Los pasadizos del castillo [COMPLETADA]

Capítulo 9

Hola alitas!
He editado el capítulo para informarles que hemos ganado el 5to lugar en el concurso de Navidad de Editorial Somnia y estoy muy feliz!

Paso también para felicitar a Andri (una de mis alitas más queridas) por su cumpleaños, felicidades!

Ahora sí, disfruten

9._ El cumpleaños

Sentía que volaba en una nube mientras regresaba a mi habitación. No podía creer que por fin se lo había dicho, sentí que me quitaba un gran peso de los hombros.

Aunque esa sensación desapareció cuando vi a Hughes sentado en su hamaca de brazos cruzados.

—No preguntaré nada, por la expresión en tu rostro ya sé de donde vienes. —No dije nada, sólo me preparé para dormir —. ¿En serio no vas a decir nada?

—¿Y qué rayos quieres que te diga?

—Puedes empezar porque mentiste, te fuiste sin decir a donde, y regresaste tarde con cara de haber estado con nosotros sabemos quien.

—Pues sí, lo hice ¿y qué? —lo miré frustrado.

—¿Cómo que y qué, no te das cuenta? ¡Esto puede costarte la vida! ¿Realmente vale la pena que hagas todo esto para nada?

—No es para nada Hughes.

—¡Claro que si, ella va a casarse!

—¡Ella no lo ama!

—¿Y te ama a ti? —No dije nada, sólo me acosté y le di la espalda.

—Se supone que eres mi amigo, deberías apoyarme —hablé luego de un rato.

—Si te apoyo, y porque soy tu amigo te digo la verdad aunque no te guste —suspiré y me acomodé boca arriba mirando el techo —. Escucha, entiendo que estés enamorado de ella, pero tienes que parar un poco, ella está comprometida y no puedes cambiar eso, y si sigues así el único que saldrá herido serás tú.

—Se lo he dicho. —Casi se le cae la cabeza cuando volteó a verme, estupefacto —. Y nos hemos besado.

—Oh... ¿y qué pasó después?

—Me sonrió y volvió a su habitación.

—Bueno... pudo ser peor.

—Debiste darme ese consejo antes —rió.

—No hubieras escuchado de todos modos. ¿A dónde la llevaste?

—¿Cómo sabes que salimos?

—Cuando vi que no estabas fui a buscarte y vi que su habitación estaba vacía, así que regresé a ver si tú también lo hacías.

—La llevé a la torre a las afueras del pueblo.

—¿Vieron muchas estrellas?

—Más de las que habíamos visto en toda nuestra vida.

—Me alegro por ti —sonrió.

Emersyn

¡Hoy es el día, es mi cumpleaños!

Me levanté muy temprano me arreglé lo mejor que pude y salí en busca de mi padre, a quien encontré en su despacho.

—¡Buenos días padre!

—Eran buenos —murmuró —. ¿Qué es lo que quieres?

—Hoy es mi cumpleaños, ¿no vas a felicitarme?