Elite 5: Vuelve

-CAPITULO 23-

SAMUEL

Haber decidido estar viéndome con Carla a escondidas, igual no ha sido la mejor opción, pero es lo único que me queda. No puedo vivir sin ella, seguir sin que ella está de mi lado.

Estar en el colegio es lo peor porque Benjamín sigue con su empeño de que me reconcilie con Ari, mientras ella sigue corriendo detrás de mí.

Por la noche estaba estudiando para otro examen, quería terminar con este colegio lo antes posible. Oí timbre de puertas y automáticamente me puse mal, sabiendo que podría ser Ari o incluso Benjamín.

La persona seguía insistiendo, así que tire el libro y me levante de cama.

-Voy...

Me acercaba a las puertas y el timbre no para de sonar.

-¡Ya voy!

Abrí las puertas y me encontré con Carla.

-¿Tú? - dije sonriéndome

-Es necesario que hablemos.

Entra adentro y por su postura de siempre entiendo de que va.

-Te escucho...

Carla da vuelta por fin decidida a hablarme, esto ya me lo había visto antes.

-Tenemos que terminar con todo esto, voy a casarme pronto.

-Joder...

-Es mejor que no vuelvas acercarte a mí, al menos que eso sea en colegio.

-¿Tú no quieres que me acerque a ti porque quieres terminar con esto o porque tienes miedo de caer en tentación de no querer alejarte de mí nunca más? - cuestione

-No me hagas las cosas más difíciles...

-¿Cómo lo haces tú conmigo?

No va a lograr ganarme el juego, ya conocí todas sus caras, le conozco lo suficiente para saber que me quiere.

-Samuel, por favor...

-Si quieres irte, vete, pero no vuelvas nunca más.

Di vuelta esperando que haga lo que le pedí o no.

Oí como las puertas se abren y también como se cierran.

Quería cerrar capítulo de mi vida con Carla, pero es imposible... la amo demasiado como dejarla ir, pero yo soy el único que está haciendo mayor esfuerzo aquí.

De repente, ella pone mano sobre mi brazo volteándome, sus manos suben sobre mi cuello.

-No me dejas ir - susurra sin voz

-No puedo dejarte ir.

-Soy tonta, a veces...

Juntamos nuestras frentes aun mirándonos en los ojos.

-Me jode que vas a casarte con otro, pero lo que me hace sentir bien es saber que me quieres a mí... siempre lo sabía.

-Yo no quiero que nada malo te pase, Samuel.

-No me pasará nada malo si te tengo a ti de mi lado.

Le miro en los ojos y había algo... me escondía algo y aún no estaba dispuesta a hablarme.

-Quédate aquí esta noche - susurro en su oído

-No sé si sea buena idea.

-Por favor, pasa la noche conmigo - dije al volver mirarla

Ella sonríe suavemente.

-¿O prefieres irte a tu casa con tu prometido?

-Sabes que no.

Me besa en labios de manera suave, luego empieza lamerlos, hicimos el amor toda la noche como sabíamos hacerlo. Mientras todo el Madrid estaba dormido, nosotros estábamos despiertos, mostrándonos cuanto nos queremos.