Capítulo 29

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29._ Sorpresitas

Tayden

Ahora entiendo lo que Priamos quiso decir sobre lo de que las cosas cambiarían cuando Emersyn y yo fuéramos un matrimonio.

Claro, pero en ese entonces no sabíamos que eras príncipe, y ahora eres rey.

Esto de ser rey es un poco complicado, mucho que hacer, tomar decisiones importantes, apenas llevamos unos meses y ya siento que voy a estallar, gracias a Bylur tengo a Priamos que me ayuda en todo lo que puede, sin embargo a veces me deja solo para que yo lo haga por mi cuenta.

Quien si lo está haciendo de maravilla es Emersyn, tiene ideas e iniciativas brillantes, el pueblo la adora y está más feliz que nunca.

Yo siempre le dije que sería una gran reina, y ahora se lo está demostrando a todos.

Como siempre estamos ocupados no nos vemos tan seguido, y desde hace un tiempo para acá, ella se ha sentido más cansada, incluso ahora, que estamos cada uno sentado en nuestro trono, firmando unas cosas y aprobando otras, ella se está quedando dormida, y me doy cuenta porque su cabeza poco va cayendo a un lado, lo que por algún motivo me hace sonreír.

Un ligero toque en su hombro es suficiente para que se sobresalte mirando a todos lados a ver que sucede, y yo empiezo a reírme pues la corona se le ha caído.

Ella me mira haciendo un mohín y recoge la corona para luego colocarla en su sitio.

—Lo siento, no sé qué me está pasando últimamente, tal vez estoy durmiendo mal.

—¿De qué hablas? Si duermes más que yo últimamente.

—No es cierto, siempre dices locuras —replica, volviendo a su documento.

—Puede ser, aunque se me está ocurriendo una —ella me observa con esa complicidad que sólo tenemos ella y yo, lo que me hace sonreír —. ¿Qué tal si salimos un rato?

—Tenemos deberes Tayden.

—Los deberes pueden esperar un momento, anda será divertido —ella frunce los labios mientras piensa, algo que suele hacer, al igual que entrecerrar los ojos, algo que me parece divertido en conjunto.

—De acuerdo, ¿que tienes en mente?

—Tú sólo sígueme —me quité la corona y la dejé a un lado e hice lo mismo con la de ella, le tomé la mano y la llevé afuera, a las caballerizas exactamente.

Sus ojos brillaron de emoción al darse cuenta de lo que estaba haciendo. Nosotros mismos preparamos los caballos y en menos de un segundo ya estábamos sobre ellos cabalgando por los terrenos del castillo.

Nunca se me olvida esta sensación, el viento en la cara y la facilidad con la que se puede alcanzar la velocidad es casi como estar volando.

Emersyn también se lo pasa bien, se le ve más contenta, incluso hacemos un par de carreras que siempre termina ganando ella.

Decido pedirle una revancha, ella acepta con gusto y una vez empezada la carrera tomo ventaja casi de inmediato, ella viene corriendo detrás de mí pero la dejo atrás, cuando llego a la meta que habíamos propuesto, celebro mi victoria, me doy la vuelta para verla pero al instante se me borra la sonrisa.

Ella y el caballo se han quedado a medio camino, pero Emersyn no parece estar bien, respira agitadamente, tiene una expresión que no me gusta para nada, y cuando trata de bajarse del caballo, se cae, y empiezo a entrar en pánico cuando pasan los segundos y ella no se levanta.

Inmediatamente galopo hacia donde está y ella sigue tendida sobre el pasto cuando me bajo del caballo y trato de despertarla, sin éxito alguno.

Sin pensarlo demasiado subo a uno de los caballos con ella en brazos y vuelvo a toda velocidad al castillo, una vez llego empiezo a dar gritos llamando a Eldora o a quien sea, para que me ayude.

Los pasadizos del castillo [COMPLETADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora