알고 6: Biblioteca 알고

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Al día siguiente, Jisung se despertó cerca de las nueve. Aquel día lo tenía libre en la universidad, por lo que podía estar tranquilo, y tomarse su tiempo, también avanzaría para terminar algunos trabajos.

Bajo al salón con su ropa de estar por casa, unos pantalones de noches de color negro y una camiseta blanca holgada con el logo de una banda de kpop que desconocía.

La única criada que tenían lo saludó. Había pedido no tener muchas, ya que siempre le había causado algo de incomodidad, por lo que tenían una criada y una chica que limpiaba la casa dos días a la semana. También su chofer de confianza.

Felix había pedido que no hubiera cocinero, puesto que prefería hacerlo el, por lo que el castaño no discutió sobre eso.

Sana le saludó.- Buenos días, señor Han.

Jisung suspiro.- No me llames señor, por favor, soy bastante más pequeño que tú.- pidió, a lo que la chica asintió.- Llámame solo Han.- le sonrió.

Sana asintió.- ¿Quiere que le sirva de desayuno, Han?

Negó.- Tranquila, puedo yo solo. Puedes descansar si deseas.

Se despidió de la chica y camino hacia la cocina, encontrándola totalmente vacía. Procedió a hacerse un café rápido, tomándolo apoyado en la encimera de la cocina, con la vista pegada a la pared.

Se encontraba en su último año de arquitectura, por lo que en poco se pondría a trabajar. Su madre le había dicho que Felix no estudiaría nada, por lo que cuidaría de la casa como todos los omegas, pero eso no le parecía correcto.

Aun así, prefiero no meterse en el tema, ya que sería algo que solucionaría el rubio por su parte, y él no tenía por qué meter el hocico.

Salió a la sala, sintiendo la ausencia del rubio en toda la casa. Vio como Sana caminaba por el pasillo, por lo que llamó su atención.

- Sana.- llamó, recibiendo la atención de la peli naranja.- ¿Sabes donde está Felix?

- El omega Lee se encuentra en la biblioteca desde las siete, Han.- informo la chica.

Asintió, dirigiéndose a la biblioteca por pura curiosidad, bajo la atenta mirada de la sirviente. Sana había servido en algunas casas, y los alfas siempre habían sido bastante duros con sus omegas, pero Jisung era bastante permisivo y atento a lo que el rubio quería. Eso la hacía realmente feliz.

El castaño entró a la biblioteca, notando una cabellera rubia sentada en una de las mesas, con un libro en sus manos y una taza de lo que parecía ser té.

Felix levantó la cabeza del libro, viendo como Jisung se acercaba él a pasos no muy apresurados, sonriéndole con amabilidad. Correspondió a la sonrisa.

- ¿Cuánto rato llevas leyendo?- pregunto sorprendido.

- No podía dormir.- admitió.- Así que vine aquí.

Jisung asintió.- Entiendo.- se paró a mirar al rubio, notando que este estaba con ropa de estar por casa, sin maquillaje y con el cabello algo revuelto. Admitía que estaba más lindo así que cuando lo conoció con traje y maquillaje. Se veía más natural.- Estaré en el despacho, si me buscas.- informo.

Felix asintió, viendo como el castaño salía de la biblioteca. Trato de no sonreír tanto y centrarse en su libro.

Por como sus amigos los habían descrito, pensaba que le tocaría un alfa como el de las historias; que lo maltrataría, que le gritaría, que le obligaría a tener sexo cada noche y lo marcaría, que le pondría los cuernos con las criadas. Pero Jisung no era así ni por asomo.

Sentía que su lobo estaba realmente cómodo con el castaño, sensación que empezaba a darle miedo.



















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I don't know // JilixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora