Capítulo 22

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22._Noticias desagradables

Tayden

Mentiría si les dijera que no he gritado a los cuatro vientos que voy a casarme con el amor de mi vida.

Literalmente todo el reino supo la noticia en menos de una hora

¿Qué puedo decir? Estoy emocionado.

Mis amigos por supuesto también se emocionaron mucho al saber que Emersyn me dijo que sí, y están muy felices por nosotros, ellos nos están ayudando a planear todo (Hughes y Landon se están peleando por el puesto de padrino de bodas) y queremos casarnos en unos meses.

Emersyn por cierto adora el anillo, a veces la veo mirarlo por un tiempo y siempre está sonriendo.

Yo también adoraría un anillo con sopotocientos mil diamantes. Tendrías que ser muy tonto para no hacerlo.

Y hablando de Emersyn, hoy no la he visto en todo el día, como ya dije estamos planeando todo y pues, en este momento ella está con las Darya, Landon y Eldora planeando su vestido mientras que yo llevo todo el día con Caelum, Camelum, Hughes y hasta Priamos, preparando lo que voy a usar.

—No, este no me gusta, se ve muy estúpido —Ya ni siquiera sé quien me habla, he estado despierto desde muy temprano y me estoy cayendo de sueño.

—¡Tayden pon atención! —levanto la cabeza de golpe ya que se me estaba yendo de lado y miro a mis acompañantes.

—¿Qué?

—Te preguntamos que opinas de este atuendo.

Me miré al espejo que estaba en la pared de la habitación, me veía horrible.

—Lo detesto.

—Has dicho eso de todo lo que te hemos probado —reprimió Hughes.

—Porque no quiero nada de esto, quiero irme a dormir.

—Ya no nos falta mucho, además aún es temprano.

—Ajam, tan temprano que Priamos ya está dormido —lo señalé, estaba dormido acomodado en el brazo del sofá.

—¡Oye despierta! —Caelum lo removió y se despertó de golpe —No estás ayudando en lo absoluto.

—¿Ah? —talló sus ojos con sus manos y se aclaró la garganta —Por todos los cielos, dejen en paz al pobre Tayden, otro día podemos seguir con esto ahora dejen que se vaya a dormir.

—Muchas gracias —dije de todo corazón, me quité el horrible traje que llevaba puesto y salí de ahí apresuradamente.

Cuando llegué a mi habitación las velas estaban apagadas, sólo entraba por la ventana la tenue luz de la luna. Emersyn estaba dormida en la cama, le di un pequeño beso en la frente y me acosté del otro lado de la cama.

—¿Día cansado? —murmuró mientras se acurrucaba más junto a mí.

—Ni te lo imaginas —suspiré agotado.

—Creo que si puedo imaginarlo.

—¿El tuyo también lo fue?

—Fue espantoso, Darya insultó al vendedor por no tener un vestido que me gustara.

—Esto se va a salir de control, deberíamos ir con un sastre, pedir un traje y un vestido como nosotros queramos y ya.

—Tienes razón —bostezó —Hay otra cosa que quiero hacer.

—¿Qué es?

—Quiero... quiero ir a ver a mi padre.

Espera, eso no me lo esperaba.

Los pasadizos del castillo [COMPLETADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora