26 de enero
POV Pedri
Presentía que estaba a punto de cagarla. Sé que podría simplemente no haber acudido, pero me jodía aceptar que no estaba actuando bien y quería demostrarme que era capaz de evitar cualquier tentación por parte de Maca. Valentina no había vuelto a escribirme, quedamos el viernes para ir a cenar al nuevo restaurante italiano que nos recomendó su madre. Y ahí estaba yo, frente a la puerta, sin atreverme a entrar, cuando escuché una puerta que se abría. El estudio tenía una salida unos pasos más allá a la izquierda, y ahí estaba ella.
-¿Qué haces ahí parado?
-Acabo de llegar.
-Voy a fumar un cigarro, entra si quieres.
Inconscientemente entré y sabía que había hecho mal, quería afrontar la situación y el efecto había sido totalmente el contrario. Joder, Fer tenía razón. Fui directamente a la sala de maquillaje y la esperé sentado.
-Ya estoy contigo.
-¿Prefieres café o té?
-Un café cortito.
-¿No te gusta?
-No estoy acostumbrado a tomarlo.
Preparó los cafés y se sentó en la mesa donde previamente yo la había esperado.
-¿Listo para una nueva sesión de trabajo?
-Sí, quiero terminar cuanto antes, esta semana está siendo agotadora.
-¿Entrenas todos los días?
Asentí con la cabeza.
-Siendo jugador debes tener a muchas chicas detrás.
-No entiendo a qué viene ese comentario.
-A la verdad.
-No me hace falta, tengo a quien quiero a mi lado.
-Entiendo.
Nos quedamos los dos en silencio, estaba contento por haber dicho eso, pero sabía que esto no había acabado.
-¿Seis meses llevabais, no?
-Sí.
-¿Y la afortunada qué edad tiene?
-Diecisiete.
-Si es un bebé todavía.
-Tiene casi mi edad, no lo veo así.
-¿Y ya te ha prohibido que hables con otras chicas?
-Valentina no es así.
-Ya me lo dirás de aquí unos meses.
Me enfadé mucho con su respuesta. Esa prepotencia que tenía, la miré y tenía una sonrisa en la cara.
-No tienes ni idea.
-No te enfades, Pedri.
-No tenía que haber venido.
Me levanté y ella se acercó a mí.
-Joder, perdona, se me ha ido la olla. No quería presionarte. Al contrario, quería disculparme.
-Pues no te ha salido muy bien.
El resto de la tarde no mencionó nada más sobre Valentina. A los pocos minutos llegaron otros chicos y se sentaron con nosotros. A veces parecía que era bipolar o sabía hasta donde llegar.
La sesión fue agotadora. Valentina me había avisado de que había terminado de estudiar y que podía pasar a verla por casa. Recogí mis cosas y estaba dispuesto a salir cuando su voz me frenó en seco.
-¿Te importaría acercarme a casa? No he podido venir en coche hoy.
Inconscientemente acepté y no sé a qué mala hora lo hice. El coche me estaba esperando aparcado en la acera de enfrente y ella entró conmigo. Le pregunté donde vivía y nos dirigimos hacia allí. El conductor nos miró con cara extraña, sobre todo porque conocía a Valentina y sabía perfectamente que no era ella.
-Gracias por traerme.
Me despedí con la mano y ella salió del coche.
-¿A casa? —me preguntó el conductor—
-No, llévame a la Ciudad Deportiva.
Era tarde pero sabía que Éric aún estaría en el gimnasio. Le dije a Valentina que no podría ir hasta la hora de cenar y apagué el teléfono. Siguiendo mi intuición fui a una de las salas de máquinas y allí estaban Nico y él.
-¿Qué haces aquí canario?
Me quedé mirándolo frente a frente.
-Ha pasado algo con Macarena ¿verdad?
Asentí con la cabeza.
-Anda vamos al vestuario, ya he acabado por hoy. ¿Vienes Nico?
-No, hago una serie más y os alcanzo.
Al llegar al vestuario golpeé el banco con fuerza.
-Cuéntame.
-Pues soy muy tonto, Éric. Me volvió a escribir y he accedido a tomar un café. Creía que iba a ser capaz de dejarle las cosas claras y ha vuelto a soltarme los mismos comentarios.
-¿Pero habéis hecho algo?
-Nada, solo tomar el café. Luego se ha disculpado porque ha dicho que Valentina era una cría.
-Cálmate entonces, Pedri. No has hecho nada malo.
-Sí, fue un error quedar con ella. No tenía ni que haberme molestado, tío.
-A ver, no has hecho nada.
-Sí, sí que he hecho. Le mentí a Valentina cuando llegó su mensaje. Le dije que me habías escrito tú.
-Y ahora que ya ha pasado, ¿por qué no se lo cuentas?
-Después de todo lo que hemos vivido juntos, creo que empezaría a desconfiar y no está en su mejor situación que digamos. No ha superado lo de su padre aún.
-Tranquilo tío, no has hecho nada malo aún. Lo del mensaje es una cosa menor. Si no quieres contárselo ahora, ya lo harás.
Hablar con él me ayudó a calmarme un poco, pero aún así me sentía culpable.
-Había quedado con ella ahora, pero no me atrevo a mirarle a la cara.
-Yo iría a verla y la tranquilizaría. Más adelante ya pensaremos como se lo dices.
Abracé a Éric y me llevó a casa. Le escribí a Valentina que acababa de llegar y ella me dijo que podía ir a su casa. No tardé ni cinco minutos en estar en su habitación. Me abrazó y yo cerré los ojos, no me perdonaría hacerle daño.
-¿Todo bien? Me tenías preocupada.
-Sí, tranquila.
Acaricié sus mejillas con mi mano y la besé. Ella sonrió y me invitó a sentarme en la cama. Allí, mientras acariciaba su cabeza estuvo contándome su día. Fingía escucharla pero por dentro no dejaba de pensar que seguiría cometiendo esos errores y ella no se lo merecía.
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Siento haber parado durante tanto tiempo esta historia. Estoy de vuelta :)
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La clave (Pedri González) [Parte 2]
FanfictionSegunda parte de la historia entre Valentina y Pedri. Ahora que Valentina y Pedri pueden estar juntos: ¿Lograrán superar todos los obstáculos que el destino les pone? Sigue leyendo :)