21 de diciembre
-Valentina, no tires de las flores hay que saber admirarlas y apreciarlas sin arrancarlas.
-Papá son muy bonitas y las quiero para mi habitación.
-Yo te traeré unas igual de bonitas.
Unas horas después, unas rosas igual de bonitas estaban en un jarrón de mi habitación. Corrí a abrazar a papá y él me levantó del suelo.
No hay nada más doloroso que acordarse de un momento feliz con esa persona que ahora no está. La relación con mi padre siempre había tenido sus más y sus menos, pero de pequeños éramos uña y carne. Tanto que llegaba a pasar más tiempo con él que con mi madre en las vacaciones. Cuando creces con padres tan ocupados aprovechas cada minuto de vacaciones para disfrutar de ellos. Hasta los 14 fue así. Y años más tarde me encontraba en la habitación de mi primo y con una situación inesperada. Mi madre tendría que aclararse, aunque yo tenía decidido que quería volver a España. Fuera como fuese.
Cuando salí fuera, mi madre y mi tía se preparaban para salir y me ofrecieron acompañarlas, pero no me apetecía nada.
-Pedri me ha llamado. Quería saber cómo estabas.
-¿Tan pronto?
-Son las 12, hija. En el mundo normal no es pronto.
Me rasqué la cabeza y sonreí.
-Voy a hablar con él.
Me volví a la habitación y cogí el móvil.
-Buenos días, vecinito.
-Buenos días, Valentina. ¿Cómo estás?
-Bien desde que sé que has llamado para preguntar por mí.
-Me alegro, chiquita. Estoy ya de camino a la comida. ¿Te apetece que hablemos esta noche?
-Como quieras, seguro que me vendré pronto a la habitación. Pásatelo muy bien.
-Luego te paso fotos del traje, vamos hablando ¿vale?
-Vale, te quiero.
-Te quiero, Valentina.
POV Pedri
Nos despedimos de algunos compañeros que se iban y otros nos quedamos tomando algo. Se acercaron algunas chicas a hablar con nosotros, pero sinceramente yo no estaba interesado en ninguna. Ahora mismo me apetecía estar con Valentina, en cualquier sitio pero con ella. Quizá le estaba dando demasiadas vueltas, pero me daba miedo admitir que me costaba estar sin ella. Entrenando y en el campo no lo pensaba, pero sí una vez salía de la Ciudad Deportiva. Me dolería que se fuese a vivir a Italia y sin planearlo decidí contárselo. Me despedí de mis compañeros y salí hacia casa. Habíamos estado casi todo el día sin hablar, únicamente le había pasado las fotos y ella había reaccionado como esperaba. Una vez en casa, me fui a mi habitación, me deshice de la americana y di al botón de la videollamada.
-Hola, bonito.
-Hola, preciosa.
-Estaba leyendo un libro esperando a que me llamases. —me enseñó el libro y lo dejo en la mesita— ¿Cómo te lo has pasado?
-Ha ido muy bien, solo faltabas tú esperándome aquí.
-Ya me gustaría, vecinito.
-¿Te gustaron las fotos?
-Sí, estás muy sexy.
-¿Sabes lo que me apetecería ahora mismo?
Valentina sonrió, sabía perfectamente por donde iba y corrió a coger sus auriculares.
-¿El qué, vecinito?
-Tenerte encima de mí, pero como sé que eso no es posible quería contarte otra cosa.
Empecé a desabrocharme la camisa y Valentina miraba divertida.
-¿Qué cosa? ¿Te encuentras bien?
-¿Por qué lo dices?
-Estamos en pleno diciembre y estás desabrochándote la camisa.
-Hace calor, vecinita.
-Venga, dime que habías pensado. Ahora me tienes intrigada.
-Sé que las cosas pueden ponerse difíciles y ya te dije que iba a apoyarte en todo, pero llevo un tiempo pensando en algo que puede parecerte una locura porque nos conocemos desde agosto, las cosas no han sido fáciles entre nosotros...
-¿Qué locura?
-Llevo un tiempo pensando que me gustaría levantarme y verte a mi lado, desayunar contigo, ducharnos y que cuando volviese de entrenar estuvieses aquí. Ya sabes que cuando estoy contigo me siento como en casa y en nuestro viaje a Milán me di cuenta de que estaba en lo cierto. Es una locura, pero si las cosas siguen así, me gustaría que vinieses a vivir conmigo, Valentina. ¿Aceptas?
Ella se quedó sorprendida. No se lo esperaba. Silencio durante unos segundos y yo agaché la cabeza. Quizá las copas de más me habían animado y no tenía mucho sentido plantearle esto.
-Me encantaría, Pedri, pero mi madre no va a permitirlo. Tengo aún 17, la selectividad, ahora el problema con mi padre.
-¿Podríamos negociarlo con ella?
-Eso si no quiere volverse a Milán. Yo no me atrevo a decírselo, tendrás que ser tú quien se lo diga y la convenza, aunque tenéis una envidiable relación. Seguro que a ti es capaz de decirte que sí.
-La tengo en el bote, vecinita.
Reímos.
-¿De verdad, te gustaría si no hubiesen impedimentos?
Asintió con la cabeza.
-Entonces, lo conseguiremos antes o después, Valentina.
-¿Tendrás que pasar Nochevieja en Barcelona?
-Aún no lo sé. Pero tenemos partido el día 3. ¿Y vosotras?
-Depende de lo que quiera mi madre, yo quiero volver, pero sé que ella se siente mejor aquí en Italia. Antes o después tendré que volver por las clases.
-Nos veremos pronto, Valentina. No te preocupes.
Nos despedimos y fui a cambiarme cuando escuché la puerta de casa. Supongo que Fer habría llegado, pero escuché una voz de chica. Me volví a colocar la camisa y bajé a ver que pasaba. En el comedor estaban los dos besándose.
-Siento interrumpir, quería asegurarme de que todo fuese bien.
-Mira, ahí está mi hermano.
La chica se deshizo de las manos de Fer y corrió a abrazarme. Sentí como sus manos recorrían mi espalda e intuí que sus intenciones no eran buenas. Sabía que iba a traer problemas, muchos problemas. Miré a Fer y estaba embobado. ¿Y Bego? Fer la iba a volver a cagar con ella. Las cosas iban a ponerse peor de lo que ya estaban. Me despedí y subí de nuevo a la habitación. Hablé con mis padres antes de acostarme, pensé en qué estaría haciendo Valentina en ese momento e imaginé si estuviera aquí.
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Siento la espera con esta historia, pero quería sentirme preparada y tener el argumento claro para continuarla. Espero que os guste mucho tanto como la primera parte y OFICIALMENTE vuelvo con ella. Intentaré actualizar dos/tres veces por semana. Ojalá la disfrutéis <3 :)
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La clave (Pedri González) [Parte 2]
FanfictionSegunda parte de la historia entre Valentina y Pedri. Ahora que Valentina y Pedri pueden estar juntos: ¿Lograrán superar todos los obstáculos que el destino les pone? Sigue leyendo :)