Capítulo 23

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23._ Nuevo entrenamiento.

Tayden

Hughes seguía tosiendo y tratando de respirar a mis espaldas, el fuego me abrazaba, el aire se me iba y la piel me empezaba a arder.

¿Será que en serio este es nuestro fin?

Me costaba mucho respirar y los ojos me pesaban, a mi alrededor sólo se oía el crepitar del fuego y...

¿Eso es un ladrido?

Traté de enfocar mejor la imagen frente a mí, y aunque aún veía borroso, pude distinguir la cara de un lobo blanco que muchas veces había visto.

Con algo de esfuerzo me subí en su lomo y me volví a ver como Hughes también lo hacía. No me pregunten como, porque no sabré que responderles, los lobos se las arreglaron para sacarnos de ahí, pero no estábamos ilesos, me costaba respirar aire limpio y no dejaba de toser, tenía quemaduras en muchas partes del cuerpo además de mi ropa, los demás estaban igual o peor que yo.

Tardé un momento en darme cuenta que una multitud se había congregado alrededor de nosotros, era la gente del pueblo que había visto lo sucedido y venía a ayudarnos, la mitad estaba apagando el fuego, la otra tenía ungüentos y remedios para nuestras heridas y nos lo aplicaron mientras nos preguntaban lo que había sucedido.

Ellos sólo vieron un dragón gigante saliendo del castillo, no saben ni una quinta parte de la historia.

-¿Qué ha pasado?

-¿Qué era esa cosa? ¿De dónde salió?

-¿Dónde está el rey, y los guardias? -era lo que más repetían en la avalancha de preguntas que nos hicieron.

-Calmense, por favor -pedí mientras trataba de organizar mis ideas -. Todo esto ha sido un intento de usurpar el trono por parte del príncipe Daileass de Sylvain.

Todos murmuraron a mi alrededor entre asustados y sorprendidos, yo continué.

-No consiguió el trono, pero si acabó con la vida del rey y todo aquel que intentó defenderlo.

Ahora sí, caos.

Gritos y desesperación, apenas escuchaban lo que estaba diciendo.

-Que por favor las mujeres no entren al castillo, es una escena horrible y no se los recomiendo.

-¿Y la princesa Emersyn? -preguntó alguien, yo lo que más quería era que me dejaran en paz ya que me dolía el cuerpo y quería ir a verla.

-Debe estar llorando la muerte de su padre, así que espero que absolutamente nadie vaya a molestarla.

Me volví hacia los chicos, los gemelos tenían quemaduras tan graves que no podían transformarse, Hughes y yo los cargamos como pudimos y volvimos al castillo. Los pasillos por donde Daileass había pasado estaban destrozados, a media que nos acercábamos al salón del trono más claro era el sonido de los sollozos de Emersyn.

Al entrar lo primero que puedes ver es al rey muerto, sentado en el trono con una daga clavada en el pecho, si sigues la mancha de sangre de su torso te encontrarás en su regazo a Emersyn, que llora por él, y a cada lado están Darya y Eldora que seguramente llegó hace un rato.

-¡Por Bylur! ¿Qué les ha pasado? -Darya es quien se da cuenta de nuestra presencia y nos mira con horror, Eldora también nos nota y se apresura hacia nosotros para curarnos.

-Encárgate de ellos, yo estoy bien -le digo en voz baja, y aunque no es del todo cierto, lo único que me importa es Emersyn.

Me aproximo a ella y tomo su mano con cuidado, le susurro pero no me habla, sólo llora. Coloco mi mano en su cintura y la hago levantarse, ella inmediatamente me rodea con sus brazos y llora en mi pecho mientras yo la abrazo fuerte, para que sepa que estoy aquí y no voy a dejarla sola.

Los pasadizos del castillo [COMPLETADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora