7._ Días de celebración y deseos
Emersyn
-¿Puedes callarte ya?
-Padre por favor, llévame contigo -supliqué por enésima vez.
Hoy era un día importante, era el día de los caídos, el día donde se conmemora a aquellos inocentes que murieron en la gran masacre, y también a los que ya no están con nosotros, y yo no podía ir porque aún no cumplo quince años y aún no me presentan al reino.
-Ya dije que no, aún no cumples la edad, y hay que cumplir la ley.
-¿La ley? La ley dice que yo debo escoger a mi futuro esposo y debo conocerlo en mi fiesta.
-Pero eso nadie lo sabe.
-Yo podría decirlo.
-Ya dije que no, ahora vete.
-Padre por favor déjame ir, me portare bien lo prometo -suspiró pesadamente, una clara señal de que se estaba hartando.
-¿Si te dejo ir, cerrarás la boca y me dejarás trabajar?
-¡Sí!
-Entonces ve a cambiarte antes de que me arrepienta.
-¡Gracias padre! -Le di un abrazo a pesar de que él no quería y fui corriendo en busca de Darya.
-¿En serio te ha dejado ir con él? -Ella tampoco lo creía.
-¡Sí, tienes que ayudarme a cambiarme!
Un momento después estaba lista, mi cabello estaba en una trenza y llevaba un vestido amarillo sencillo pero a la vez elegante.
-Te ves preciosa.
-Gracias.
-¿Te das cuenta de que esta será tu presentación oficial ante el reino?
Oh vaya, no había pensado en eso.
-No lo había pensado.
-No estés nerviosa, lo harás bien.
-¿De verdad lo crees?
-Totalmente, ven, es hora.
Prácticamente corrimos a la puerta principal porque mi padre ya se iba, afuera estaba un carruaje esperando por nosotros, sólo que no era nuestro.
-¿Quién vendrá con nosotros padre?
-El rey Dalziel y su hijo, nos acompañarán hoy y mañana.
Adiós a nuestros planes.
Cuando el paje abrió la puerta del carruaje, ahí estaban, padre e hijo con las expresiones más serias que he visto en toda mi vida, saludé al entrar al vehículo y ambos reyes empezaron a conversar. Daileass no me miraba, no miraba a nadie de hecho, quien sabe que estaba pensando.
¿Y a quién diablos le importa si Daileass te mira o no?
Exacto.
Llegamos al centro del pueblo, donde se hacía la celebración, había una alfombra roja que llevaba a una tarima techada, donde habían cuatro tronos, aunque dos de ellos eran más pequeños.
Un par de trompetas sonaron cuando mi padre y yo bajamos del carruaje.
-¡Todos reverencien al Rey Barclay y a su heredera, la princesa Emersyn! -Todos los presentes obedecieron y luego estallaron en vítores.
No podía dejar de sonreír, muchos me saludaban y trataban de acercarse a mí pero los guardias no lo permitían.
"¡Es preciosa!"
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Los pasadizos del castillo [COMPLETADA]
Fantasía¿La historia? Un empleado del castillo que se enamora de una doncella. ¿El problema? Es la princesa. ¿Lo peor? Está comprometida. ¿El colmo de los colmos? Su futuro esposo es malvado. ¿La parte buena? El protagonista hace lo imposible para evitar es...