XVIII. Un cumpleaños, una sorpresa y un mensaje (Parte 2)

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6 de febrero

POV Valentina

Los amigos de Lorenzo me acogieron como una más y la fiesta estaba siendo muy divertida. Sentí mi móvil vibrar varias veces, pero no fue hasta la hora de la comida en que me di cuenta. Pedri me había escrito. En vez de contestarle los mensajes, me aparté a una habitación y apreté al botón de llamar.

Un, dos, tres tonos...

Seguí esperando al otro lado del móvil.

—¿Valentina?

La voz de Pedri apareció y se escuchaba lejos casi tapado por ruido.

—¿Pedri? ¿Hola?

—¿Valentina?

—Sí, te escucho. ¿Y tú?

De repente el teléfono colgó. Me quedé esperando mirando a la pantalla por si volvía a llamar. A los pocos minutos volvió a vibrar el teléfono. Lo cogí y ahora sí pudimos comunicarnos.

—¿Valentina?

—Hola, vecinito. Creo que ahora se escucha mejor.

—Sí, ahora sí. ¿Cómo va el cumpleaños?

—Muy bien, me encuentro muy cómoda.

—Me alegro, ¿y qué tal Luca al verte?

—Se ha alegrado mucho, su madre es encantadora.

—¿Sabes a qué hora acabarás?

—Ni idea, pero si quieres te escribo cuando acabemos.

—Vale, vecinita.

—¿Y qué tal tú? ¿Cómo va?

—Muy bien, aún queda la comida, pero el evento ya ha acabado. Así que una vez acabe cuando tú me digas, voy para allá. Además, tengo una sorpresa.

—¿Una sorpresa de qué tipo?

—No te puedo decir nada hasta que no nos veamos.

—¿Y una pista?

—Tiene que ver con mi equipo.

—Interesante...

—No te molesto más, disfruta del día y avísame cuando quieres que vaya a por ti.

—Claro, vecinito, disfruta.

Colgué y volví a la fiesta. Aunque estuviera muy a gusto, deseaba volver a verle y contarle todo.

POV Pedri

Colgué y sentí que alguien estaba detrás de mí. Me giré y vi a Macarena con los brazos cruzados esperando a que terminase mi llamada.

—¿Qué quieres Macarena?

—Hablar contigo solo.

—Pues dime, estamos a punto de empezar la comida.

—¿Qué te parece que vayamos a otro sitio a hablar?

—Este es un lugar perfecto.

Ella se rió. Sabía que estaba provocándome y no iba a ceder más de lo que había hecho hasta el momento.

—¿No va a haber oportunidad para esto, verdad?

—¿A qué te refieres con esto? ¿Nosotros?

Asintió con la cabeza.

Negué con la cabeza.

—Siento si malinterpretaste nuestras conversaciones, pero tengo claro lo que quiero. Ya sabes que tengo novia y no estoy disponible para nadie más.

La clave (Pedri González) [Parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora