Lemons (Gremory + Ouroboros)

Mi Amiga, una Succubu.

Él era magnífico... No había otra manera de describir un cuerpo como el que tenía este tipo... El pecho perfectamente desnudo, los abdominales impresionantemente desarrollados, los bíceps perfectamente tonificados y.. ¡Por Lucifer! Esos muslos fuertes y duros que conducían directamente a la parte más preciosa de él.

Ella lo tenía y ¿Dios? la ayudara, no iba a dejarlo ir... No hasta que hubiera exprimido hasta la última gota de energía de su hermoso cuerpo.. ¡Maldita sea! Pero aún podía apreciar el trabajo del hombre de arriba.. ¡Ciertamente sabía cómo corregirlos!

Yacía desnudo y quieto, atado por las muñecas y los tobillos a los postes de la esquina de la cama, no muy apretados ya que ella quería que pudiera moverse, pero él no sería capaz de dejarla... Su energía sexual la iba a alimentar durante mucho tiempo.

Ella se sentó a su lado con una sonrisa jugando en sus labios. Por este haría todo lo que estuviera a su alcance para asegurarse de que durara mucho, mucho tiempo.

No había costado mucho atraer a éste... Ella normalmente tenía que trabajar más duro para sus comidas, pero él prácticamente se había entregado a ella con su arrogante seguridad en sí mismo.

Él también era un viajero, nadie sabría que estaba perdido para que ella pudiera tomarse su tiempo de disfrútarlo al máximo... La bebida que ella le había dado mezclada con el afrodisíaco más poderoso que podía hacer aseguró una larga sesión con este.

Pasó sus dedos suavemente sobre su cadera desnuda apenas tocando la piel mientras se deslizaba sobre la pequeña hendidura... Todo su cuerpo reaccionó a ese simple toque.

Un suave gemido de placer salió de sus labios cuando sus ojos se abrieron... Su hombría de generosas proporciones, que ya se estaba endureciendo, se puso completamente de manifiesto al tocarlo... Sus caderas se elevaron presionando contra su mano.

Ella se puso de pie sonriéndole y permitió que su túnica de raso rojo se deslizara de sus hombros y bajara al suelo dejándola desnuda ante él... Su sonrisa arrogante no hizo más que mejorar la belleza de sus rasgos.

— Oh, por...

Susurró sus ojos recorriendo su forma desnuda tomando la plenitud de sus pechos, el estómago apretado, y deteniéndose para mirar con asombro los suaves rizos rojos de su región inferior.

— Mátame ahora, no hagas esto.

— ¿Cuál sería la diversión en eso?

Dijo mirando su cuerpo endurecido.

— Te llevaré al cielo.. y al infierno mucho antes de que eso suceda.

Ella se agachó y pasó sus manos sobre su pecho desnudo, sus palmas sensibles disfrutando de la gloria de sus músculos fuertes y firmes.

Ella pellizcó sus pezones y recibió un gemido de placer como resultado... Ella se levantó lo suficiente para permitir que su largo cabello rojo y sedoso acariciara suavemente su ya sensible cuerpo.

Él se estremeció debajo de ella tensando aún más su corazón acelerado por el toque... Se inclinó acariciando su cuello saboreándolo por primera vez disfrutando del sabor de su piel, de la masculinidad salada de él... Ella le mordisqueó suavemente la oreja.

— Suéltame.

Le rogó con voz ronca.

— Por favor. No puedo soportar esto, necesito...

— Bien.

Respondió ella sexy.

— Porque.. te quiero necesitado. Te quiero tan necesitado que sientas que vas a explotar.