XVII. Un cumpleaños, una sorpresa y un mensaje (Parte 1)

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6 de febrero

POV Valentina

El día del cumpleaños había llegado. Pedri y yo nos habíamos pasado la noche juntos y volvía a casa para ducharme y arreglarme. Él se iría al evento y pasaría a recogerme en casa de Luca antes de volver hacia casa.

Me duché y escogí unos vaqueros negros, una de mis blusas favoritas y las Converse. Me ocupé en que el pelo quedara perfecto y el maquillaje para que me durase hasta la noche. Sentía alivio de que Pedri no se molestase porque fuera al cumpleaños de un desconocido y me alegraba poder hacer feliz a Luca, ahora que empezaba a abrirse más cualquier paso en falso volvería a aislarse de los demás. Y Luca no lo merecía.

Mi madre me llevó hasta casa de Luca y se despidió de mí. Iba a pasarse el día en casa y me recalcó en que si necesitaba algo la llamase.

La casa de Luca parecía bastante nueva, el diseño, la decoración y la distribución de las habitaciones hicieron que me enamorase desde el momento que entré en la casa. Luca salió corriendo a abrazarme en cuanto se dio cuenta de mi presencia y una mujer alta, morena y con los ojos azules se acercó a nosotros.

—Valentina ¿verdad? Piacere, io sono Paola

—Piacere. ¿Así que Paola es tu madre, Luca?

Luca asintió con la cabeza y fue a abrazar a su madre, las dos sonreímos y tras esta sucesión de abrazos se fue corriendo dentro de casa para volver a jugar.

—Gracias por venir, Valentina. Es un placer conocerte.

—El placer es mío, gracias por invitarme. La casa es preciosa.

—Muchas gracias. Hemos invitado a algunos amiguitos de Luca y sus familias, también vienen amigos de Lorenzo, así que espero haber preparado suficiente comida.

—Una mamma italiana siempre hace suficiente comida, Paola.

Ella sonrió y me invitó a pasar al comedor en que se habían dispuesto diferentes mesas donde la gente ya había empezado a tomar copas y relacionarse. En el fondo, Lorenzo iba vestido con una camisa blanca y lo acompañaban dos chicas y un chico. Me acerqué a ellos y me presenté.

Lorenzo me presentó al resto de sus amigos.

—Valentina, ¿qué te apetece tomar?

—Un poco de agua, gracias.

—Acompáñame a la cocina, por favor.

Los dos nos dirigimos hacia allí, Lorenzo estaba muy sonriente.

Grazie mille Valentina.

—¿Por Luca?

—Sí y por estar hoy aquí con nosotros. Es una alegría para él y hemos notado muchos avances. Es un buen niño y le está costando adaptarse a todo.

—El tema del divorcio ¿verdad?

Asintió.

—Mis padres también están en un momento difícil, si nos cuesta a nosotros, imagínate a él.

—Mi padre es un importante arquitecto que ha establecido una base aquí en Barcelona. Y ha dejado todo esto para mi madre y nosotros, pero no entendemos que ha pasado entre ellos.

Lorenzo se estaba abriendo conmigo sin apenas conocerme, pero entendía que Luca le había hablado mucho de mí.

—Lo entiendo, vivo una situación muy parecida en casa y es muy duro. Ver cómo de un día a otro la vida cambia por completo. Nada vuelves a verlo igual.

—Mi madre lo está pasando muy mal ¿sabes? Intenta disimular delante de Luca, pero cuando él se acuesta esta casa maravillosa se vuelve una cárcel para él y para mí también. Me duele verla tan mal.

—¿Y has hablado con tu padre?

—El está siempre ocupado en sus asuntos.

—Entiendo.

—Pero hoy es un día de fiesta así que no nos preocupemos por eso. ¿Qué quieres estudiar el próximo curso?

—Arquitectura. Me gustaría estudiarlo aquí pero dependo de mi madre.

—¿Crees que podéis volver a Milano?

—Es una posibilidad, pero no quiero ni pensar en ello.

—Ya se verá.

—Eso es, hoy es tu cumpleaños, así que vamos a disfrutarlo.

Salimos de nuevo con todos y me uní a su grupo de amigos. Luca correteaba con los otros niños de un lado a otro. Y supe que había hecho bien en venir a esta fiesta.

POV Pedri

Macarena no había dejado de enviar mensajes durante toda la mañana, cada vez me sentía más culpable por dejarme llevar. Dejé de contestarle y me vestí antes de salir para la Ciudad Deportiva. En cuanto llegué al recinto, Gavi y Nico estaban sentados charlando y Xavi hablaba con la jefa de protocolo. Me acerqué a ellos y los saludé.

—Por allí viene tu amiguita.

Gavi me miró y giró la cabeza.

—No es mi amiguita, es la maquilladora.

—Lo que tú digas.

Nico y él se miraron y se rieron. Macarena iba con dos compañeras más y se acercaron a nosotros. Me levanté y le di dos besos aunque quería evitar hablar con ella.

—¿Se te ha bloqueado el teclado del móvil?

—No, ¿por qué lo dices?

—Porque has dejado de contestar mis mensajes. O acaso es por tu "novia".

—Algún día aprenderás Macarena que no eres el centro de atención y menos el mío. Y sí, mi novia es Valentina.

—No te pongas así, era una broma. Pero pensé que podríamos aprovechar para conocernos mejor.

—No necesito conocer a nadie, Macarena.

—¿Y los mensajes de estos días?

—No lo sé ni yo, así que no insistas en eso.

Gavi se entrometió entre nosotros y nos informó que teníamos que entrar dentro para el evento. El equipo tenía que sentarse a primera fila. Y ahí se terminó nuestra conversación.

Me sentía frustrado conmigo mismo, por una parte algo de mí se dejaba llevar, y por otra, reaccionaba así con rabia hacia ella, porque sabía que no estaba actuando bien.

—Va a por todas esa tal Macarena.

Nico se sentó a mi lado.

—No voy a darle más importancia.

—Eso espero, Pedri. Recuerda a quien tienes al lado.

Y la imagen de Valentina se fijó en la mente. Mierda. No le he dicho nada desde esta mañana que nos despedimos.

¿Cómo va el cumpleaños, vecinita?

Valentina tampoco me había escrito nada y algo me decía que el día de hoy no iba a acabar bien... 

La clave (Pedri González) [Parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora