vas a oír solamente esta vez, espero que después de eso te olvides de lo que dije.

¿Qué coño le pasa?

-Prefiero mil veces que estés con Samuel antes de que sigas con Marcos, es necesario que lo sepas.

¿Por qué dice eso?

¿Acaso se daba cuenta de esa agresividad de Marcos?

No deje de pensar en eso todo el día, sentí más tranquilidad, ya que Marcos estaba en una reunión en Barcelona.

Quedé dormida, pero de repente desperté al oír alguien tocando las puertas pares de veces.

Me desperté asustada y camino hacia las puertas abriéndolas.

- ¿Tú?

Vi a Samuel muy borracho, no tenía buena cara, ni siquiera podía estar de pie.

-Yo... de seguro esperabas ver a tu esposo – se ríe

-Por favor vete, ¿sí?

-Estoy muy mal, Carla.

No quería ni verlo, pero me daba pena verlo en ese estado, me dolía.

-En cambio, tú, tú sigues con empeño de hacernos daño, sigues alejada de mí y no me dejas otra opción que seguir destruyéndome.

¿Ahora yo tengo la culpa?

-Si viniste para echarme la culpa, te puedes ir.

-No vine a eso, vine porque quiero estar contigo.

Me toma por la cintura con ganas de besarme, de nuevo sentí descontrol y las ganas enormes de estar con él.

-Siempre tienes que arruinar todos mis planes, Samuel – me queje

Samuel besa mis labios apasionadamente, aunque mi mente me decía que debería empujarlo, mi cuerpo no hace nada más que atraerlo hacia mí y seguir con los besos.

Elite 5: VuelveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora