Elite 5: Vuelve

-CAPITULO 29-

SAMUEL

Ari llevaba días molestándome con sus llamadas, ya no sabía cómo explicarle que no quiero tener nada con ella. Estoy enamorado de Carla y siempre lo estaba, fui tonto en negarlo, pero ahora ya no tengo tiempo para hacer el papel de tonto.

-Por fin apareciste... - se queja Ari

-Dime lo que quieres de mí y hazlo ya.

- ¿Y esa reacción?

¿De qué coño va?

-Entre tú y yo ya no hay nada, de hecho, dejo de existir desde hace mucho tiempo.

Ella se ríe irónicamente.

-Pero, cuando follábamos no hablaste así...

-Estaba tratando a olvidarme de Carla y eso es todo.

Ella me toma por la mano.

- ¿La misma Carla que está a punto de casarse con un tipo muy rico en vez de estar contigo?

Me sonreí y es porque no puedo creer que está jugando esa carta tan barata, es que si Carla se está casando con ese tipo es porque tiene que hacerlo.

-No tienes ni idea de lo que estás diciendo, tienes una obsesión conmigo y eso tiene que parar ya.

-Estoy embarazada.

Primero pensé que no oí bien, pero luego me di cuenta de que lo mío con Carla se está volviendo cada día más y más imposible.

-Oíste bien, estoy embarazada.

- ¿Y por qué crees que es mío?

Ella deja de sonreírse.

-Estaba contigo, Samuel.

-Sí, estabas conmigo... y ese es otro misterio del cual tendríamos que hablar.

-Mira, mi papá podría confirmarte que estoy embarazada y ya, pero no te vas a salir con la tuya.

¿Se estará volviendo loca?

¿Qué coño debería hacer ahora?

Por la noche acorde que Carla debería pasar por mi casa, queríamos hacer algo más que sentirnos como dos enamorados destinados a estar con otras personas.

Pero, me sentí mal... tenía que contarle lo que Ari me dijo.

¿Cómo lo hago?

-Estás bastante callado – decía mientras comía los macarrones

-Estoy comiendo...

Ella sigue comiendo, pero hace una mueca de desagrado, sabía lo que me pasaba.

- ¿Tan poco me conoces? ¿Piensas que iba a creerte?

Fijaba mi mirada hacia ella, tenía que ser sincero y romper una nueva esperanza que estaba naciendo.

-Ari está embarazada – dije

- ¿Cómo?

-Está embarazada.

Carla deja caer su plato en el suelo, sigue mirándome y esperando oír que es una broma... me dolía el corazón al ver sus ojos llenos de lágrimas.

¿Por qué coño no podemos ser felices de una buena vez?